En este juego eres un gato skater que decapita unicornios zombie al ritmo de heavy metal... Y sí, es tan molón (y sangriento) como suena

Estos días he estado jugando las primeras horas de Gori: Cuddly Carnage, un juego que a priori no me llamaba la atención... Hasta que me dio por leer su propuesta: un gato humanoide que hace skateboarding usando una tabla con cuchillas con las que aniquila a los unicornios zombie que han invadido la Tierra. La tabla puede hablar y le encanta decir tacos, por cierto.

Honestamente, si con eso no te han vendido el juego, es mejor que dejes de leer ya, porque es imposible molar más (y, de paso, comprueba que tu "molonómetro" no esté escacharrado).

Antes de entrar al meollo para contarte lo que me ha parecido, vamos con un poco de información básica: Gori: Cuddly Carnage está siendo desarrollado por el estudio sueco Angry Demon, quienes han trabajado en varios juegos de terror. 

Y pese a que el colorido visual de Gori se aleja bastante de sus trabajos previos, se puede apreciar claramente la influencia del terror, especialmente cuando nos fijamos en los diseños de los enemigos: cuquis a primera vista, pero horripilantes en cuanto te das la vuelta.

Impresiones de Gori: Cuddly Carnage

La forma más sencilla de describir la jugabilidad de Gori sería: Devil May Cry + Tony Hawk. Del juego de skateboarding por excelencia tiene el desplazamiento: Gori se desliza en todo momento sobre F.R.A.N.K., su tabla parlante y malhablada.

Los controles son realmente sencillos y responden a la perfección. Podemos impulsarnos, saltar, doble saltar, deslizarnos por las paredes y grindar sobre raíles multicolor. En ningún momento pretende ser demasiado exigente a la hora de recorrer los escenarios, de ahí que se haya incluido un botón para "auparnos" a los raíles automáticamente en caso de que fallemos al caer el salto.

Y dentro de su sencillez, la verdad es que el desplazamiento me ha parecido tremendamente divertido. Me atrevería a decir que se lo puede considerar un plataformas, pues en muchas ocasiones hay que combinar movimientos para alcanzar distintos puntos del escenario. También hay alguna que otra secuencia de persecución donde ponen a prueba nuestras habilidades bajo presión.

En cuanto al combate, los primeros minutos pueden causar una impresión errónea, pues nada más comenzar basta con machacar un botón para arrasar con los unicornios zombie, y entre lo fácil que es derrotarlos y que no hacen nada para resistirse, es como cortar mantequilla... Si la mantequilla estuviese hecha de sangre y confeti, claro.

Pero a medida que vamos progresando a través de los niveles (porque, por si no lo he dicho, Gori es un juego dividido en niveles), van apareciendo nuevos tipos de enemigos que requieren estrategias diferentes, como unicornios armados con cuchillas... o unicornios armados con pistolas (no estoy seguro de que sean pistolas, pero desde luego atacan a distancia con proyectiles verdosos).

Y aquí es donde las cosas se empiezan a poner interesantes al combatir. Al mantener pulsado el botón de impulso y el botón de ataque básico, Gori se convierte en un ciclón de cuchillas que arrasa con casi todo a su paso. Este ataque especial consume energía de un medidor situado en la parte superior derecha que se recarga al tocar los elementos señalados con el icono de un rayo.

Sin embargo, existe un método aún mejor para recuperar energía y salud: al realizar ciertos ataques, los enemigos se quedan atontados, momento que podemos aprovechar para realizar una salvaje ejecución. Entre esto y que la banda sonora de los combates es heavy metal, me ha resultado inevitable acordarme de Doom y Doom Eternal (y de Doom The Dark Ages, ya que estamos).

Pero la cosa no acaba ahí: pronto desbloqueamos un nuevo ataque asociado a otro botón que viene a ser el ataque fuerte y es necesario para romper los escudos de los enemigos (porque también hay unicornios con escudo). El botón de impulso combinado con este nuevo ataque da lugar a un movimiento que deja a los enemigos suspendidos en el aire.

Si a esto le sumamos la posibilidad de hacer combos utilizando ambos botones, entenderás la comparación con Devil May Cry. Evidentemente, no pretende ser tan técnico ni ofrecer tantas posibilidades como la saga de Capcom, pero la influencia está ahí.

Y vuelvo a insistir: no es un simple machacabotones. Hay enemigos con ataques que debemos sortear si queremos acercarnos a ellos o con puntos débiles concretos que debemos atacar para derrotarlos. Y por supuesto también hay jefazos con mecánicas propias.

Los escenarios son bastante lineales, pero esconden coleccionables en forma de fragmentos de llave. Y podemos recolectar dinero para más tarde gastarlo en diferentes mejoras, habilidades y nuevos movimientos para Gori.

El único aspecto que seguramente te tire un poco para atrás es el apartado gráfico, pues salta a la vista que no es particularmente puntero. También tengo la impresión de que su estilo visual puede ser un caso de 'o lo amas o lo odias', pues su mezcla de colores y sus enemigos "cuquis pero monstruosos" pueden no ser del gusto de todo el mundo.

Pero lo que no puedo negar es que he pasado un gran rato jugado a Gori: Cuddly Carnage. Desde luego es uno de esos juegos que coges sin esperar mucho y, cuando te quieres dar cuenta, llevas varias horas desmembrando conejitos zombie. Incluso aunque visualmente no sea especialmente llamativo, si lo que te he contado te ha sonado bien, te recomiendo que le des una oportunidad.

Además, vas a poder hacerlo muy pronto, pues Gori: Cuddly Cargane llegará a PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S, Nintendo Switch y PC el próximo 29 de agosto.