Dos agentes vigilan la casa de Morata donde se hallaron los cuerpos Efe
Crónica Negra

Un triple homicidio, una estafa amorosa y la sospecha de un ajuste de cuentas

La Guardia Civil apunta a que los tres hermanos encontrados en Madrid podrían haber sido asesinados por no pagar las inmensas deudas que las dos mujeres contrajeron con sus falsos novios militares de Facebook

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Jueves, 18 de enero 2024, 15:28

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De la opulencia a la pobreza. De vivir sin ningún aprieto de las rentas de las tierras y las casas a tener que pedir primero préstamos a amigos. Y luego, cuando no había a quién pedir más favores, recurrir a prestamistas desconocidos con intereses de usura y métodos de cobro violentos, cuando no mortales.

Los investigadores del Grupo de Homicidios de la Guardia Civil apuntan la posibilidad de que los hermanos Amelia (68 años), Ángeles (70) y Pepe (72) Gutiérrez Ayuso -cuyos cuerpos sin vida fueron encontrados la mañana de este jueves en su domicilio de la localidad madrileña de Morata de Tajuña, al sur de la comunidad- fueran asesinados por un ajuste de cuentas, al no haber devuelto el dinero que habían pedido las dos mujeres para sufragar a falsos novios militares estadounidenses a los que conocieron por Facebook y los gastos para cobrar una presunta herencia que nunca llegó. Todo mentira. Es la conocida 'estafa del amor'.

Agentes de la Policía Local encontraron este jueves a los tres hermanos muertos con señales de violencia en su domicilio de Morata. Aunque al principio los funcionarios pensaron que podría tratarse de un suicidio colectivo o un asesinato familiar por la agobiante situación económica en la que vivían, esa tesis fue perdiendo fuerza a lo largo del día por la disposición de los cadáveres y la forma en que habían sido apilados en una de las estancias, con restos de sangre y parcialmente quemados.

Ángeles, Amelia y Pepe EC

Los cuerpos aparecieron en el número 18 de la avenida Príncipes de España, usada por las víctimas habitualmente como segunda residencia. Los fallecidos llevaban un mes sin dar señales de vida ni a los allegados ni a los vecinos del pueblo, por lo que los vecinos se pusieron en contacto con el alcalde, que denunció la supuesta desaparición el sábado, aunque hasta este jueves no llegó la orden judicial para allanar la casa.

El juez de guardia procedió al levantamiento de los cadáveres, que fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Valdebebas, en la ciudad de Madrid, donde este viernes se les practicará la autopsia.

Herencia hostelera

Todos los vecinos de Morata de Tajuña sabían que las deudas estaban ahogando a esta familia. Y que todo empezó sobre 2015 cuando las dos mujeres conocieron a través de internet a sendos hombres, supuestamente apuestos militares estadounidenses destinados a Afganistán, con los que comenzaron a mantener una relación sentimental a distancia. Amelia con un tal Eduard y Ángeles con un capitán, que luego falleció, y del que iba a recibir una herencia de siete millones de euros procedente de sus acciones en varios hoteles.

A partir de ahí, una 'estafa del amor' de libro. Envío de más y más dinero a los supuestos novios para los trámites para liberar la herencia y para otras contingencias. Los vecinos han asegurado a la Guardia Civil que las hermanas llegaron a enviar hasta 400.000 euros a sus falsas parejas y que vendieron el piso de su infancia en Ciudad Lineal e incluso sus tierras en Torres de Juan Abad, en Ciudad Real.

A pesar de haber vendidos su bienes, no fue suficiente. Los hermanos, que siempre habían vivido juntos y sin demasiados gastos hasta entonces, tenían unas pensiones elevadas, que en algún caso rondaban los 3.000 euros: Pepe por su discapacidad mental y Ángeles y Amelia como profesora y anticuarias jubiladas. Pero los 'novios' pidieron más dólares y fue entonces cuando las dos mujeres recurrieron primero a los familiares y amigos, a los que nunca devolvieron el dinero, y luego a los prestamistas de usura, a los que estaban convencidas de que iban a poder pagar cuando cobraran la famosa herencia. Las advertencias de los vecinos de que todo era una estafa y de que recurrir a criminales para pedir préstamos era un gran error no sirvieron de nada.

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Los testigos han relatado a la Guardia Civil que la familia ya había recibido supuestas amenazas por no pagar las deudas contraídas en los últimos meses. De hecho, el pasado verano los fallecidos ya recibieron en su domicilio de Morata de Tajuña la visita amenazante de un acreedor armado con un gran cuchillo.

Entonces -explican fuentes del caso- no hubo denuncias por parte de la familia, pero esta pista se ha convertido en el eje central que guía la investigación de la Guardia Civil, que tiene en su radar a una decenas de grupos de prestamistas que operan en Madrid y Castilla-La Mancha.

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