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Nuevo sistema de alianzas

Tras distanciarse de Macri, Milei busca apoyo en un trípode peronista

El Presidente es recibido por el gobernador tucumano Osvaldo Jaldo previo a la firma del Acta de Mayo.

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El Gobierno nacional explora un nuevo sistema de alianzas con algunos gobernadores peronistas con los que tendió puentes durante las negociaciones por el Pacto de Mayo. La apertura de esta etapa de mayor “diálogo” con las provincias coincide con el enfriamiento de la relación con Mauricio Macri, decidido a rescatar al PRO y dar señales de “autonomía”. 

Desde el lugar privilegiado que le asignaron en primera fila, Macri escuchó a Javier Milei cuestionar a los gobiernos anteriores que llevaron a la Argentina a la crisis en la que está inmersa. El expresidente había puesto en suspenso su asistencia al evento en Tucumán, pero desde la Rosada le insistieron para que esté; luego lo dejaron afuera de la firma del acta, que además de los gobernadores suscribieron las autoridades parlamentarias y Karina Milei. 

El distanciamiento de Macri, del que ya se hablaba como un hecho a raíz de su jugada para desplazar a Patricia Bullrich de la conducción del PRO, podría ahora tomar mayor impulso por esa decisión, que en su espacio algunos interpretaron como un ninguneo, ya que apenas lo enfocaron en la transmisión oficial y lo hicieron firmar, como premio consuelo, el mismo libro de visitas que el resto de los 800 invitados.

“Fuimos siempre muy claros y Milei lo dijo sin eufemismos en su discurso en Tucumán: todo aquel que quiera ser parte de este proyecto será bienvenido, sin mirar para atrás, sin rencores. No obtuvimos sólo el apoyo del PRO, sino también el del radicalismo y el de varios peronistas”, dijo a elDiarioAR un funcionario cercano al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, con la intención de minimizar el rol que hasta ahora tuvo macrismo. 

En rigor, Karina Milei está abocada desde hace tiempo a lograr que La Libertad Avanza sea un partido con sello nacional. La hermana del Presidente trabaja en sociedad con Martín y Eduardo “Lule” Menem para evitar que el PRO y otros partidos les condicionen el armado de listas en las próximas elecciones de medio término; y en la provincia de Buenos Aires se mueve en tándem con el armador Sebastián Pareja, de lazos aceitados con el peronismo y Emilio Monzó. En paralelo, el ascenso de Francos a la Jefatura de Gabinete posibilitó un mayor acercamiento de algunos gobernadores del PJ que quieren desmarcarse del kirchnerismo y son recibidos con los brazos abiertos en la Casa Rosada. 

La lista de los conversos

El anfitrión del evento del lunes por la noche, Osvaldo Jaldo, conforma con el catamarqueño Raúl Jalil y el salteño Gustavo Sáenz un primer anillo sobre el que a partir de ahora se apoyará Milei, que llegó al poder sin mandatarios provinciales que le respondan. En el oficialismo los describen como tres peronistas desencantados con el rumbo nacional que tomó su propio partido, dispuestos a dialogar. 

Jaldo se alejó rápido de Juan Manzur, de quien fue vicegobernador, y sus diputados rompieron con el bloque de Unión por la Patria para apoyar la Ley Bases. Jalil, un peronista entusiasta respecto de Milei, dejó atrás su apoyo a Sergio Massa para dar gestos de gobernabilidad. Sin embargo, en el caso de Catamarca, el gobernador demostró tener menos peso en el Congreso. Con vaivenes, el salteño Sáenz fue el tercero en mostrar su predisposición a ayudar al Ejecutivo, pese a que también fue muy cercano a Massa. 

Luego de su discurso por el Día de la Bandera, Milei tuvo un gesto atípico al recibirlos a los tres en la Rosada, junto al radical jujeño Carlos Sadir. Hay quienes amplían la lista de aliados peronistas al cordobés Martín Llaryoa, quien participó con Jaldo, Jalil y Sáenz de una reunión con Francos y Karina en la que terminó de cocinarse el Acta de Mayo. 

Además de la necesidad concreta de fondos, una de las prioridades de los gobernadores es la reactivación de las obras paralizadas en sus provincias, un tema del que vienen conversando con Francos. En esas charlas también surge su preocupación política por cercar sus distritos para retener su poder local. Huérfanos de conducción nacional, la Rosada podrá encarar estas negociaciones de forma individual, sin necesidad de acuerdos amplios. El caso de Tucumán acaso sea el más avanzado: Milei relegó a quien fue su candidato local, el legislador Ricardo Bussi, y en la provincia hay quienes hablan de la posibilidad de un acuerdo electoral de cara a 2025.

La estrategia de sumar a estos dirigentes persigue dos objetivos distintos: por un lado, buscar nuevas alianzas para prescindir del PRO; y por otro lado dividir al peronismo y exponer como una minoría a los gobernadores que aún tienen lazos fuertes con el kirchnerismo, como Axel Kicillof (Buenos Aires), Sergio Ziliotto (La Pampa), Ricardo Quintela (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego), los cinco que no firmaron el Pacto de Mayo. 

Cerca de Francos hablan de la predisposición inicial de este grupo de gobernadores y suman en la lista a varios más con los que tienen “buen diálogo institucional”. A través de dirigentes como el secretario de Turismo y Deportes, Daniel Scioli, el primer autodefinido como “peronista libertario”, buscan sumar más dirigentes provinciales desencantados con el rumbo actual del partido. Sin embargo, omiten una dificultad: son nombres que ostentan poder territorial, pero sin demasiado peso en el Congreso. Milei todavía necesita al PRO encolumnado como hasta ahora, sin disidencias, para no ampliar su desventaja en ambas cámaras, un escenario que algunos hoy empiezan a poner en duda.

LA/DTC

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