Especial de Hollywood 2023

Ana de Armas: “El concepto de estrella de cine es el de alguien intocable a quien solo ves en pantalla. Ese misterio se ha desvanecido”

Hablamos con la actriz hispanocubana candidata al Oscar por su papel en Blonde sobre cómo mantener el misterio en la era de las redes sociales y su faceta como productora.
Ana de Armas
Ropa y sostén de N21 by Alessandro Dell’Acqua. Pendientes, collares, pulsera y anillo (mano izquierda) de Louis Vuitton. Anillos de Louis Vuitton High Jewelry.Fotografía de Steven Klein. Estilismo de Patti Wilson.

Son más de las 9 de la noche en Praga y Ana de Armas, una de las protagonistas de nuestra portada del Especial Hollywood de Vanity Fair 2023, tiene todo el derecho del mundo a estar agotada. Se encuentra inmersa en pleno rodaje de la película de acción (y spin-off de John Wick) Ballerina, en la que interpreta a una bailarina convertida en asesina sedienta de venganza. Pero cuando la actriz nacida en Cuba se conecta por Zoom para hablar conmigo sobre su turbulenta interpretación de Marilyn Monroe en Blonde, de Andrew Dominik, y sobre su plan de implicarse más en la producción, lo hace con la energía de alguien que rebosa ambición. "Busco proyectos en los que no sienta que voy con el piloto automático", dice de Armas. "Quiero trabajar duro porque es divertido, es lo que me gusta hacer y es la única manera de mejorar", asevera. He aquí algunos extractos de nuestra conversación sobre el viejo y nuevo Hollywood.

Ya ha hablado largo y tendido sobre las ganas que tenía de encarnar a Marilyn Monroe. ¿Hubo algún detalle sobre su vida con el que se sintiera identificada?
Había mucho con lo que me podía identificar. Si se deja de lado a la Marilyn Monroe ‘estrella de cine’, no es más que una actriz tratando de hacerse camino en la vida y en este sistema, que tan difícil es para cualquiera. A eso se le añade el punto de vista de Andrew, que era el de analizarlo a través de su trauma. Lo cierto es que pensé que le haría justicia a un ser humano con más dimensiones, porque a mí no me gustaría que me recordasen únicamente por una cosa. Soy más que una actriz en la portada de una revista.

¿Hollywood sigue generando estrellas de cine como Marilyn?
Tengo la sensación de que las nuevas generaciones carecen de ese concepto debido a las redes sociales. Hay muchísima información ahí fuera y se publica en exceso. El concepto de estrella de cine es el de alguien intocable a quien solo ves en pantalla. Ese misterio se ha desvanecido. La mayoría de nosotros nos lo hemos hecho a nosotros mismos — ya nadie oculta nada a los demás —.

Ropa y sostén de N21 by Alessandro Dell’Acqua. Pendientes, collares, pulsera y anillo (mano izquierda) de Louis Vuitton. Anillos de Louis Vuitton High Jewelry.

VIDEO BY STEVEN KLEIN; STYLED BY PATTI WILSON.

¿El retrato que hace Blonde del mundo del espectáculo le hizo replantearse cómo es trabajar en Hollywood?
Sí, desde luego. Lo más triste para mí (y lo que más desafíos plantea) es ver no solo lo que ocurrió en los años 40, 50 y 60, sino ver cómo se siguen repitiendo los mismos patrones. Ha hecho que sin duda me proteja más, ponga más límites y conozca mejor cuánto estoy dispuesta a dar y qué quiero guardarme para mí. Pero, al mismo tiempo, está claro que es un lugar en el que hay oportunidades increíbles. Me siento muy agradecida por trabajar en este sector.

