Examen de conducir en Salamanca: los cinco sitios donde más se suspende

Solamente en Salamanca se examinan semanalmente en torno a 250-300 alumnos del examen práctico de conducir. Esta prueba suele suponer más nervios e incertidumbre a los alumnos, es comprensible ya que entender el tráfico es complejo, por ello hablamos con María José Calvo, profesora en las Autoescuelas El Pilar, para que nos ayude a averiguar cuáles son los puntos más críticos en Salamanca y porqué suponen una dificultad para los alumnos, e incluso para los conductores con más experiencia en algunas ocasiones.

A pesar de que la mayoría de los aspirantes dominan el manejo básico del vehículo, como la caja de cambios, el volante y los pedales, los fallos que más a menudo llevan al suspenso están relacionados con la observación y la toma de decisiones. De hecho, esta profesora estima que el 90% del examen de basa en la capacidad de observación del conductor.

Desde Autoescuelas El Pilar aclaran que no se tratarían tanto de infracciones, sino como fallos que llevan al suspenso.

Entre las faltas más comunes que se suelen cometer estaría la falta de atención en los pasos de peatones -especialmente cuando la visibilidad está obstruida por vehículos en doble fila o estacionados cerca de esos puntos, no reducir la velocidad adecuadamente ante una visibilidad limitada puede resultar una falta deficiente o incluso eliminatoria. Otro fallo habitual es el desplazamiento lateral para sobrepasar vehículos inmovilizados en doble fila: es un punto crítico.

En Salamanca, donde esta costumbre es frecuente, «los alumnos suelen girar el volante sin haber realizado una observación previa adecuada, lo que puede constituir una falta deficiente o eliminatoria. También es común que en las intersecciones con stop, los alumnos no efectúen una detención completa, comportándose como si fuera un ceda el paso, lo cual representa otro error grave. Estos aspectos subrayan la importancia de la observación y el cumplimiento de las normas de tráfico en la evaluación práctica del carnet de conducir.

Al desplazarse por la calle Joaquín Rodrigo (donde están las piscinas) en dirección a la glorieta Leonardo Da Vinci en la Vía Helmántica, nos encontramos con un semáforo que está siempre en amarillo intermitente. Es una zona donde suele haber bastante tráfico y hay mucha gente que durante el examen se despista debido a los nervios, en esos casos suelen estar pendiente y fiarse del avance que van haciendo otros conductores en la vía y en consecuencia, no reaccionan a tiempo cuando el semáforo cambia a rojo. Es otro de los fallos más habituales que se cometen y supone una falta grave eliminatoria.

Al salir de la calle Tiziano hacia la calle Juan Valdés nos encontramos con una señal de stop en una marca vial con un paso de peatones, posterior al giro hacía a la izquierda es donde está la señal de stop vertical. Lo que suele pasar es que no hacen ese segundo stop vertical, que según nos indican «es realmente un primero porque donde está el primero es un preaviso de que te vas a encontrar un stop».

En este polígono hay una intersección de cuatro calle donde hay tres señales de STOP que tienen línea continua de detención pintada en el suelo, en el segundo hay que hacer una doble detención porque «cuando te detienes en la línea no se ve, y hay muchas veces que la segunda detención no es como tal, sino que hacen un ceda el paso».

En la bajada de los hospitales suele haber muchos vehículos en doble fila; la toma de decisiones a tiempo empieza a fallar. Es una zona donde hay que tener especial cuidado ya que, además, suelen pasar bastantes autobuses que tienen prioridad al incorporarse a la circulación, cuando marcan el intermitente izquierdo hay que cederles el paso.

Al salir de la avenida Carlos I para incorporarse a la carretera de la Ruta de la Plata, nos encontramos con un semáforo y una señal vertical de stop, hay que tener claro que si el semáforo está en verde no debes detenerte. En este caso, se deben tener claras las jerarquías de las señales: «Es un error que, a priori, está claro pero se comete más de lo que se debiera, hay que recordar siempre que el semáforo en verde prevalece a la señal de stop».

Con vehículos como las motos, los camiones y los autobuses el examen resulta completamente distinto al tratarse de una pista cerrada.

En el caso de las motos se suele fallar más por una cuestión de falta de tiempo para completar el circuito, «hay muchas veces que por esa necesidad de cumplirlo en el tiempo, cometen algún error cuando tienen que hacer el zig zag entre los conos», al final todo fallo por mínimo que sea se acaba acumulando.

En el camión suelen errar en la aproximación al muelle, «a veces se quedan lejos y pueden bajarse a ver a qué distancia se han quedado, luego se aproximan demasiado». En un tráiler es más complicado, suele ser en el enganche y desenganche cuando salen, pero sobre todo en la maniobra de marcha atrás de la L (marcha atrás en recta y curva).

En un autobús el principal obstáculo ocurre cuando al colocarse en paralelo a la calzada para dejar el vehículo justo al cono -que indica el punto para las puertas por donde suben y bajan los viajeros- suelen errar y , evidentemente, no pueden mover el volante con el vehículo parado.

Cada vez en más común disponer de coches automáticos y son más las autoescuelas que ofrecen la opción de sacarse el permiso de conducir con uno de estos coches pero, hay algunas desventajas. Sí pueden examinar con un coche automático, solo que tendrás una restricción en el carné de conducir que indica que únicamente puedes usar vehículos automáticos.

«Un buen conocimiento teórico facilita tanto el aprendizaje, como la buena ejecución en el examen, muchos de los fallos que se cometen en la práctica vienen por una falta u olvido de lo que es la teoría».

Los nervios hacen que no podamos rendir de una forma adecuada, «una de las cosas que provocan es que minimizan nuestra capacidad de observación y reflejos, algo esencial al estar pendiente del tráfico, que al final es complejo». Es cierto que puede llegar a ser complicado, la tensión de un examen no es fácil de sobrellevar, y en este caso, hay que estar extremadamente pendientes de muchas cosas. Ella asegura que llega a ver como a una persona le empiezan a entrar las dudas porque no tiene un refuerzo positivo de cuando ha tomado una decisión en un momento dado, lo que lleva a que el alumno se esté autoevaluando constantemente y, así, a cometer errores innecesarios.

Todos hemos tenido que aprender y sido conductores noveles, evidentemente cometemos errores en ese proceso; «hay veces que una falta que podría ser eliminatoria en la entrada de una glorieta, si el que está circulando dentro de la glorieta a lo mejor no acelera convierte esa acción en deficiente, algo que aún se puede solventar en ese examen si no llega a las 5 faltas leves».

En este último punto María José hace un especial hincapié y un llamamiento para que todos los usuarios circulen de una manera óptima, tanto porque prevalece la seguridad de todos, como porque ayuda durante el aprendizaje. En resumen, ella insiste; la observación, la concentración y la decisión son las tres claves que tenemos que tener presentes para ser capaz de superar la prueba con éxito.

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