Entre el mar de fanáticos lituanos durante el choque del miércoles entre el conjunto europeo y Costa de Marfil, dos camisetas negras resaltaban en las gradas de la zona nivel principal del Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot.

En la parte de al frente de dichas t-shirts, destacaba la monoestrellada junto a la bandera de Lituania. Entonces, en la parte posterior, decía la siguiente frase: “Mi esposa me obligó a usar la camiseta, porque Lituania juega mejor baloncesto”.

Se trata de dos matrimonios: Abimael Rodríguez y Laura Cekyte, así como Raúl Piza y Aurelija Juodkaite.

“Nosotros llevamos más de 15 años casados”, comenzó diciendo Rodríguez, un puertorriqueño natural de Cupey Alto y quien conoció a su hoy esposa en Inglaterra.

“Entonces, un día en una fiesta, Lituania eliminó a Puerto Rico en un torneo. Habíamos hecho una apuesta... Que si perdíamos, tenía que ponerme algo de Lituania. Unos ocho años después, tuve que cumplirla hoy (miércoles)”, añadió.

Rodríguez, que sostuvo “trabaja por cuenta propia”, aseguró que volverá al “Choliseo” el sábado y, de conseguir taquillas el domingo, también se dará la vuelta por el partido final.

Justo al lado, su esposa Cekyte bromeaba: “Si te está hablando mal de Lituania, es mentira”, dijo con una carcajada.

Luego, la mujer siguió animando a su selección que, tras pasar un susto, culminó venciendo al combinado africano 97-93.

“Estuvo difícil el juego. A nuestra figura Domantas Sabonis le ha costado. El juego FIBA es diferente a la NBA”, argumentó Cekyte, quien trabaja en mercadeo.

“Aquí hay que saber defender. Pero los lituanos somos humildes, cuando ganamos no tanto”, prosiguió la mujer con una sonrisa.

“El baloncesto es una religión en Lituania. Es una tradición en mi familia. Incluso mi mamá, que nunca ha jugado, conoce todas las reglas. Intenté convencer a mi hija a que jugara baloncesto, pero se decantó por el voleibol”, agregó.

Juodkaite, por su lado, coincidió con Cekyte en la importancia del básquetbol para los lituanos.

“Especialmente desde 1992, nuestra primera aparición en unos Juegos Olímpicos como país independiente. Le dijimos al mundo que ese era nuestro momento”, manifestó Juodkaite, quien conoció a su esposo (Raúl) Piza durante unas vacaciones en San Juan.

“Empezamos a hablar por teléfono para eso de 2009. Él tenía que ingeniárselas para llamarme a Lituania durante ese tiempo”, señaló.

¿Y si Lituania y Puerto Rico terminan cruzándose en el torneo, habrá apuesta a la inversa?, se les preguntó.

“Siempre que hay un partido de Lituania, que no sea contra Puerto Rico, le voy a ellos por su historia. ¿Que si le ganamos a Lituania las hacemos a ellas ponerse camisetas de Puerto Rico? Mmm... Yo mejor me quedo tranquilito, no quiero problemas en casa”, concluyó un sonriente Piza.