Receta de Crepes de fruta y nata

Si hay un postre, merienda o tentempié preferido por los niños, sin duda alguna, son los crepes. Esta masa en forma de disco, confeccionada con harina, mantequilla y huevo, es una receta tradicional francesa que puede rellenarse con multitud de ingredientes, tanto salados como dulces. A los niños les gustan especialmente los crepes dulces, rellenos de crema de cacao, mermelada o azúcar.

Aunque a tu hijo le encanten, debes tener en cuenta que los crepes son un dulce algo calórico, del que no es conveniente abusar, por lo que se aconseja saborearlos solamente de vez en cuando, por ejemplo, para festejar algo: un cumpleaños, un día especial, etc.

(Te interesa: Receta de crepes dulces de manzana para niños)

A continuación, te ofrecemos una riquísima receta de crepes de fruta con nata para niños. Más allá del sabor delicioso de este dulce, que chiflará a los niños más golosos, cabe mencionar las propiedades de las frutas de esta receta, ricas en vitaminas y minerales.

1. Para empezar, batir los huevos en un bol.
2. A continuación, añadir la harina tamizada, la leche y una cucharadita de azúcar.
3. Mezclar bien sin llegar a batir, procurando que no queden grumos. 
4. Una vez la mezcla esté bien batida, dejar reposar la masa en la nevera durante 30 minutos.
5. Finalizado el tiempo de reposo, calentar una sartén crepera o una antiadherente y añadir un dadito de mantequilla.
6. Verter un cucharón de masa, mover la sartén, para cubrir la base con la masa, y cuajar por un lado.
7. Dar la vuelta a la crepe y dorar por el otro lado.
8. Realizar el mismo proceso hasta terminar con la masa.
9. A continuación, escurrir los melocotones y cortarlos en trocitos.
10. Lavar la uva, cortarla por la mitad y quitar las pepitas.
11. Montar la nata muy fría, añadir la fruta y rellenar los crepes.
12. Para finalizar, tostar las almendras en la sartén y rallar el chocolate. 
13. Cubrir las crepes antes de servir.

Qué tener en cuenta a la hora de comprar las uvas

La primera característica que debe observarse en el momento de comprar un racimo de uvas es que los granos siempre deben tener un grado de maduración medio y que no tengan manchas, partes mohosas u oscurecidas. Estas señales indicarían la escasa frescura y una mala conservación de las uvas.

Por el contrario, los granos deben presentarse limpios y estar bien adheridos al tallo, que, a su vez, debe ser color verde, y no estar nunca seco.

La uva es una magnífica fuente de azúcares, vitaminas y sales minerales. Sin embargo, con los pequeños, hay que tomar algunas precauciones, pues su piel requiere una buena capacidad de masticación y de deglución por parte del niño. Se le puede ofrecer al niño a partir del año de edad, con lo que a partir de esta edad es una fruta muy indicada para introducir en las recetas para los niños. 

(Te interesa: Receta de uva con naranja para niños)