Esta es la receta de caldo de huesos recomendada por Profeco para obtener colágeno

No es un secreto que el caldo de huesos es una fuente de colágeno, elemento esencial para la salud de la piel, fortalecimiento de huesos y articulaciones, así como el cuidado del cabello y uñas.

El caldo de huesos es ideal como primer platillo o como base para dar un delicioso toque a guisos, salsas o sopas.

Aunque los huesos de res son los más utilizados para preparar este plato, en realidad se puede preparar con los de cualquier proteína, incluido el pollo.

En el caso de optar por utilizar huesos de pollo para el caldo, una receta que se puede seguir es la propuesta por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en su sección de Tecnología Doméstica.

Cocinar este plato siguiendo los consejos de la Profeco toma tan sólo 30 minutos, aunque hay que dejar reposar la preparación una noche.

Una ventaja más es que pueden rendir varios días, pues puede permanecer hasta cinco días en refrigeración.

Para la cocinar caldo de huesos de pollo, se necesitas 2 huesos de pechuga de pollo, 2 hojas de hierbabuena, un pedazo de cebolla, un diente de ajo, dos litros de agua, sal de ajo, una cacerola y un colador.

Estos son los pasos a seguir:

• Enjuaga los huesos de pechuga con agua potable.
• Coloca 2 litros de agua, los huesos y el resto de los ingredientes en la cacerola.
• Tapa la cacerola y deja hervir a fuego bajo durante 10 minutos.
• Retira la cacerola del fuego y deja enfriar.
• Cuela el líquido en un recipiente de tamaño adecuado.
• Refrigera el recipiente toda la noche.
• Al día siguiente, retira la grasa que se ha acumulado en la superficie.
• Puedes congelar el líquido en un recipiente con tapa hermética.

Una opción más para conservarlo es envasarlo al vacío. Para este procedimiento necesitas una olla de presión o convencional, 2 trapos, unas pinzas de metal, 2 tazas de agua y frascos de vidrio con tapa esterilizados.

• Comienza colocando agua en la olla de presión y lleva a fuego medio.
• No cierres la olla aún.
• Llena tus frascos de vidrio con los alimentos, dejando aproximadamente un centímetro de espacio entre los alimentos y la tapa del frasco. Ciérralos bien.
• Coloca los frascos dentro de la olla de presión y cierra la tapa de la olla.
• Tapa la olla de presión y deja hervir los frascos durante diez minutos.
• Después de este tiempo, permite que la olla se enfríe por completo y que el vapor salga.
• Abre la olla y extiende trapos sobre una superficie plana.
• Coloca los frascos boca abajo sobre los trapos.
• Deja reposar los frascos durante ocho horas.
• Una vez transcurrido este tiempo, tus alimentos estarán listos para ser almacenados en lugares frescos y secos.

• Contiene minerales como calcio, magnesio, fósforo y potasio, que son esenciales para la salud ósea y otras funciones corporales.
• Fortalece el sistema inmunológico, ya que es una fuente de aminoácidos, como la glicina y la prolina, que pueden ayudar a reforzar el sistema inmunológico.
• El colágeno presente en el caldo de huesos pueden ayudar a fortalecer la mucosa del tracto digestivo, favoreciendo una mejor digestión y reduciendo problemas como el síndrome del intestino permeable.
• La alta presencia de colágeno también contribuye a la elasticidad y firmeza de la piel, así como a la salud del cabello y las uñas.
• El colágeno y otros compuestos presentes en el caldo pueden ayudar a mantener la salud de las articulaciones, mejorando su lubricación y reduciendo el dolor asociado.
• Sus componentes tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo.

Se recomienda consumir caldo de huesos entre 2 y 3 veces a la semana para obtener sus beneficios nutricionales. Esta frecuencia puede proporcionar una cantidad adecuada de nutrientes, colágeno y aminoácidos, contribuyendo a una dieta equilibrada y saludable. No obstante, la cantidad exacta puede variar según las necesidades y preferencias individuales.