Reseña: Un editor para Saer, de Alberto Díaz

Este libro, increíblemente el primero del historiador y editor Alberto Díaz (Buenos Aires, 1944), tiene origen oral y es tanto una introducción al arte de editar como un ensayo sobre la vida y la literatura de Juan José Saer (1937-2005), al que Díaz conoció como lector en 1970 y, a partir de 1985, como amigo. Editor de Siglo XXI, Alianza, Losada, Espasa Calpe y Seix Barral, en este último sello logró publicar toda la obra saeriana, incluidos los valiosos “borradores”.

En la primera parte de Un editor para Saer, Díaz cavila sobre el oficio del editor (que no nace en las aulas universitarias sino gracias a la formación cultural y la perseverancia en la lectura) y el lazo entre autores y editores, a veces frágil o conflictivo (como ejemplo ilustre, detalla el que tuvieron Thomas Bernhard y Siegfried Unseld, del sello Suhrkamp). “El catálogo se erige como el alma y el activo simbólico más relevante de una editorial”, sostiene Díaz. Un editor, agrega, debe amar los libros y “desear darles la mejor vida posible”.

El tono de la segunda parte se vuelve íntimo. El primer libro que publicó de Saer fue, acaso, uno de los mejores: Glosa (en tapa, la imagen de una obra de Juan Pablo Renzi; la contratapa, gentileza de Ricardo Piglia). “Cuando decidía escribir una obra, la completaba bastante rápido. En un período de cinco o seis meses”, revela Díaz, aunque advierte que esas novelas y cuentos habían sido concebidos a lo largo de años. El volumen incluye fotos, reflexiones sobre la última novela de Saer, La grande, y un recorrido que va de los inicios en Santa Fe al auge de la poética saeriana, sin concesiones y de impacto “gradual pero persistente” entre los nuevos lectores.

Un editor para Saer. Sobre la relación autor/editor

Alberto Díaz

Ediciones UNL

128 páginas

$ 15.000