El apego es parte natural del amor entre un bebé y sus padres, de eso no hay duda. Sin embargo, a lo largo de su crecimiento tu bebé irá aprendiendo hacer más cosas sin necesidad de tu ayuda y a ser más independiente, lo que reducirá el apego físico y emocional que tienen.
Antes de comenzar cabe mencionar los mitos que existen alrededor de la idea de que si mimamos mucho a nuestr@ bebé, lo estamos haciendo más dependiente o, por el contrario, si no le damos afecto, criaremos a una persona fría y ausente. La verdad y como en otros ámbitos, ningún extremo es sano, la respuesta será un balance entre ambos.
Sabemos que no es fácil identificar hasta dónde o la medida de cómo educar a tu chiquit@, por eso reunimos unos consejos que te servirán para impulsar la independencia de tu bebé y darle las herramientas que el día de mañana le permitirán desenvolverse en todos los aspectos de su vida.
- Dar independencia a tu hij@ no es lo mismo a no ayudarles: Todos los pequeños necesitan el apoyo de sus padres de forma incondicional, pero guiarlos tampoco es sinónimo de hacer todo por ellos. Por lo tanto, es preferible enseñarle a cómo hacer las cosas y poco a poco dejar que realicen una u otra tarea por sí mism@s.
- Deja que explore el mundo que lo rodea: Descubrir su entorno es parte de su desarrollo, así que no lo limites. Tomando las medidas de seguridad y limpieza necesarias deja que recorra de arriba abajo tu hogar y que alimente su curiosidad.
- Permite que tu pequeñ@ tome decisiones: De esta manera impulsas el desarrollo de su criterio y la asociación cognitiva de decisiones-consecuencias. En este sentido, puedes empezar con darle la libertad de elegir con qué juguete jugar o cuando sea un poco más grande qué ropa ponerse.
- Enséñale y guíale: Ser mamá conlleva un poco de ser maestra, así que la paciencia y el cariño serán muy importantes a la hora de explicarle a tu pequeñ@ cómo hacer algo. Divide las acciones en pequeños pasos y deja que practique para que interiorice lo aprendido.
- Deja que te ayude en las tareas del hogar: La curiosidad de tu chiquit@ y el deseo de ser tomado en cuenta, te ayudará a designarle pequeñas responsabilidades como guardar o limpiar sus juguetes después de usarlos. Incluso puedes convertir estas tareas en un juego para mejorar la percepción de estas tareas.
- No muestres ansiedad cuando se separen: Cuando lo dejes solo, ya sea por ir a otro espacio de la casa o a realizar una tarea, hazle saber que no hay nada que temer y que si necesita algo puede llamarte en cualquier momento.
- Deja que juegue solo: Al inicio casi todos los juegos los realizará con tu compañía, pero poco a poco, acostumbra a tu bebé a jugar solito. Este proceso debe ser paulatino, así que ten mucha paciencia.
- Guarda un momento sólo para tu bebé: Así como es importante darle su espacio, también lo es brindarle la atención necesaria. Habla con tu bebé, jueguen, lean juntos, etc. Así le ayudarás a construir su confianza y afrontará mejor tu ausencia.
- No alimentes sus berrinches: Con el fin de hacer que deje de llorar o patalear tu bebé, comúnmente se cae en el error de “recompensar” esa actitud devolviéndole algún juguete o cumpliendo algún capricho. Evítalo y en su lugar explícale que de esa manera no se consiguen las cosas.
- Evita dramatizar los pequeños accidentes: Sin duda, tu instinto es protegerlo, pero si se llega a caer o a tropezar y el incidente no es de gravedad, de forma calmada motívalo a levantarse y hazle saber que no pasa nada. No es necesario cambiar tu tono de voz, ni mimarlo en exceso.
Como puedes ver, ayudar a tu bebé a ser más independiente no tiene nada que ver con quererlo menos, sino todo lo contrario. Brindarle las herramientas para que sea más independiente es también una forma de mostrarle a tu chiquit@ el enorme amor que sientes, así que no te preocupes por el desapego que su crecimiento conlleva, mejor aprende a disfrutarlo.