James Rodríguez es el director de una orquesta llamada Selección Colombia, que no desafina en el grupo D de la Copa América 2024.
Su versión siempre plena de liderazgo, talento, visión de juego y solidaridad está siendo elogiada, literalmente, el todo el mundo, como ocurre con un jugador de su experiencia, su palmarés y su prestigio, más allá de lo que esté viviendo en la actualidad a nivel de clubes.
Sí, el 10 ha deambulado tras su salida de Real Madrid en 2019 por Everton, Al Rayyan, Olympiacos y ahora Sao Paulo sin llegar a consolidarse, en una eterna polémica entre los mimos que necesita para explotar su talento y la impaciencia de sus entrenadores por obtener de él una versión que, por ahora, solo disfruta la Selección Colombia.
Le pasó con Benítez en la Premier League, quien sin darle oportunidad de nada le dijo en pretemporada que no contaba con él; siguió con Nicolás Córdova en Catar, quien quiso darle oportunidad pero ya el zurdo estaba desesperado por salir del país; lo mantuvo con el interino José Anigo en Olympiacos, equipo en el que no se sintió valorado tras la salida de Míchel, y en Sao Paulo ya va por tres técnicos sin consolidarse: Dorival Jr., Thiago Carpini y Luis Zubeldía.
Jhon Cordoba con James Rodríguez.
Foto: Instagram
Un 'espía' para neutralizar a James
¡Momento! ¿Dorival Jr es el mismo que hoy dirige a Brasil, rival de la Selección Colombia este martes? Él mismo.
Y lo más complejo es que se llevaron bien, que fue el DT que hasta ahora ha sacado más provecho de él, quien lo recibió con meses de inactividad y le tuvo paciencia hasta que recuperó su nivel y luego le encontró una posición de mediapunta en la que jugó 12 partidos, dos del Brasileirao y dos de Copa Sudamericana y marcó un gol.
Ok, no fue para perder la cabeza pero siempre lo elogió: "Fue muy profesional, paciente. No estaba del todo en forma, estaba en proceso de adaptación al club, a la ciudad y a sus compañeros. Sin embargo, fue muy importante y comprensivo, esperó su turno", dijo Dorival antes de renunciar para asumir la dirección técnica de la selección mayor de su país.
Luego vino Carpini, a quien el 10 le renunció por no sentirse valorado. Después tuvo oportunidad de jugar con él y ser importante en Copa Libertadores, pero fue despedido antes de que esa relación se consolidara. Hoy para Zubeldía simplemente no existe el colombiano, lo que hace pensar que tras la Copa América buscará un nuevo destino. Al final, fue Dorival el que mejor fluyó con él.
Y eso es bastante desaconsejable para el duelo de este martes, en Levi Stadium de Santa Clara, California: si alguien conoce las virtudes pero especialmente las debilidades de James es el veterano estratega brasileño, que le pondrá marcas personales y recias para desconectarlo del circuito ofensivo, lo que obligará a varios ajustes de parte de Lorenzo, quien debe plantearse no solo un trabajo de volantes que lo respalden y lo defiendan del asedio, sino además buscar un módulo autosuficiente para no depender solo del talento diferencial del zurdo.
¿Quintero por James? ¿Sinisterra para explotar por igual los dos costados? ¿Doble 9 para darles más trabajo a los zagueros brasileños? Todo es posible en el ya famoso tablero del DT.
