Vidal apoyó a Larreta: cómo reaccionó Macri, la “decepción” de Ritondo y las repercusiones en el búnker de Bullrich

En el búnker de la precandidata de Pro Patricia Bullrich sabían desde hacía al menos una semana que María Eugenia Vidal expondría su respaldo a Horacio Rodríguez Larreta. Uno de los interlocutores de la exgobernadora bonaerense fue Cristian Ritondo, su antiguo ladero que ahora dice sentirse “decepcionado”, y otras figuras que trabajaron con ella en la provincia de Buenos Aires. Mientras que en la terminal de la exministra de Seguridad intentaron bajarle el tono y decir que esto no mueve el amperímetro en los votantes, quienes lo escucharon al expresidente Mauricio Macri en las últimas horas lo notaron “triste” por las decisiones sucesivas de la diputada nacional, que él considera desacertadas.

De recorrida este miércoles por la provincia de Buenos Aires, el exmandatario visita Pergamino y San Nicolás, dos ciudades gobernadas por alfiles de Juntos por el Cambio. Temprano, cuando arrancó el día, alguien que charló con él lo vio desencantado con Vidal. “Se ha licuado su figura política por las medidas poco acertadas que tomó”, lo escuchó decir sobre la exgobernadora, según reconstruyó LA NACION.

Por la tarde, en su raid por las dos ciudades del norte bonaerense, el fundador de Pro dijo que las expresiones de Vidal no fueron una sorpresa por el vínculo personal que mantiene con el jefe porteño. Sin embargo, y tal como anticipó este medio, lamentó que “haya tomado varias decisiones sucesivas que han desdibujado su perfil”.

Entre los errores que le achaca a Vidal, Macri recuerda en privado también su oposición al traslado que ella hizo hacia la ciudad de Buenos Aires en 2021, cuando se postuló a Diputados, tras su paso por La Plata y su posterior derrota en manos de Axel Kicillof.

En la terminal bullrichista resuena que Vidal se había comprometido a mantenerse neutral. Incluso, dicen que hay enojo en las segundas y terceras líneas que trabajaron a su lado en la Gobernación porque no entienden lo que hizo, ya que una buena parte colabora ahora con Bullrich.

No se inmutan tampoco ante los intentos de explicaciones que dan allegados a la exmandataria provincial, que comentan que en varias entrevistas había anticipado que podía torcer la balanza hacia uno de los lados unos días antes de las PASO del 13 de agosto. “Siempre barajó esto, hay que desdramatizarlo, hizo uso de su libertad”, alegan próximos a la referente opositora.

A Ritondo esas frases no lo convencen. Un rato después de la publicación donde Vidal recordaba los años que trabajó con Rodríguez Larreta y contaba que iba a votarlo, el titular de la bancada de Pro en la Cámara baja aseguró: “Me decepciona la decisión que tomó María Eugenia y se lo dije personalmente. Me sorprendió también porque ella había dicho que se mantendría neutral, ya que era lo mejor para el espacio”.

Ambos se reunieron la semana pasada, antes de un viaje familiar que Vidal tenía pautado, en las oficinas del diputado. Fuentes cercanas a Ritondo contaron a LA NACION que en esa instancia la exgobernadora -con quien tiene una relación desde hace años- le transmitió lo que finalmente hizo hoy, y que su exministro de Seguridad le señaló que no era lo correcto y que él a esa postura la iba a plantear públicamente. La charla se repitió ayer.

“Cristian la conoce hace mil años. Entiende que el apoyo está bien, pero no se traduce en votos. Son gestos al círculo rojo”, aseguraron fuentes ligadas a Ritondo, que tuvo que declinar su postulación a gobernador bonaerense y plegarse como precandidato legislativo a la boleta de Néstor Grindetti cuando Vidal contó que no competiría por la Casa Rosada.

El búnker de Bullrich

Con Ritondo coinciden dirigentes de peso que integran la mesa chica de Bullrich. “Es un problema de Vidal con la gente. Ella dijo que iba a ser neutral. Ahora tendrá que explicar eso”, aseguró a LA NACION Juan Pablo Arenaza, armador y mano derecha de la presidenciable del ala dura. “Esto refuerza la idea de que Patricia Bullrich está con la gente; y Horacio, con la política”, sostuvo otro de los laderos, Hernán Lombardi.

Lo mismo se replica cerca de los dirigentes que acompañan a Bullrich en la provincia de Buenos Aires, el territorio que supo tenerla a Vidal como eje. “Es irrelevante esto. No creo que Vidal pueda mostrar incidencia en mucha gente. Su liderazgo decayó mucho. Además suena a rosca entre dirigentes. No hay que subestimar a la gente, que está cansada de cualquier atisbo de rosca”, entendió un dirigente de alto perfil, luego de que Rodríguez Larreta ayer además intentara marcar músculo político al mostrarse con el radical Facundo Manes, que le dio también su apoyo para abrevar a la posición de crear una mayoría amplia que siente las bases de un posible futuro gobierno.

“Vidal es una militante de Juntos por el Cambio que ha tomado una decisión. Con ella comparto los objetivos finales, pero nos diferenciamos en las formas que, a mi entender, afectan los resultados finales. En ese sentido estoy convencido de que el liderazgo que el país y la provincia necesitan para este momento lo tiene Patricia Bullrich. No creo que la decisión de Vidal pueda tener una gran influencia en la gente. Y es la gente la que vota”, aseveró a LA NACION, por su parte, Grindetti.

Ante la catarata de críticas, desde el riñón de la exmandataria bonaerense aclararon que las respuestas se harán por privado. “No replicará por las redes ni por los medios. Ella se siente parte de un mismo equipo y no cambia su opinión sobre ninguno solo porque en una PASO apoyan a candidatos distintos. Vidal siempre trabajó por la unidad y lo va a seguir haciendo”, manifestaron.

Seguros, no obstante, en los sectores cercanos a Bullrich de que la figura de Vidal está desgastada -e incluso algunos de que este respaldo a Rodríguez Larreta lo hace para retomar la centralidad política que supo tener en los años de esplendor del macrismo-, en la terminal larretista la celebran como “valiente”, mientras que la exgobernadora y el jefe de Gobierno porteño ya se sacaron su primera foto juntos de campaña tras los tuits, en Santa Cruz.

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