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Hubo un tiempo en el que los iluminadores solo tenían un color. El tono iluminador. Pero esto fue antes de la tendencia del brillo se asentara y calara hasta inundar los rostros. Fue la época en la que las redes sociales y el street style se maquillaban como unicornios. Por fortuna, la mesura y el buen juicio se impusieron y el iluminador ya no es ese producto fenómeno, sino un imprescindible más de la rutina de maquillaje que es perfectamente compatible con un maquillaje tranquilo para ir a la oficina, al supermercado y también para ocasiones más festivas.
Con la especialización del uso del iluminador llegó también su diversificación. Hoy en día existen múltiples tonos de iluminador: rojizo, anaranjado, champán, plateado, dorado… ¿Cómo elegir el color del iluminador? Amanda Bell, global makeup artist para Pixi, y Sandra Valero, education manager de 3INA.
- Para elegir el tono de nuestro iluminador, podemos usar la teoría del color básica. Si buscamos crear armonía y un efecto más suave, conviene utilizar colores con un subtono similar al de nuestra piel. En el caso de que queramos crear un efecto de contraste, utilizaremos el subtono contrario. Por ejemplo, si tenemos una tez cálida (con más proporción de amarillo) lo más natural será aplicar un iluminador que tenga un subtono vainilla, champán o dorado, como The No-Rules Cream Highlighter 512 de 3INA. Si tenemos un subtono frío (más rosado) los iluminadores melocotón, rosados, o rose gold como The No-Rules Stick Highlighter 312 son perfectos (Sandra Valero).
- También podemos combinar el iluminador con el resto de nuestro maquillaje. Si llevamos un ahumado en tonos violetas o azules (colores fríos) conseguiremos más armonía con un iluminador que también sea de tono frío. Si utilizamos sombras cálidas como tierras o naranjas, solemos seguir en la misma gama de color con un iluminador dorado (Sandra Valero).
- En cuanto a la textura, un iluminador líquido o con textura de bálsamo como On-the-glow SuperGlow de Pixi se fundirá con la base y tendrá un aspecto más homogéneo, mientras que un iluminador en polvo quedará en la superficie de la piel y tendrá un aspecto más atrevido (Amanda Bell).
- Otra de las ventajas del iluminador en bálsamo es que se puede utilizar después del cuidado de la piel y antes del maquillaje, como primer para un efecto aerógrafo, además de como iluminador tradicional (Amanda Bell).
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