Los andadores le dan la facilidad a tu bebé de moverse por sí solos, lo que puede resultar atractivo para los padres, ya que es imposible tener a nuestro hijo en brazos todo el tiempo, y cuando se trata de niños muy inquietos, es aún más complicado.
Sin embargo, es muy importante que consideres que, si bien los andadores pueden ayudarte a estimular las piernas de tu bebé, no son un juguete y tampoco harán que aprenda a caminar más rápido. Si decides comprar un andador, sigue estos consejos para que su experiencia sea segura:
- Tu bebé puede usar andador una vez que sea capaz de sostener su cabeza y que su espalda se haya fortalecido, lo que generalmente sucede después de los 6 meses.
- Verifica que el tamaño del andador sea adecuado: comprueba que no se apoye solamente sobre las puntas de sus pies ni que flexione en exceso sus piernas.
- Muchos andadores vienen equipados con un tablerito sobre el que se colocan juguetes u otros objetos para entretenerlo. Antes de elegir un andador, comprueba que estos objetos sean seguros, que no tengan piezas pequeñas desmontables ni que impidan a tu bebé observar las cosas a su alrededor mientras se mueve.
- Nunca dejes a tu bebé sin supervisión cuando esté en el andador. Si bien estos artefactos le permiten explorar su entorno, esto no significa que sean una buena opción para entretener a tu bebé mientras haces otras cosas.
- Evita usar el andador en habitaciones con escalones o cerca de escaleras.
En general, las medidas que debes seguir para que tu bebé esté seguro en el andador son las mismas que debes tomar cuando empieza a gatear o a dar sus primeros pasos.
Esperamos que estos consejos te sean de mucha ayuda para que tu bebé y tú compartan muchas horas de diversión.