Giros de vida que nos convierten en ganadores

Cristian dice: “Apoyen a sus hijos y familiares que la dificultad no es un impedimento para salir adelante ¡Que luchen!”

Crisitián David Córdoba Murillo, de 27 años, fornido con una expresión en su rostro que irradia emoción y dicha por estar en Bogotá representando a Quibdó – Chocó en la XXII Olimpiada Especial Fides Compensar Iberoamérica en Colombia; llega a demostrar su energía por seguir adelante a pesar del giro que tuvo su vida hace tres años y tres meses.

Estando en la Universidad Tecnológica del Chocó, en noveno semestre de biología y química, el 29 de marzo del 2014  parecía un día de rutinas diarias que abarcan estudios, familiares y amigos; sin embargo, ese día todo cambió para Cristian, un accidente en moto lo dejó tan grave que los doctores le alcanzaron a detectar muerte cerebral. Adicionalmente, lo trasladaban entre hospitales de Medellín y Bogotá, hasta que por fin decidieron internarlo en la UCI de Soacha – Cundinamarca, estando allí los doctores consideraban que ya era la hora de desconectarlo debido a que ya habían pasado 19 días y su estado de salud seguía igual. Aunque era un momento bastante crítico, el instinto de su madre sabía que todavía no era el final de Cristian en este mundo.

Fue a partir de aquella conexión milagrosa de amor entre mamá e hijo que Cristian inició un proceso de lucha consigo mismo y a pesar de que una de las secuelas, fue el trastorno cerebral severo,  por la inmensa fuerza que lleva en su alma, decidió no dejarse vencer por la tristeza y al contrario tomar esta nueva oportunidad de vida con fortaleza, firmeza y perseverancia. 

Nuevos triunfos llegan a su vida

Él cuenta que de lunes a sábado, sintiendo la fresca brisa que pasa frente a su casa, venía realizando terapias de rodillas y caminatas por tres horas aproximadamente. Gracias a la fuerza que demuestra su cuerpo y las ganas con las que hace cada movimiento, hace pocos meses un amigo lo contactó con unas entrenadoras para que iniciara  un proceso deportivo; fue entonces cuando a su vida llegó el atletismo en lanzamiento de bala en silla de ruedas, él aceptó este reto sin saber que al poco tiempo esto lo iba a convertir en campeón Olímpico Iberoamericano.

En su primera semana de entrenamiento, usando su fuerza natural y con poca experiencia lanzó una roca sin tener una meta clara, inesperadamente logró arrojarla a una distancia que superaba los siete metros, sorprendido por esto se sintió más seguro de  continuar con disciplina y prepararse para esta gran semana deportiva.

En su lugar de práctica lo acompaña un ambiente despejado y de tranquilidad pero él tiene algo particular y es que no entrena con la indumentaria profesional que muchos imaginan, lo hace con rocas de grandes tamaños.

Llegó su semana de triunfo

Largas horas de esfuerzo y disciplina lo traen a las instalaciones de compensar con 47 de deportistas más sus entrenadoras y coordinadoras. Todos, sin excepción, saben que Chocó llega a esta ciudad a ganar. Ellos entre tambores y platillos que tocan mientras permanecen en la sede de la XXII Olimpiada Especial, van marcando la diferencia y demostrando que están acá para dejar lo mejor.

Por fin es 12 de junio. “Los nervios no estuvieron en mi mente, porque sabía que venía a ganar, estaba seguro, confiado de mi empeño y talento”.  Así es; mientras estaba en su línea de meta solo se podía percibir su fuerza y talento para este deporte. Y con su mentalidad de campeón logró obtener la presea dorada en su primera prueba; triunfo que le dedicó a su mamá y a su tía, dos personas que han sido un apoyo incondicional para el éxito de este proceso.

Él es un hombre divertido, alegre, amante de la salsa y la bachata, una que otra vez tiene tardes de recocha acompañadas de unas cervezas; y es que  en su vida no acepta ninguna clase de sentimientos negativos, para Cristian solo se vale estar luchando con disciplina por sus sueños. Y aunque algunas veces lo intenta invadir la tristeza por su accidente, no deja que esto lo absorba y al contrario se llena de motivación y anhelo para poder culminar sus estudios. 

Ahora que ya descubrió el universo deportivo, en las siguientes competencias desea poder participar en otras disciplinas como natación, marcha en caminador, juegos de mesa y levantamiento de pesas. Al momento de hablar resalta mucho este último deporte, debido a que recién le hicieron la propuesta de ser parte del universo deportivo fue en lo primero que pensó, pero por su condición física aceptó el reto del lanzamiento de bala en silla de ruedas.