Chef, me he 'quemao'
Somos gente normal hasta que entramos en un reality show. A esa conclusión solo puede llegarse con una cámara delante. Corrijo. No somos gente normal, solo hay que poner una cámara delante. A esa conclusión solo puede llegarse con un reality show. Da igual que pongas a la gente a descubrir el fuego en una isla del Caribe, a doce adolescentes a cantar o a un grupo de gente –tan heterogénea que al CIS le serviría para hacer encuestas– a hornear una merluza: el resultado siempre es el caos y la vergüenza ajena.
Esta semana ha vuelto a colarse en X un fragmento de otra concursante de MasterChef renunciando a seguir participando en el programa. María del Monte ya dijo en su día, en la edición de celebrities, que también estaba hasta el moño; que a ella le gustaba disfrutar de las cosas. Llegó a decirle al jurado que no tenían que poner la “cara del fiscal de Morena Clara” para hablarle a la gente. Cocinarán bien, pero los concursantes están quemados.
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