Milena Busquets: "Pasar por la vida sin enamorarte es mucho peor que sufrir por amor"

En unas horas, Milena Busquets (1972) presenta su nuevo trabajo, "Ensayo general", en Madrid, en una librer�a repleta a rebosar. Es ya de esas escritoras por las que sus fieles dejan libre la tarde del viernes para poder o�r sus reflexiones vitales y literarias.

La autora nos da cita en una terraza de Gran V�a con vistas a Madrid. T� de por medio, una servidora intuye que una conversaci�n con Milena contiene frases de esas que siempre quieres subrayar en un libro...

Primera pregunta obligada, �qu� es "Ensayo general"?

Lo m�s obvio, mi �ltimo libro. Empec� a escribirlo sin saber muy bien realmente lo que iba a ser. Eran peque�as piezas, no dir�a art�culos, si no m�s bien piezas literarias que no sab�a c�mo iban a encajar. Es un libro �ntimo que narra como es la vida de una mujer de 52 a�os en Espa�a, que vive en una ciudad con dos hijos, separada, con sus amores, lo que echa de menos, las cosas con las que sue�a...

Es un libro �ntimo y, sin embargo, muchas nos sentimos identificadas con lo que leemos...

Es curioso porque todos nos creemos muy �nicos y originales y, de repente, rascas un poco y te das cuenta que nos parecemos mucho m�s de lo que creemos. En realidad, la reflexi�n es que nos imaginamos que estamos mucho m�s solos de lo que estamos realmente.

�Por qu� crees que la autoficci�n est� denostada?

Primero porque somos mujeres, estoy convencida. Cuando publiqu� "Tambi�n esto pasar�" eleg� la autoficci�n porque es un g�nero que se adapta muy bien a lo que podemos contar las mujeres: puedes sincerarte pero tambi�n cambiarlo un poco. Las mujeres estamos m�s cerca de los sentimientos, somos m�s sinceras, nos da menos miedo contar ciertas cosas. Pero hay una corriente que piensa que la autoficci�n es un g�nero para gente sin imaginaci�n. El Premio Nobel de Annie Ernaux fue muy criticado porque hablaba de temas "muy peque�os". Pero la autoficci�n tambi�n la hacen otros escritores como Emmanuel Carr�re o Michel Houellebecq aunque a ellos no les da miedo echar el rollo. Nosotras, en cambio, estamos acostumbradas a callarnos y no queremos molestar.

�Es Milena Busquets ya un personaje?

Convertirse en un personaje es un peligro enorme y es lo que uno, a veces, acaba haciendo. Yo tengo la suerte de que las entrevistas y presentaciones son dos veces al a�o y, despu�s, vuelvo a casa con mis hijos, a los que mi libro les importa muy poco y solo quieren saber qu� vamos a cenar. Pero hay actores y estrellas de rock que acaban siendo un clich� rid�culo. Eso me espanta.

Dec�as en una entrevista que la inteligencia ocupa un lugar muy peque�o en el amor. Esa afirmaci�n me sorprendi� mucho.

Pero, es verdad, ocupa un lugar muy peque�o. �C�mo te explicas si no que en el amor pringuemos tambi�n las listas? (risas). Tengas la edad que tengas, hay veces que llega un hurac�n que te pone todo patas arriba. Pierdes incluso la autoestima, est�s dispuesto a todo por estar con esa persona, por verla. En algunos amores apasionados est�s muy cerca de dejar de saber qui�n eres t�, que es lo que nos pasamos la vida intentando averiguar.

�Crees en el amor sosegado o solo en el amor que pasa como un terremoto por tu vida?

Contestar�a sin pensarlo lo del terremoto. Pero tengo tambi�n el ejemplo de Ingmar Bergman que despu�s de no s� cu�ntos matrimonios e hijos, finalmente encuentra una mujer a la que realmente ama. Y creo que ese fue el amor de su vida, un amor muy sosegado... Hasta que, desgraciadamente, ella enferma de c�ncer y muere. Igual con la madurez es posible llegar al amor tranquilo pero, claro, antes hay que llegar a la madurez y yo a pesar de mis 52 a�os no logro llegar.

Pasarlo mal por culpa del amor tambi�n forma parte de la vida, a fin de cuentas.

El otro d�a hablaba con una amiga que est� sufriendo por culpa de una relaci�n t�xica y le dec�a dos cosas. Una, que esto pasar�, que la historia se acabar� cuando est� lista. Y, dos, que no todo el mundo tiene la suerte de vivir una pasi�n. Hay personas que han pasado por la vida y no se han enamorado nunca. Y esto me parece terrible, mucho m�s que sufrir por amor.

