Despegue del Ariane 6 desde la Guyana Francesa ESA
El exitoso lanzamiento del Ariane 6 devuelve a Europa la capacidad para poner satélites en órbita

El exitoso lanzamiento del Ariane 6 devuelve a Europa la capacidad para poner satélites en órbita

El cohete despega de la Guyana Francesa con ocho satélites a bordo y el objetivo de destruirse en la Tierra para no generar más basura espacial

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Martes, 9 de julio 2024

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El Ariane 6 ya ha superado la prueba de fuego que le quedaba para confirmar el regreso de Europa al mercado espacial. El cohete desarrollado por la Agencia Espacial Europea, la sexta versión de un programa que ha cumplido ya 44 años, ha levantado el vuelo a las 21:00 horas -en la España peninsular- y ha funcionado correctamente durante los diez críticos minutos en los que tenía que salir de la atmósfera y maniobrar para alcanzar la órbita en la que debe soltar el primero de los tres grupos de satélites que lleva a bordo. Todavía tiene que completar un número de tests que culminarán con el regreso del módulo final a la Tierra, donde se destruirá evitando sumar más basura espacial. Esta previsto que eso suceda hacia medianoche.

El proceso del lanzamiento. ESA

No ha sido un camino de rosas. Los meteorólogos habían avisado de que se avecinaban tormentas sobre la Guyana Francesa y no han fallado en su pronóstico. Pero la lluvia no ha sido suficiente para detener el lanzamiento del Ariane 6, el cohete en el que Europa ha depositado la esperanza de recuperar la autonomía para poner satélites en órbita. A primera hora de la mañana -mediodía en España-, la estructura móvil que cubre la lanzadera espacial se ha retirado, y, tras el visto bueno de quienes seguían con detenimiento el rumbo de cada nube, a primera hora de la tarde la Agencia Espacial Europea (ESA) ha procedido a introducir el combustible en los tres motores del aparato: dos para superar la fuerza de la gravedad terrestre y otro para salir de la atmósfera.

Un pequeño sobresalto

Todo parecía en orden hasta que un error ha hecho saltar las alarmas a las cuatro de la tarde: «Durante los chequeos rutinarios posteriores a la retirada del andamiaje se ha detectado un pequeño problema en el sistema de recepción de datos que ha sido resuelto», ha anunciado la ESA en un comunicado. Desde ese momento, han sido X horas de tensión con la mirada puesta en el cielo para determinar el momento idóneo dentro de las tres horas de la ventana de oportunidad que se ha abierto entre las 16 y las 19 horas -5 horas más en la España peninsular-.

A las 20:50 el centro de control ha confirmado que todos los sistemas estaban en verde y ha anunciado en francés la cuenta atrás más esperada. «'Decollage!', ¡despegue!». Con un chorro de fuego y una bola de humo grisáceo alrededor, el Ariane 6 ha puesto rumbo al espacio entre los aplausos de los asistentes al lanzamiento y el momentaneo alivio en la sala de control, donde aún había que controlar fases críticas, como la separación de los motores auxiliares a los dos minutos y la del motor principal a los ocho minutos. Afortunadamente, no ha habido sobresaltos.

Competencia intensa

Europa confirma así que recupera su capacidad para poner satélites en órbita y vuelve a hacer la competencia al creciente número de países que se lucran con ello. Como de costumbre, Estados Unidos lleva la batuta, tanto con los cohetes de la NASA como con el reutilizable desarrollado por la empresa SpaceX de Elon Musk. Pero Rusia continúa sacando rendimiento a los Soyuz, en los que incluso Europa ha confiado para sus propios lanzamientos, aunque ahora el negocio está lastrado por la invasión de Ucrania. China, el último en llegar, ha dado pasos de gigante y cuenta con el Larga Marcha 10, uno de los cohetes que pueden llevar más peso al espacio. Ahora, tras haber retirado los Ariane 5, Europa ahora vuelve a plantar batalla.

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