Así es como no dormir bien propicia el envejecimiento del cerebro y cómo prevenirlo

Los malos hábitos de sueño suelen provocar más daño en este importante órgano de lo que pensamos

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Una mala calidad del sueño puede propiciar enfermedades como el Alzheimer y la demencia (Imagen Ilustrativa Infobae)
Una mala calidad del sueño puede propiciar enfermedades como el Alzheimer y la demencia (Imagen Ilustrativa Infobae)

En la actualidad dormir poco es un hábito que muchas personas tienen debido al acelerado ritmo de vida que vivimos y aunque muchos piensen que la única consecuencia de esto es sentir cansancio de forma regular, lo cierto es que el dormir mal tiene más efectos negativos en el cuerpo de lo que se piensa.

Y es que diversos estudios señalan que dormir poco es una de las principales causas de muerte prematura pues este mal hábito afecta diversos órganos y sistemas, entre los que se encuentran uno de los más importantes: el cerebro.

Como mencionamos, más allá de provocar cansancio y hacer que el cerebro pueda estar menos alerta, la falta de sueño puede propiciar un envejecimiento prematuro de este órgano, lo cual a largo plaza puede derivar en la aparición de enfermedades cognitivas.

Al respecto, diversos estudios señalan que no solo es importante la duración sino también la calidad del sueño, pues ambas influyen significativamente en la salud del cerebro. En este sentido, dormir menos de seis horas es perjudicial debido a que interfiere con los procesos de limpieza y consolidación de la memoria durante el sueño profundo.

Los buenos hábitos de sueño ayudan a mantener la salud de este órgano (Imagen Ilustrativa Infobae)
Los buenos hábitos de sueño ayudan a mantener la salud de este órgano (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cuáles son los efectos negativos que tiene la falta de sueño en el cerebro

La falta de sueño tiene múltiples efectos negativos en el cerebro, aquí te decimos cuáles son algunos de ellos:

Daños cognitivos

  • Deterioro de la Memoria: El sueño es crucial para la consolidación de la memoria. La privación de sueño puede dificultar la capacidad para formar nuevos recuerdos y recuperar los antiguos.
  • Reducción de la Atención y Concentración: La falta de sueño reduce la capacidad de atención, concentración y tiempo de reacción, afectando la productividad y aumentando el riesgo de accidentes.
  • Disminución del Rendimiento Cognitivo: La falta de sueño afecta la capacidad de resolver problemas y tomar decisiones, y puede causar problemas con la lógica y el razonamiento.
  • Aumento del Estrés y la Ansiedad: La privación del sueño puede incrementar la liberación de hormonas del estrés como el cortisol, elevando los niveles de estrés y ansiedad.
  • Alteraciones del Estado de Ánimo: Falta de sueño puede llevar a irritabilidad, fluctuaciones del estado de ánimo y sentimientos de tristeza o depresión.

Posibles efectos a largo plazo

  • Mayor Riesgo de Enfermedades Neurológicas: La privación crónica de sueño está vinculada a un mayor riesgo de desarrollar condiciones neurológicas como el Alzheimer, ya que el sueño insuficiente puede reducir la capacidad del cerebro para eliminar toxinas.
  • Deterioro Cognitivo: El sueño insuficiente crónico puede acelerar el deterioro cognitivo asociado con el envejecimiento y aumentar el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.
  • Reducción de la Plasticidad Cerebral: El sueño es fundamental para la neuroplasticidad, la habilidad del cerebro para reorganizarse y formar nuevas conexiones neuronales.
  • Desequilibrio de Neurotransmisores: La privación de sueño altera el equilibrio de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, afectando el estado de ánimo y las funciones cognitivas.
  • Sistema Inmunológico Debilitado: La falta de sueño puede debilitar el sistema inmunológico, haciendo al cuerpo más susceptible a infecciones, lo que, a su vez, puede afectar la función cerebral.
Un mal sueño crónico puede favorecer la aparición de demencia (Imagen Ilustrativa Infobae)
Un mal sueño crónico puede favorecer la aparición de demencia (Imagen Ilustrativa Infobae)

Es crucial mantener una buena higiene del sueño y priorizar un descanso adecuado para asegurar un funcionamiento óptimo del cerebro y la salud general. Si la falta de sueño persiste, es recomendable buscar la orientación de un profesional de la salud.

Cómo cuidar al cerebro durante el sueño

  • Dormir de lado: de acuerdo con algunos especialistas esto mejora el sistema glifático del cerebro lo cual ayuda a eliminar toxinas y desechos que favorecen la aparición de enfermedades cognitivas.
  • Establecer una rutina de sueño: Mantener una rutina de sueño regular, despertándose y acostándose a la misma hora todos los días, es esencial. Este hábito no solo entrena al cuerpo para lograr un descanso profundo, sino que también optimiza las funciones cognitivas.
  • Evitar pantallas antes de dormir: Es fundamental eliminar las luces brillantes y las notificaciones de dispositivos electrónicos antes de dormir para crear un ambiente adecuado para el descanso. La oscuridad y el silencio son cruciales para mejorar la calidad del sueño, permitiendo que el cerebro descanse y se recupere de manera óptima durante la noche.
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