Al mediodía del miércoles, la neblina de junio se había disipado y ya se había formado una larga fila para comprar boletos de los juegos mecánicos en el recinto ferial de Del Mar. Más de unos pocos probablemente estaban digiriendo corn dogs y funnel cakes mientras esperaban para subir al Defender, una enorme estructura de acero que lanza a sus pasajeros por el aire en los extremos de una barra transversal gigante como un molino de viento diseñado para provocar gritos de osadía.
Sí, la Feria del Condado de San Diego ha llegado en todo su glorioso exceso, este año instando al millón de personas que se espera que acudan a sus puertas a “volverse retro”, abrazando su nostalgia natural por décadas pasadas.
“Tenemos algo para todos, cosas que son reales y tangibles, cosas que pueden hacerte sentir nostalgia por épocas pasadas, cosas que te hacen soñar con el futuro, cosas fritas y cosas saludables también”, dijo la directora general del recinto ferial, Carlene Moore.
Había muchos recuerdos en la cabeza de la fila, esperando para entrar el miércoles por la mañana. En el primer lugar, esperando pacientemente a que la Banda de la Infantería de Marina tocara y a que terminara la tradicional ceremonia de corte de cinta, estaban David Servetter y Candace Cornell, quienes condujeron temprano desde el sur de Murrieta.
“Fíjate, todavía la llamamos la Feria de Del Mar,” dijo él. “Hemos estado viniendo tanto tiempo que nunca realmente comenzamos a llamarla la Feria del Condado de San Diego.”
Servetter, un maestro de primaria jubilado que trabajó en el Distrito Escolar Unificado de Vista, dijo que ha estado asistiendo a la feria desde 1964. La colección de artículos potencialmente útiles de la feria, vendidos por vendedores con micrófono, siempre ha sido un atractivo.
“Siempre me han gustado los gadgets, ya sabes, los picadores y cortadores, pero también vengo por la música, los Jackstraws están tocando,” dijo Servetter.
Los intentos de evocar recuerdos entrañables de tiempos más simples se extienden a la comida que flanquea la avenida principal de la feria. En medio de este recorrido gastronómico se encuentra The Spam Stand, ocupando un codiciado puesto de esquina rodeado de otros vendedores que ofrecen tacos, pizza y pollo en un palo.
Proclamando “no lo critiques hasta que lo hayas frito,” es un movimiento audaz para el jamón enlatado y especiado, el tipo de comida procesada que fue un alimento básico durante y después de la Segunda Guerra Mundial, pero menos desde entonces.
Los propietarios Sean y Charity Rocha, de Phoenix, cubrieron sus apuestas ofreciendo té en una desconcertante variedad de sabores, y las coloridas bebidas parecían moverse más rápidamente que la carne salada en las primeras horas de esta temporada ferial recién inaugurada.
Pero Sean Rocha dijo que sabe que el Spam será un éxito. Después de todo, no traes algo así a la Feria del Condado de San Diego, el evento más grande en el calendario de esta empresa de comida nómada, sin hacer un poco de investigación primero.
“Queríamos hacer algo diferente. Quiero decir, puedes ver muchos corn dogs, mucha gente sirviendo hamburguesas, lo mismo de siempre,” dijo. “Queríamos hacerlo aquí, pero no queríamos hacerlo aquí primero, así que lo probamos en algunos lugares más pequeños primero para asegurarnos de que lo teníamos bien.”
La clave, añadió, ha sido freír el Spam antes de ponerlo en panecillos con una rodaja de piña o cortarlo en tiras finas para servirlo dentro de la lata de donde vino.
“Mucha gente lo fríe en sartén o en freidora de aire, pero no muchos lo fríen profundamente,” dijo Rocha. “Pensamos, ‘bueno, freírlo es una manera rápida y fácil,’ así que lo echamos allí y lo cocinamos durante diferentes períodos de tiempo para encontrar la textura adecuada.
“Podemos lograr que esté crujiente por fuera y caliente y jugoso por dentro, y siento que eso saca aún más ese sabor salado que va muy bien con algunas de las salsas dulces y picantes que hacemos.”
Por supuesto, algunas de las tradiciones menos obvias, pero probadas y verdaderas de la feria todavía atraen en el día de la inauguración.
Kathy Hoffmann, de Rancho Santa Fe, rápidamente se encontró examinando las colecciones en el pabellón de exposiciones de la feria, una ubicación fuera del camino principal, al lado del bullicio de los juegos mecánicos.
Su ojo fue atraído por una colección de dedales.
“La gente solía coleccionarlos, y mi mamá tenía una colección de todo el mundo,” dijo. “Sabes, era algo pequeño que podías traer de los viajes en lugar de, ya sabes, una gran pieza de arte o lo que sea.”
Pero los verdaderos aficionados a las colecciones vienen en busca de las presentaciones más extravagantes. Claro, una persona que presenta los boletos de cada concierto al que ha asistido rasca esa picazón, pero algunos lo hacen aún mejor, como la colección de este año de libros de “ciencia no ciencia ficción” sobre “OVNIs y extraterrestres humanos.”
Algunos parecen particularmente provocativos, como el gran montón de calcetines gastados, desplegados bajo plexiglás, con una etiqueta que indica que esta exhibición es “25+ años de calcetines huérfanos de mi familia.”
“No puedo creer que los hayan guardado todos,” dijo Hoffmann, riendo.
La Feria del Condado de San Diego se extiende hasta el 7 de julio. Un itinerario diario está disponible en sdfair.com.
