A Defensa le cuesta cada vez más cubrir las plazas que convoca: “El sacrificio del militar es enorme y la recompensa son sólo buenas palabras”

Los suboficiales están convencidos de que el Ministerio de Defensa no logrará cubrir el 100% de las 219 plazas de ingreso directo para las que, a lo largo de estos días, están opositando diversos candidatos que buscan formar parte de la escala intermedia de las Fuerzas Armadas de España. De hecho, el presidente de la Asociación Profesional de Suboficiales (Asfaspro), Miquel Peñarroya, pronostica que este año se repetirá lo sucedido en 2023 y 2021, cuando el departamento que lidera Margarita Robles se vio obligado a dejar vacante, respectivamente, el 6,32% y el 11,27 % de las plazas ofrecidas a suboficiales, por ejemplo, en el Ejército del Aire y del Espacio. Cifras similares se repitieron en el resto de las fuerzas.

“Estamos convencidos de que todas no se van a cubrir porque la juventud sabe que el ser militar implica un sacrificio enorme y, en cambio, la recompensa son sólo buenas palabras”, asegura a Infobae España Peñarroya. “No es atractivo ser militar hoy en día, cualquiera que trabaje menos, estudie menos y al que se le pida muchísimo menos, cobrará más”, lamenta el representante de los suboficiales españoles.

En este sentido, Peñarroya detalla que una de las razones por las que Defensa no consigue llenar la totalidad de plazas que abre se debe a una drástica reducción del ratio de candidatos para un mismo puesto. Hace unos cuantos años se presentaban hasta 16 opositores por plaza, pero ahora mismo la ratio en muchas especialidades no llega a dos. El margen para elegir a los mejores candidatos se queda muy corto”, explica el presidente de Asfaspro.

Al respecto, Peñarroya señala la paradoja en la que han caído las Fuerzas Armadas: “Tenemos unas armas cada día más caras y complicadas de usar, pero no podemos elegir a los mejores para que tengan que utilizarlas porque no se les paga como debería”. Y es que desde Asfaspro apuntan a las “paupérrimas retribuciones del personal militar” como la verdadera causante del déficit de aspirantes que padece el Ministerio de Defensa.

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Justamente, la falta de voluntad de la cartera de Robles de tratar el aumento de los salarios de los militares fue lo que llevó a Asfaspro y a otras asociaciones profesionales abandonar el último pleno del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas (Coperfas). Peñarroya denuncia también “el sistema caciquil” de la ministra, que reparte cada tanto “pagas únicas” como incentivo y de manera discrecional: “Es un tapabocas para que el personal crea que se tiene en cuenta su situación, pero eso no es un aumento de salario que se termine consolidando”.

Otra de las reclamaciones de Asfaspro, común a otras asociaciones y escalas de las Fuerzas Armadas, es la falta de homologación entre los títulos militares con los del mundo civil. En este sentido, Peñarroya ha puesto como ejemplo las titulaciones de los cerca de 300 sargentos que este jueves egresarán de la Academia Básica del Aire (ABA), con sede en León.

“Estos sargentos que van a salir la semana que viene del Ejército del Aire y del Espacio van a tener, por un lado, un título de técnico superior, que es una equivalencia de unas 2.000 horas lectivas; y, por otro lado, una enseñanza militar propia, que es lo que realmente les confiere la capacidad profesional, con una carga lectiva de otras 2.000 horas, que no se reconoce fuera del FFAA”, explica el dirigente de Asfaspro.