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Verificado por Psychology Today

Mariana Plata
Mariana Plata
Soledad

Cuando el aislamiento se vuelve peligroso

La nueva evidencia ayuda a explicar el riesgo de aislarse demasiado.

Photo by Kristina Tripkovic on Unsplash
Source: Photo by Kristina Tripkovic on Unsplash

Con la creciente popularidad de las pruebas de personalidad en línea y la curiosidad de descubrir cuál es nuestro tipo de personalidad en la escala de Myers-Briggs, la sociedad ha adquirido una nueva comprensión de las diferencias individuales y las diversas formas en que las personas operan. Si bien hay algunos que se sienten llenos de energía cuando socializan con otros, hay otros que se sienten recargados cuando pasan tiempo solos.

No hay un "camino correcto" o "camino incorrecto", pero esta publicación está destinada a los últimos: aquellos con tendencia a aislarse y elegir estar físicamente solos. Créanme, como una aficionada a cancelar planes, cuyo viernes por la noche ideal consiste en quedarse en casa y ver una película o leer un buen libro, lo entiendo por completo. No hay sensación como quedarse en casa.

Pero, ¿con qué frecuencia te estás aislando? ¿Cómo puedes saber cuándo esto se está volviendo potencialmente problemático o peligroso? ¿Cómo puede afectar tu salud este comportamiento constante? ¿Cómo se relaciona esto con el sentimiento de soledad?

La diferencia entre aislamiento y soledad

Primero, comencemos por definir conceptos clave. El aislamiento se define como un estado o situación que se caracteriza por estar físicamente separado de otras personas, ya sea intencionalmente o no. La soledad, por otro lado, se define por un sentimiento interno: se trata de calidad, no de cantidad.

De esta manera, uno puede aislarse socialmente o separarse de otras personas, pero no necesariamente sentirse solo o solitario. De manera similar, uno puede estar rodeado de muchas personas y sentirse como si fuera la única persona en la habitación. Un individuo puede desear o buscar el aislamiento social, pero la soledad normalmente no es una opción. Dicho esto, ¿cómo se relacionan?

La relación entre el aislamiento social y la soledad

Un estudio publicado en la revista Health Psychology encontró que ambos conceptos, aunque normalmente se estudian a través de la lente de cómo se diferencian entre sí, tienen una relación interdependiente. ¿Qué significa esto? Que en lugar de verlos como conceptos aislados, es mejor analizarlos y estudiarlos juntos, con el objetivo de comprender nuestra salud física y mental.

Los investigadores encontraron que un mayor nivel de aislamiento social generalmente produce mayores niveles de soledad. Los altos niveles de soledad también hacen que las personas sean propensas a aislarse socialmente. Cuando los dos se manifiestan juntos, se asocia un mayor riesgo de mortalidad.

Estos resultados pueden brindarnos información valiosa sobre la frecuencia con la que decidimos aislarnos socialmente de los demás y su efecto en nuestra salud mental, especialmente con la abundante evidencia que asocia la soledad con varias condiciones de salud mental, y nuestra salud física. Entonces, ¿qué hacer con esto?

Honrar el tiempo a solas mientras se protege la salud

El aspecto positivo de estos estudios es que nos ofrecen un espacio para actuar de forma preventiva. Nos dan suficiente información para desarrollar un plan de acción. En ese sentido, aquí hay algunos consejos para aprovechar al máximo tu tiempo a solas, sin excederte:

  • Date un plazo. ¿Con cuántas salidas al mes te sientes cómodo? Para algunas personas, es de 1 a 2 al mes, mientras que para otras pueden ser más. Sea cual sea el tiempo que les dediques, trata de perseverar y tente paciencia. Recuerda que, si bien nada está escrito en piedra, es importante conocerte a ti mismo y saber si estás predispuesto a caer en la trampa del aislamiento.
  • Habla con un amigo cercano. Mis amigos más cercanos saben exactamente cuándo empujarme un poco más para socializar con los demás y cuándo respetar mi espacio personal. Esto no es algo que se formó de la noche a la mañana; es producto de años de diálogo cercano y conversaciones honestas sobre lo que soy y con lo que no me siento cómoda. Habla con un amigo en quien puedas confiar sobre todo esto para que pueda ayudarte a evitar una trampa de aislamiento.
  • Haz algo por tu comunidad o por los demás. Se ha demostrado que el voluntariado y la participación en actividades desinteresadas tienen efectos positivos en la salud mental. Ya sea que pertenezcas a un grupo, fundación o comunidad, piensa en hacer algo positivo por los demás como una forma de hacer algo positivo por ti mismo.
  • Inscríbete a un club de apreciación cultural o de lectura. Lo positivo de estos grupos es que la frecuencia con la que se encuentran es un punto óptimo: no lo suficiente como para que pueda ser abrumador para ti, pero lo suficiente para mantenerte interesado. Por ejemplo, si ya te gusta leer, ¿por qué no matar dos pájaros de un tiro?

¿Tienes alguna otra recomendación de cosas que te hayan ayudado a minimizar tu aislamiento social y soledad? ¡Compártelos en la sección de comentarios a continuación!

A version of this article originally appeared in English.

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