Novak Djokovic llega a la final de Wimbledon con sed de revancha sobre Carlos Alcaraz y con el reto de emular el r�cord de ocho de t�tulos de Roger Federer, a sabiendas de que puede ser su �ltima oportunidad. El n�mero dos mundial se deshizo del italiano Lorenzo Musetti con mayor facilidad de la esperada (6-4, 7-6 [2], 6-4), nada que ver con la marat�n de cuatro horas y media que los dos disputaron en su pen�ltimo encuentro en Roland Garros.
Con un aparatoso protector en la rodilla derecha, Djokovic confirm� su milagrosa recuperaci�n en tres semanas tras su operaci�n de menisco y dio una lecci�n m�s de "eficiencia implacable" sobre la pista central del All England Club.
El juego vivaz y alegre del n�mero 25 en el r�nking de la ATP, con ese rev�s plano a una sola mano que levant� al p�blico de sus asientos, no fue suficiente para contrarrestar el aplomo y la movilidad del serbio. Los gritos de �Forza Lorenzo!, se estrellaron con el goteo inapelable de golpes desde el fondo de la pista y las voleas a media pista con las que Djokovic decidi� rubricar su victoria.
Destellos de un 'mago'
Djokovic llega a la cita frente a Alcaraz con las bater�as cargadas, beneficiado por un cuadro bastante m�s benigno que el de su rival y una jornada extra de descanso por la retirada de Alex de Mi�aur, lesionado en la cadera. A la chita callando, abroncado por el p�blico durante su partido frente a Holger Rune, el campe�n de 24 majors ambiciona el desquite ante Alcaraz tras haber cedido un solo set a lo largo de un torneo donde no se contaba inicialmente con �l.
Musetti, que ven�a de disputar la final de Queen's, se plant� en la Central con la vitola de mago tras su victoria en cuartos sobre Taylor Fritz en uno de los mejores partidos de esta edici�n. Tard� en enontrar su lugar en la pista, pero consigui� desplegar su mejor repertorio de golpes en la recta final del primer set y a la salida de la segunda manga, cuando logr� romper el servicio con su mort�fero rev�s paralelo.
Lleg� a ir por delante en el segundo set hasta el 1-3, pero Djokovic consigui� darle la vuelta imprimiendo un giro m�s agresivo a su tenis y arriesgando incluso con el saque-volea. Llegaron as� al 6-6, que el genio de Belgrado supo rematar gracias a su experiencia. Musetti ofrecer�a a�n destellos en la tercera tanda, pero sus errores no forzados sirvieron para allanar el camino. Nole avanz� en la recta final como un apisonadora y tuvo incluso tiempo para hacer alardes con algunos de sus numeritos en la Central, que le despidi� entre aplausos (y alg�n que otro abucheo).