El Imserso inicia el traspaso del Centro de Recuperación de Lardero a la Comunidad

El Imserso ha iniciado el proceso de transferencia de la gestión de los Centros de Recuperación de Personas con Dispacidad Física (CRMF), como el de Lardero, a las comunidades autónomas. El Ministerio de Derechos Sociales ha confirmado este traspaso de competencias a Diario LA RIOJA advirtiendo de que será «un proceso largo y complejo», por lo que podría dilatarse varios años. El desarrollo de una red autonómica de servicios sociales ajena los centros de la Seguridad Social ha provocado, en palabras del propio Ministerio, que los servicios del Imserso hayan quedado en «un ámbito de indefinición de su cometido y encaje en la nueva realidad, generando incomprensión en las diferentes esferas de gestión tanto estatales como autonómicas».

La transferencia se articulará mediante un real decreto que dicte el traspaso de competencia en cuanto a la administración, gestión de personal y usuarios y titularidad de bienes a las comunidades autónomas donde se encuentren los centros. «Estos procesos están fuertemente consolidados en nuestro ordenamiento jurídico contando, por tanto, con las debidas garantías para que los trabajadores no se vean afectados», asegura el Imserso, aclarando que ofrecerá una atención de calidad a los residentes.

Desde la Consejería de Salud y Políticas Sociales del Gobierno de La Rioja advierten de que no han recibido comunicación oficial alguna sobre este asunto y que solo cuando la tengan podrán estudiar la situación. CSIF informó semanas atrás a sus trabajadores afiliados de que el Imserso pretende transferir el personal y presupuesto puesto que «es competencia de las comunidades autónomas la prestación de los servicios sociales» y aclarando que se les ha asegurado que «no habrá ninguna merma económica», incluso se aplicarán mejoras. «Las negociaciones, previsiblemente, comenzarán a partir de septiembre», informa CSIF.

Maricuz Lázaro, delegada de CSIF, ha recordado a este periódico que estos centros de recuperación de personas con discapacidad física fueron creados décadas atrás y, tras la transferencia anterior de las residencias de mayores, este proceso parece natural. «Estos centros están de capa caída, con más trabajadores que usuarios, actualmente en el de Lardero hay 19. Sería más cómodo que las comunidades trabajasen con gente de la propia región», expone Maricuz Lázaro.

No obstante, el curso que acaba de finalizar en el CRMF de Lardero comenzó con retraso el año pasado por problemas de gestión y, tras cesar al director en octubre, no se nombró un sustituto hasta diciembre. «El CRMF de Lardero ha estado abandonado, pero se van a realizar obras, aunque no grandes inversiones porque queda por ver si se va a mantener el mismo uso», expone Lázaro. En cuanto a la plantilla, añade, «nos han asegurado que no va a haber perjuicio, sino todo lo contrario».