Susana Jiménez presenta en Potes su libro 'Más allá de la herida'

Hay libros que nos descubren la historia, las emociones, el amor, el dolor, pero sin duda alguna la escritora Susana Jiménez nos dio una lección de vida presentándonos en el Centro de Estudios Lebaniegos de la villa de Potes su libro 'Más allá de la herida. Descubre tu Resilencia Universal', ante un público entregado desde el primer momento, con el que la escritora compartió sus vivencias y se sintió muy emocionada al ver en la sala las personas que la ayudaron en un viaje realizado a Liébana, para que ella llegase a partir de esos momentos de contacto con la naturaleza y con las gentes de la comarca a la búsqueda de la verdad, atravesando la oscuridad y el vacío, dejando atrás las duras etapas de su infancia donde sufrió abusos sexuales a los cinco años.

Emocionada, con lágrimas en los ojos, volvió la vista atrás para recordar que «hace once años mi salud era cada vez más precaria y decidí acudir a una clínica para poder ser diagnosticada de mi posible enfermedad. El doctor me confirmó que había sometido mi cuerpo a un estrés muy elevado y que debía a partir de ese momento escuchar a ese cuerpo y cuidarlo, porque de lo contrario la enfermedad empeoraría».

Con el informe médico en la mano fue a la consulta del hermano de una amiga que le dijo que para mejorar su estado de salud «tenía que alejarme durante 40 días de todo y de todos; de mi familia, esposo y cinco hijos; amigos y trabajo, y que durante ese tiempo no podía tener contacto con ellos, ni siquiera por teléfono, ya que era la única manera de entender el motivo por el que había enfermado y a partir de ahí empezar a mejorar mi estado de salud y lograr una mejor calidad de vida».

Había estado el verano anterior en Liébana con su familia, en casa de Pilar, vecina de Ojedo, y decidió que para curar sus heridas Liébana era el lugar adecuado. «En esta ocasión me alojé en una casa que Pilar tenía en la localidad de Buyezo. Debo confesar que lloré mucho durante el viaje, pero también lo hice cuando me fui. Ahora, siento cómo se empañan mis ojos de lágrimas cada vez que cruzo el Desfiladero de la Hermida».

Cuando llegó a Buyezo, a pesar de la soledad de los tres primeros días, un cambio tuvo lugar el cuarto día de estancia. «Fue cuando desde mi ventana contemplé las estrellas y vi que ese cielo era muy diferente a todos los cielos que había visto hasta entonces. Estar en silencio conmigo misma permitió a mi inconsciente conectar con mi consciente».

También habló de las heridas emocionales de la infancia, «esa cicatriz de heridas tempranas, invisible, que se origina en la infancia y que queda en la memoria. Cada uno puede tener ese impacto diferente como el abandono, el rechazo, o los abusos físicos, verbales y sexuales, y los adultos tenemos la responsabilidad de poder sanarlos, de curar esas heridas emocionales. Es difícil recordar esas heridas, pero hay señales que nos avisan de ellas, como cuando tenemos malestar, una tristeza profunda o nos sentimos solos».

La autora es consciente de que «descubrí en Liébana esa resiliencia que me ayudó a superar tantas y tantas cosas de mi vida, ya que todos venimos al mundo con una misión que debe de ser nuestro proyecto de vida. Es dar, recibir, ser humilde, abrazarte cuando estás asustado. Es perdonar más allá del corazón, pero para conseguir algo primero se debe de partir desde la casilla de salida».

Por eso el motivo de escribir 'Más allá de la herida' es poder contar al mundo su historia: «comunicar la fuerza que me ha ayudado a levantarme, cómo he sanado mis heridas emocionales por medio de una experiencia de vida. Estoy creando un taller para niños, adolescentes y adultos. Se me ha pedido desde organismos oficiales donde vivo, en Cataluña, ese proyecto de creación de una canción y un cuento infantil, para poder desarrollar niños y niñas más resilientes. Es mi misión de vida, y por eso es vital para mí escucharme, atenderme, hacer deporte, salir a pasear cada día. En definitiva, vivir en coherencia y eso se consigue tratándonos bien a nosotros mismos».

Y en el Centro de Estudios Lebaniegos, de Potes, sonaron los acordes de la canción 'Por las veces', de Conchita: «Sabes te han pasado tantas cosas, hasta que has llegado aquí. Yo sé que no ha sido fácil, pero ahora eres feliz».

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