Imagen de las pinturas de la ermita de Esanos.

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Imagen de las pinturas de la ermita de Esanos. Pedro Álvarez

Aparecen las figuras de dos posibles donantes en las pinturas de la ermita de Esanos

El hallazgo se ha producido durante los trabajos de restauración de los frescos del templo lebaniego que acomete la Fundación Santa María de Toraya

Pedro Álvarez

Cillorigo de Liébana

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Lunes, 8 de julio 2024, 07:15

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Los trabajos de restauración que se están realizando en las pinturas de la ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, en Esanos (Cillorigo de Liébana), han dejado al descubierto dos figuras, un hombre y una mujer, que podrían ser, según los expertos, los donantes que costearon el trabajo de los artistas que pintaron el templo lebaniego.

La restauración de las pinturas de la ermita de Esano forma parte del proyecto 'Murales ocultos' que desde el año 2021 desarrolla la Fundación Santa María de Toraya en Liébana bajo la dirección de la restauradora Lydia Quevedo. 'Murales ocultos', que es fruto del convenio firmado entre la Santa María de Toraya y la Fundación Camino Lebaniego, está permitiendo restaurar y poner en valor las pinturas que aparecen en el interior de iglesias y ermitas de la comarca.

Los trabajos realizados en junio pasado en la ermita de Esanos (Cillorigo de Liébana), la primera actuación realizada en el valle de Bedoya, han permitido descubrir la existencia de nuevos dibujos, principalmente detrás del retablo, al proceder a los trabajos de restauración y limpieza. El hallazgo más significativo han sido dos figuras, un hombre y una mujer, que parecen ser las personas que corrieron con los gastos del pintado de los frescos de la ermita. Según explica la restauradora, el hallazgo se produjo cuando «realizábamos unas catas en la zona superior de la bóveda y vimos que continuaban los dibujos que existen. La sorpresa fue que en uno de los laterales, al quitar la pintura plástica con el bisturí, empezó a salir la pintura de lo que parecía una cara, con un ojo y una ceja, apareciendo un rostro masculino completo». Quevedo explica que el personaje «tiene los dos brazos y sostiene algo parecido a una cortina, remarcando la escena que se encuentra detrás del retablo».

Pero la sorpresa no quedó ahí, sino que al proceder a realizar otra cata y limpiar la zona del lado contrario, en la parte derecha del retablo, «apareció otro personaje, en este caso femenino». Este segundo hallazgo hace suponer a los expertos que puede tratarse de las pinturas de los dos donantes que sufragaron los trabajos realizados por dos pintores durante catorce días del año 1706 y que costaron 176 reales».

Lo que sí es evidente es que «por la calidad del rostro de los personajes y de los detalles, se ve que las pinturas fueron realizadas por pintores más avanzados, más profesionales, como ya ocurrió también en la ermita del Carmen, en Cabezón de Liébana», detalla Quevedo.

El proceso de sacar a la luz estos 'murales ocultos' es muy complejo y laborioso. En la actuación realizada en la ermita de Esanos, la restauradora explica que «empezamos a realizar todo el asentado de color entre todos los terceletes (cada uno de los nervios de la bóveda) y después se procedió a colocar el andamio, encontrando dibujos o símbolos en parejas que eran muy similares, con colores rojos, tierra, algo de azules y ocres, sobre fondos blancos, y luego una raya triple en un gris azulado sobre la piedra en los terceletes».

Posteriormente, se inició el sellado de grietas y fisuras, se asentó el color y se le dio una protección para continuar con «una reintegración cromática con acuarelas, elaboradas a mano in situ y, por último, se fijó todo con un consolidante biodegradable».

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