Seguirá presa: rechazan la excarcelación de Sor Marina, la monja acusada de abusar sexualmente de cuatro jóvenes en Boulogne

María Téllez Fajardo, la religiosa detenida el 9 de junio pasado, acusada de haber abusado sexualmente de jóvenes que estaban bajo su custodia en el Hogar de las Hermanas Trinitarias, de Boulogne, seguirá presa. La Sala III de la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro rechazó el pedido de excarcelación extraordinaria y confirmó la prisión preventiva que había dictado la jueza Alejandra Rodríguez Mentasti.

En la resolución dictada por los magistrados Gustavo Herbel, Carlos Fabián Blanco y Oscar Quintana, se dispuso que la magistrada de primera instancia solicite el traslado de la acusada desde la alcaldía de Melchor Romero, donde estuvo alojada provisoriamente, a una cárcel del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB). Además, el tribunal ordenó específicamente que el Servicio Penitenciario aplique las medidas necesarias para que se resguarde la integridad de la imputada.

Desde que sor Marina -como se conoce a Téllez Fajardo en el Hogar de las Hermanas Trinitarias- fue detenida a principios de junio pasado, hasta el momento en que el expediente fue recibido por la Cámara de San Isidro para revisar la resolución dictada por la jueza de Garantías, se sumaron tres víctimas nuevas.

La investigación comenzó con la denuncia de una adolescente y durante la instrucción del sumario, realizada por el fiscal Marcelo Fuenzalida, otras tres jóvenes declararon haber sido víctimas de abuso sexual mientras estuvieron en la institución religiosa.

Al fundar la resolución, los camaristas tuvieron en cuenta la expectativa de pena que podría recibir la imputada en caso de ser condenada en un eventual juicio oral y la existencia de los denominados “riesgos procesales”, entre ellos, la posibilidad de que pueda coaccionar a las víctimas en caso de que le concedan la excarcelación.

La situación de las víctimas

Una de las alternativas presentadas por la defensa de la monja incluyó la posibilidad de la prisión domiciliaria, con uno de los responsables de la institución religiosa que se ofrecía como garante. Pero los camaristas rechazaron el planteo por la condición de vulnerabilidad de las víctimas, que deben estar alojadas en otras instituciones debido a que no pueden regresar a sus hogares por las situaciones traumáticas que vivieron y que obligaron a que la Justicia las derivara entidades donde pudieran contenerlas. No obstante la solicitud de la morigeración de la prisión preventiva, que supeditada a la formación de un expdiente por separado, en caso que el Servicio Penitenciario no pueda asegurar las garantías necesarias para resguardar la integridad de la imputada.

En la resolución los magistrados coincidieron en que existía una situación de convivencia entre las víctimas y la monja, y la condición de religiosa de la imputada, factores que agravarían la calificación penal en el momento del juicio oral.

La monja había sido arrestada tras la denuncia realizada por la Defensoría de los Derechos del Niño de San Isidro a partir del relato de una menor de 14 años que afirmó haber sido manoseada por la religiosa y observada mientras estaba desnuda.

La detención de sor Marina, se concretó a principios de junio, luego de que tanto la magistrada de Garantías como el fiscal escucharan la declaración testimonial de la víctima realizada en el ámbito de una Cámara Gesell, donde la menor de 14 años describió la situación de abuso sexual que había vivido.

Esta declaración se concretó mientras interactuaba con una psicóloga. Según fuentes de la investigación, el relato de la adolescente fue considerado como “coherente y consistente”. Con este elemento y las declaraciones de dos profesionales que se desempeñaban en el Hogar, el representante del Ministerio Público pidió la detención de la monja.

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