El bonito pueblo de Girona situado en un parque natural volcánico: tiene un castillo, un monasterio e impresionantes cascadas

Esta villa se caracteriza por su rico patrimonio histórico y cultura, aunque si por algo destaca es por su entorno natural de ensueño

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Sant Joan les Fonts, en Girona (Shutterstock).
Sant Joan les Fonts, en Girona (Shutterstock).

La comarca de La Garrotxa, situada en la provincia de Girona, es reconocida por su particular belleza y paisajes impresionantes, lo que la convierte en una de las regiones más destacadas de Cataluña. Este territorio se distingue por su origen volcánico, una característica que le confiere un entorno natural único en el mundo.

El Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa es uno de los principales atractivos de la comarca. Con más de 40 conos volcánicos y diversas coladas de lava, este parque ofrece un paisaje variado y de gran valor ecológico. Entre sus puntos de interés se encuentran la Fageda d’en Jordà, un bosque de hayas que crece sobre una colada de lava, y los volcanes de Santa Margarida y Croscat, que permiten observar de cerca la actividad volcánica que moldeó esta región.

Además de su riqueza natural, La Garrotxa cuenta con un patrimonio cultural y arquitectónico notable. Así, pueblos como Olot o Besalú destacan dentro del territorio español por ser de los más bonitos del país, pero otros como Sant Joan les Fonts, mantienen la esencia y la tradición de la comarca algo más escondida. Esto es precisamente lo que convierte a esta localidad en un rincón mágico donde destaca su riqueza natural, su patrimonio histórico y su vibrante vida cultural.

Un rico patrimonio histórico y cultural

Sant Joan les Fonts, en Girona (Shutterstock).
Sant Joan les Fonts, en Girona (Shutterstock).

La historia de Sant Joan les Fonts se remonta a tiempos antiguos, con vestigios que evidencian la presencia humana desde la época romana. Así lo demuestran los diferentes monumentos de la villa, los cuales se reparten entres sus tres núcleos de población: la Canya, Begudà y el pueblo de Sant Joan les Fonts —que da nombre al pueblo—. La iglesia del antiguo monasterio benedictino es uno de los principales testimonios de su pasado medieval. Este edificio, construido en el siglo XII, es un ejemplo notable de la arquitectura románica en la región. Su estructura de piedra y sus detallados capiteles son un reflejo de la maestría constructiva de la época.

Otro punto de interés es el castillo de Juvinyà, considerado el edificio civil más antiguo de la comarca. Este castillo, que data del siglo XII-XIV, ha sido restaurado y actualmente alberga un centro de interpretación sobre la historia y el patrimonio de la región. Cabe destacar que está formado por dos edificios: la torre defensiva, la parte más antigua y la casa del siglo XIV. Además, en el año 1972 fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional. Tampoco hay que olvidarse de su puente medieval, un monumento construido en el siglo XIII, en su mayoría con piedra volcánica, que era el paso que unía en una misma ruta, los Pirineos y la costa catalana.

Desde esta pasarela se puede contemplar la majestuosa iglesia parroquial de Sant Joan les Fonts, un templo levantado a finales del siglo XIX y principios del XX que es todo un emblema para los vecinos de la localidad. Aunque no es de época medieval, presenta un estilo neogótico o de influencia gótica y destaca por el uso de la piedra volcánica en sus muros. Todo este patrimonio se puede disfrutar gracias a la bonita ruta medieval que incluye la villa.

Un entorno natural de ensueño

Sant Joan les Fonts, en Girona (Shutterstock).
Sant Joan les Fonts, en Girona (Shutterstock).

Si algo caracteriza a Sant Joan les Fonts es un impresionante entorno natural. La villa se enclava en el corazón volcánico del Parque Natural de La Garrotxa, brindando paisajes espectaculares y únicos en el mundo. Uno de los elementos más destacados del municipio es el impresionante Basalt d’en Campdevànol, una formación geológica que muestra capas de lava solidificada en patrones hexagonales, un fenómeno natural que atrae a geólogos y turistas por igual.

A su vez, el Salt del Molí Fondo es una cascada situada detrás de un antiguo molino de piedra, construido con roca volcánica. Este molino es un vestigio del patrimonio industrial de la región, relacionado con la construcción de la iglesia local en épocas pasadas. La fábrica de papel que se originó a partir de este molino fue edificada en 1723. La cascada destaca por su impresionante flujo de agua, que discurre a través de surcos formados por la lava, creando un espectáculo natural único.

Igualmente, este paraje es un paraíso para los amantes del senderismo, pues cuenta con una extensa red de rutas que descubre todos sus secretos. Así, una de las más famosas es la conocida como ruta de les Tres Colades, que ofrece un recorrido por tres coladas de lava de diferentes épocas, permitiendo observar cómo la actividad volcánica ha moldeado el paisaje a lo largo de milenios. La ruta pasa por puntos de interés como el puente medieval de Sant Joan les Fonts y la iglesia románica de Sant Joan, que data del siglo XII.

Cómo llegar

Desde Barcelona, el viaje es de alrededor de 1 hora y 35 minutos por la carretera C-17. Por su parte, desde Girona, el trayecto tiene una duración estimada de 45 minutos por las carreteras C-66 y A-26.

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