El fenómeno se volvió a desarrollar en cercanías del Emisario 9, un ducto troncal que cruza la ciudad de oeste a este con las aguas residuales del norte de Rosario y de Funes
La mancha negra en la superficie del río Paraná se divisó a metros de las torres de Puerto Norte.
Una gran mancha negra en el río Paraná, a la altura de Puerto Norte, llamó la atención de quienes se desplazaron por esa zona de la ciudad este martes. La mancha se encuentra próxima al Emisario 9, que atraviesa la ciudad de oeste a este y desemboca en el curso de agua.
Un video enviado a La Capital da cuenta de una gran mancha negra en la superficia del río Paraná, a unos cien metros hacia el sur de la primera torre de Puerto Norte. Dentro de esa mancha, se ven ciento de peces.
La mancha se divisó en proximidad del Emisario 9, un ducto troncal que cruza la ciudad de oeste a este, asegurando el escurrimiento pluvial y cloacal de Funes y el oeste y el norte de Rosario.
La salida del desagüe se encuentra a la altura de avenida Francia, frente a la rotonda donde se montó la escultura del Barquito de Papel, en el parque de la Arenera.
Según explicaron desde Aguas Santafesinas cuando se originó la primera gran mancha negra, a finales del 2022, este fenómeno se produce el ingreso del agua de lluvia a través de la red pluvial, el mayor caudal arrastra sedimentos que están en los conductos y que cambian la coloración del agua.
Tal como lo reflejó una nota de La Capital de agosto del 2021, se calcula que en la actualidad unos 345 millones de litros diarios de líquidos cloacales van directamente al Paraná desde los inodoros, bachas y rejillas de cada uno de los inmuebles del departamento Rosario donde viven un millón y medio de personas.
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La última bajante del Paraná exhibió el mismo problema. El retiro del río obligó al municipio a reparar cuatro conductos de desagües que estaban notablemente deteriorados. Si bien los ductos de las calles Piaggio, Vieytes, Gallo y Perdriel fueron proyectados para transportar agua de lluvia, también transportaban las descargas cloacales de viviendas que se habían conectado en forma irregular.
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Las autoridades de Aguas insisten en que el Paraná es tan caudaloso que tiene la capacidad para autodepurarse. Sin embargo, el impacto ambiental de arrojar al río esos desechos no es nulo.
En el Concejo Municipal se presentaron varios proyectos para que el municipio desarrolle un proyecto de ingeniería para la construcción de plantas de tratamientos de afluentes con el fin de evitar que se sigan arrojando líquidos cloacales al Paraná sin una depuración previa.
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