Fiscalía ocupó 17 viviendas que se dedicaban a falsificar licor en Bogotá y Cundinamarca

El 10 de marzo, la Fiscalía General de la Nación llevó a cabo la ocupación de 17 propiedades con fines de extinción de dominio porque, al parecer, estaban al servicio de redes delictivas dedicadas a la falsificación de licor. Estas medidas se tomaron tras investigaciones realizadas por fiscales de la Dirección Especializada de Extinción del Derecho de Dominio.

Las propiedades afectadas se encuentran ubicadas en diferentes zonas de Bogotá, incluyendo el centro, norte y sur de la ciudad, puntualmente en las localidades de Los Mártires, Usaquén, Barrios Unidos, Kennedy y San Cristóbal, así como en el municipio de Soacha, Cundinamarca, al sur de la capital.

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Las medidas cautelares impuestas incluyen la suspensión del poder dispositivo, embargo, secuestro y toma de posesión sobre 16 inmuebles urbanos y un establecimiento de comercio. Según las investigaciones, los bienes ocupados tendrían un valor estimado que supera los 5.000 millones de pesos.

Se ha encontrado evidencia de que parte de estas propiedades eran utilizadas para la producción ilegal de bebidas alcohólicas, mientras que otras servían para almacenar la producción y comercializar licor adulterado o falsificado, incluyendo aguardiente, whisky y ron, entre otros.

Liliana Patricia Donado, directora de la Fiscalía especializada explicó que, durante el curso de las investigaciones, las autoridades también descubrieron estupefacientes y armas de fuego en un predio ubicado en Soacha. Al parecer, los responsables de estas actividades delictivas intimidaban a los residentes del área para evitar denuncias.

“Fueron encontradas botellas que presentaban irregularidades en cuanto a sus elementos de seguridad: tapas, estampillas y etiquetas”, dijo Donado.

Con la reciente ocupación de 17 inmuebles relacionados con la falsificación y comercialización de licor en Bogotá y Soacha, es importante tener en cuenta cuáles son los peligros de consumir licor adulterado. Este suele estar hecho de metanol, una sustancia química altamente peligrosa para la salud humana.

El metanol es una sustancia presente en el licor adulterado que puede generar graves consecuencias para la salud, incluyendo alteraciones neurológicas severas, convulsiones, ceguera irreversible, daño renal y hepático. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los síntomas pueden comenzar a manifestarse poco tiempo después de ingerida la bebida o hasta 30 horas luego de la ingesta.

En casos más extremos, la intoxicación por metanol puede llevar a acidosis metabólica severa, desórdenes visuales, coma e incluso la muerte. Los pacientes suelen describir alteraciones visuales como visión borrosa y colores alrededor de los objetos.

Ante la sospecha de intoxicación alcohólica, los expertos de la Clínica Mayo aconsejan seguir estos pasos:

1. Llamar inmediatamente a un servicio médico de emergencia.
2. No asumir que la persona simplemente dormirá hasta que pase la intoxicación.
3. Proporcionar información detallada al personal de salud sobre el tipo y la cantidad de alcohol ingerido.
4. La intoxicación por alcohol puede afectar el reflejo de náusea y provocar asfixia por vómito. En ese caso, se recomienda mantener a la persona sentada y, de ser necesario, acostarla de forma tal que la cabeza esté inclinada hacia un lado para evitar el riesgo de ahogamiento.

La Clínica Mayo enfatiza la importancia de reaccionar rápidamente ante cualquier situación de intoxicación por alcohol, ya que las consecuencias pueden ser devastadoras.

En paralelo, las autoridades de salud de la capital del país han emitido recomendaciones para identificar que una botella de licor está falsificada:

• Evitar adquirir licores en la vía pública.
• No aceptar bebidas alcohólicas de personas desconocidas.
• Ser cauteloso con precios considerablemente más bajos de lo habitual en el mercado.
• Adquirir licores únicamente en establecimientos legales y debidamente autorizados.
• Examinar cuidadosamente los envases y las etiquetas antes de consumir cualquier licor.
• Una vez ingerida la bebida alcohólica, desechar la etiqueta de forma segura para evitar que se reenvase una bebida falsificada.