Dos artistas urbanos fueron baleados mientras pintaban murales de Maradona y Messi con la camiseta de Newell’s
Una las víctima está internada en grave estado; una escuela decidió construir un muro para proteger a los alumnos de los disparos
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La violencia se volvió un problema endémico en el lugar donde adolescentes portan ametralladoras fabricadas en un taller clandestino. Se naturalizaron las amenazas y el miedo. No hay reacciones cuando autoridades educativas anuncian la construcción de un muro alrededor de un colegio para que sirva de escudo para las balas perdidas. Eso pasa en Rosario, donde muchas armas se gatillan en las calles. Los Monos subcontratan tiradores; casi hay una escuela de sicariato con muchos menores graduados. Y encima está el fútbol con su propia carga de brutalidad. Las tensiones aumentan a pocos días del clásico local. En una zona donde se desenfunda rápido los colores de camisetas se convierten en blanco. Dos artistas urbanos fueron ahora dianas en movimiento para una balacera habitual. Desde una moto con dos ocupantes salió la ráfaga de 9mm que alcanzó a los dos muralistas que pintaban las imágenes de Diego Maradona y Lionel Messi con las camisetas de Newell’s.
Los miembros del colectivo que se denomina Artistas Leprosos -en referencia a la forma en que son llamados los hinchas de Newell´s en el lenguaje popular- fueron atacados anoche en un complejo de edificios situado en bulevar Seguí y Roullión. Uno de los muralistas quedó internado en grave estado como consecuencia de un disparo en el tórax. Su acompañamente tuvo una herida leve y fue dado de alta en el Hospital de Emergencias Clemente ‘Álvarez, donde los cirujanos casi no pasan una noche sin extraer de cuerpos los restos de una bala.
El ataque se realizó pocas horas antes de la inauguración de esos trabajos de arte urbano sobre los laterales de los edificios del barrio Fonavi. Se pensaba en una kermés con el rojo y negro como colores dominantes. Los disparos y la sangre truncaron esa iniciativa.
“No podemos permitir que los violentos nos saquen la posibilidad de llevar juegos, regalos y alegría a los niños y niñas del barrio. Vamos a defender la expresión artística de los murales”, expresó el colectivo de Artistas Leprosos en las redes sociales.
Venta de drogas, barras, delincuentes y violencia social, todo se mezcla en las calles de Rosario. Por la cantidad de balaceras que se registran cada día, la tasa de homicidios allí no aumenta solo por falta de puntería de los tiradores, suerte de la víctima o eficacia de los cirujanos.
Una medida desesperada: el muro antibalas
Por esa repetición de disparos sin blanco fijo, autoridades escolares tomaron la decisión de levantar un muro que separe a los alumnos de la violencia, al menos mientras están en las aulas. Ese proyecto fue consignado por Télam tras consultar a fuentes del Ministerio de Educación de Santa Fe. El muro será construido en la escuela primaria N° 1027 “Luisa Mora de Olguín”, fundada por la comunidad salesiana y ubicada ene Humberto Primo 5316, del barrio Ludueña, en la zona noroeste de Rosario. Es uno de los lugares más castigados por la miniguerra narco.
”La escuela se encuentra atravesada por la violencia como nunca”, aseguró el delegado Regional del Ministerio de Educación de Santa Fe, Osvaldo Biagiotti, al confirmar que el Estado santafesino invertirá $2.500.000 en la construcción de esa medida de protección adicional.
”Hay un sector del edificio originario que da justo a un pasaje que tiene episodios de violencia con balaceras y asesinatos y puntualmente las balas terminan incrustadas en las paredes de la escuela”, detalló el funcionario.
Al respecto, explicó que esta es una “solución” que fue pedida y gestionada por la comunidad educativa de esa escuela para “construir una pared que la rodee para protección de los chicos”, explicó. ”Es lamentable que esto pase porque esta lejos del concepto de infraestructura edilicia educativa, pero es para dar mayor seguridad para quienes están adentro”, consignó.
Sobre la situación de violencia por la que atraviesa ese barrio, Biagiotti dijo “que los niños, niñas y adolescentes lo hablan, porque en algunos casos familiares, amigos o ellos mismos forman parte de esa violencia como soldaditos del narcotráfico”.
”Los propios chicos que habían sido abrigados por esta escuela, mas adelante son los que atacan este lugar. Es la ruptura de lo más básico”, enfatizó el delegado Regional en declaraciones a Cadena3-Rosario.
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