Dec�as que la autoficci�n est� denostada pero tambi�n lo est� el romanticismo...

Absolutamente y f�jate que es algo que siempre ha existido, como en las tragedias griegas, por ejemplo. Y este romanticismo creo que es lo que nos hace tambi�n tan grandes a los seres humanos. El pensar que todo es posible, el querer lo m�ximo, el querer ser dioses. La vida puede ser grandiosa para los seres humanos y, muy a menudo, lo es en esos momentos en los que est�s enamorado. El d�a que dejemos de buscar esas sensaciones, o al contrario, cuando nos las encontramos delante e intentamos esquivarlas, es cuando empezamos realmente a envejecer, cuando nos empezamos a despedir de la vida, cuando cedemos un poco.

Ya pero, a veces, entre el trabajo, madrugar, los problemas del d�a a d�a. Quiz� ah� todos empezamos a ceder...

Me estoy acordando de mi madre. Cuando ya estaba bastante cerca de la muerte, hubo un momento que me dijo: "Me rindo". Y lo recuerdo a menudo porque todos hemos tenido alguna vez esas ganas de rendirnos. A veces es muy jodido vivir, es muy complicado. Cuando hay un "me rindo" interior, pienso que es cuando est�s m�s cerca de la muerte

Por eso hay que conservar un toque gamberro siempre...

S�, hay que poner toda la resistencia posible a la pena, a la soledad, a lo que nos hunde. Hay que resistir todo lo que puedas, como sea, siendo gamberro, siendo loco, siendo irrespetuoso, equivoc�ndote muchas veces, empezando cosas que igual despu�s no contin�an...

En todas las entrevistas tuyas que he le�do surge la etiqueta de burguesa. �Seguimos con la man�a de etiquetarlo todo?

En el caso de "burguesa" creo que es un poco culpa m�a. En este libro, en concreto, hablo de burgueses como cinco o seis veces. En realidad, estoy convencida de que nuestro origen poco importa, realmente. Es verdad que tuve la suerte de tener libros en casa y de poder viajar mucho y, es cierto, que en general, tener m�s recursos siempre ser� mejor. Pero si mi madre no hubiera sido editora no tendr�a esas relaciones complicadas con las editoriales. Mis amigos escritores, que no tienen una relaci�n con el mundo del libro m�s all� que la que se han labrado ellos, tienen una relaci�n mucho m�s sana y mucho m�s feliz.

Hay una etiqueta de la que no haces gala nunca, en cambio, la de feminista.

Es evidente que soy feminista. He sido absolutamente independiente siempre, no me ha soplado encima nunca un hombre. Tampoco hablo, por ejemplo, del cambio clim�tico y es algo que me preocupa. Siempre te van a decir que no te pronuncias sobre alg�n tema en concreto. Proust dec�a que un libro con mensaje era como un regalo en el que dejas el precio y yo no dejo nunca los precios, me parece de mal�sima educaci�n. Mi batalla es escribir, intentar escribir bien, intentar contar algo que interese.

Hay otro aspecto que me llama mucho la atenci�n en tus libros y es la buena relaci�n que tienes con tus ex.

No s� si ellos se lo han merecido o no pero yo he dado mi amor, o sea, una cosa que es f�sica y material casi y se lo he dado a estos hombres durante un tiempo. Esto tiene un precio. Este amor que yo di no lo voy a tirar a la basura porque me deval�a a m�, pero igual lo hubiese debido hacer porque me ha costado mucho superarlo. Creo que no respetar ese amor es una forma de no respetarse a uno mismo.

No termino esta entrevista sin que me recomiendes tres libros.

Estoy releyendo con una felicidad incre�ble a Sherlock Holmes. Es un volumen que tradujo mi madre, precisamente. El otro d�a estaba muy estresada y me puse a releerlo y me volvi� a parecer maravilloso. Recomiendo tambi�n "El reino" de Emmanuel Carrere. Y, por �ltimo, Colette. Me compr� el cuarto volumen como premio por acabar este libro. Y lo tengo encima de la mesilla. Todos sus relatos son buenos, Colette siempre est� ah�. Fran�oise Sagan tambi�n es importante para m�. Sus historias de amor siempre acaban mal. Un poco como las m�as. Me siento muy cercana a ella.