Trucos de un frutero para elegir bien la sandía y el melón sin abrirlos

¿Con pepitas o sin pepitas? ¿Rallado o liso? ¿Color? ¿Tamaño? Hay muchas preguntas entorno a las dos piezas de fruta por excelencia del verano: el melón y la sandía. Miguel, frutero de la Frutería Cándido González ubicada en el Mercado Central de Salamanca, desvela los trucos para averiguar si está bueno sin ni siquiera abrirlo. Eso sí, hay que poner los cinco sentidos para poder elegir: el tacto, el olfato, la vista, el oído y el gusto, que será la prueba definitiva para saber si hemos acertado.

En el caso de la sandía, lo más importante está precisamente en el tacto. Unos golpes bastarán para saber si es una buena sandía o no. A lo que hay que prestar atención es al sonido que deriva de estos golpes. «Tiene que sonar hueco pero sin demasiado eco porque sino significa que aún no está madura», comenta Miguel. Esa es la primera señal para saber si esta fruta esta en un estado óptimo para comprarla. El tema de las pepitas, en cambio, tiene más que ver con la comodidad a la hora de comerla que con el sabor.

«Ahora la gente la compra más sin pepitas porque es más cómoda, pero no interviene en el sabor», asegura. Hablando también de la parte más visual, se diferencia entre las ralladas y las lisas pero, ¿cuál es mejor? Pues al parecer, depende de los gustos. «Las ralladas son más dulces que las lisas porque está injertada en calabaza y hace que coja ese toque más dulce», apunta. En cuanto al tamaño, no es definitorio aunque lo que se tiene que valorar es «que pese»

El melón es una de las frutas por excelencia del verano, su textura y su toque fresquito hace de esta pieza una opción muy apetecible los días de más calor. Pero, ¿cómo saber si está bueno sin abrirlo? El frutero Miguel tiene las claves para asegurarse de que está maduro antes de comprarlo. «Nos vamos al culo del melón y apretamos, si vemos que se hunde ligeramente es que está bueno», asegura.

Además del tacto, también juega un importante papel el olfato. «El olor del melón es muy potente, tiene que oler a melón», asegura. Y además, también es interesante que pese. «Si pesa, huele, se hunde ligeramente la base y escuchas que no está hueco, es un buen melón», resume.

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