¿Eliminar sus perfiles en las redes sociales le ha ayudado a marcar esos límites?
Sí, en estos momentos solo tengo Instagram y apenas lo uso porque siento que las cosas siempre salen mal en las redes sociales. Si de mí dependiera, borraría mi Instagram ahora mismo, pero no puedo hacerlo. Soy consciente de que no soy solo una actriz. Colaboro con algunas marcas y tengo otros compromisos. Ha sido positivo para Blonde y para las películas sobre las que quiero hablar. Es complejo, porque sientes la presión de tener que aportar alguna reflexión personal o algo sobre tu vida privada para que la gente mantenga su interés. Debes hallar de alguna manera el equilibrio, algo que me resulta muy difícil.

¿Cómo fue para usted afrontar tales niveles de atención tras irrumpir en la escena internacional de la mano de Puñales por la espalda, algo que precedió al estreno de otros proyectos? 
La pandemia fue horrible para todos. En cualquier otra ciudad, la gente pasaba el rato con sus familias, aburriéndose en casa o paseando a sus perros. El problema de Los Ángeles es que me figuro que estaban tan aburridos que lo único en lo que podían invertir su tiempo era en escudriñar las vidas cotidianas de los demás. Fue de alguna manera frustrante ver cómo mi trabajo no acababa de salir adelante —Sin tiempo para morir fue retrasada tres veces y Blonde tampoco acababa por estrenarse—. Pero también estaba trabajando sin parar, una cosa detrás de otra, y aquello estuvo bien.

¿Ha recibido alguna llamada desde el estreno de Blonde? 
Después de Bond me llegó una suerte de oleada de papeles en películas de acción, y aquello fue divertido. Elegí los que me parecieron más estimulantes o con gente con la que quería trabajar. Creo que Ballerina va a ser la última de ese tipo, al menos por ahora, porque me apetece hacer unas cuantas películas al estilo de Blonde. Quiero trabajar con los directores y trabajar en mis personajes. He tenido la oportunidad de conocer a directores con los que me gustaría trabajar. La gente a la que tengo acceso está cambiando, y eso me hace mucha ilusión.

Ha empezado a producir e implicarse más en los proyectos en los que trabajas, como por ejemplo, ayudando a conseguir que Emerald Fennell forme parte del equipo de guionistas de Ballerina. ¿En qué medida ha cambiado esto su experiencia como actriz? 
Una vez llego al plató para rodar, soy actriz y únicamente me quiero centrar en eso, y quiero disfrutar de esa faceta. Pero mientras se rueda una película, algunos directores quieren que los actores se impliquen, pero no es algo que se pueda dar por sentado. Así que disponer de un espacio en calidad de productora al menos te garantiza tener voz y formar parte de la conversación. En el caso de Ballerina, era muy importante conseguir que me diesen un buen guion. Al principio, cuando me reuní con Len [Wiseman, el director], le dije “necesitamos que esto pase por una guionista” y aquello salió genial. Me gustó que me escucharan, y lo que pedí se hizo para beneficio de todos. Así que ahora tenemos un guion fantástico con un toque femenino y la perspectiva de Len, que también es muy inteligente.

¿Hay algo que todavía no haya podido hacer y que siga teniendo ganas de probar? 
Me gustaría seguir haciendo exactamente lo mismo que hago. Producir, tal vez encontrar alguna pequeña historia y encargarme de toda la producción de esa película. No quiero tener que saltar de un trabajo a otro. Tengo la sensación de haber ido muy rápido. Eso ha estado bien, pero quiero organizarme mejor para combinar las cosas que quiero hacer y disponer de tiempo para poner ideas en común y trabajar en las mías. Esa es mi meta de cara al próximo par de años, no ir más despacio, sino reducir el ritmo para poder hacer más cosas [ríe]. ¿Tiene sentido lo que digo?

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En el especial de Hollywood de Vanity Fair de 2023, una docena de cautivadoras (y jovencísimas) estrellas celebran la posfiesta de nuestros sueños. 

Esta entrevista se ha editado y condensado para mayor claridad.

Artículo original publicado por Vanity Fair USA y traducido y adaptado por Darío Gael Blanco. Accede al original aquí.