Cinco heridos, uno trasladado en helicóptero, en un accidente que obliga a cortar la N-240 en Barazar
La boda mexicana de Carla y Ana, que encontraron sus looks soñados en Bilbao.

Ver 62 fotos

La boda mexicana de Carla y Ana, que encontraron sus looks soñados en Bilbao. Vila y Vidal Fotografía

Boda mexicana y looks de Bilbao

La boda mexicana de Carla y Ana, que encontraron sus looks soñados en Bilbao

Estas novias de Valencia, que se casaron en su tierra con una celebración llena de color inspirada en México, lucieron dos diseños de Alicia Rueda en su gran día

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Viernes, 5 de julio 2024, 18:17

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Opciones para compartir

Carla y Ana, ambas valencianas y de 37 años, iniciaron su historia de amor en 2016, cuando el destino intervino de manera inesperada. Carla, farmacéutica, sintió un flechazo instantáneo por Ana, quien pasaba diariamente frente a su farmacia de camino a su trabajo. «Un día, mi jefe me pidió que comprara comida y fui al restaurante cercano. Al entrar, la vi y descubrí dónde trabajaba» recuerda Carla. Desde ese momento, Carla se convirtió en clienta habitual del restaurante 'Al punto' en Gandia, propiedad de Ana. Con el tiempo, lo que comenzó como una relación de amistad se transformó en una bonita historia de amor que ha culminado en boda.

Vila y Vidal Fotografía

La pedida de matrimonio fue un momento emotivo para ambas. Ana siempre había tenido claro su deseo de celebrar el amor y la vida. «Queríamos hacer una fiesta y juntar a los nuestros», explica. Por eso, aprovechando unos días en su casa en Castellón con motivo del cumpleaños del padre de Ana reunieron a las dos familias. Fue entonces cuando, delante de todos, sorprendió a Carla al pedirle matrimonio, quien no esperaba la propuesta en ese momento.

Vila y Vidal Fotografía

Carla tenía muy claro que su conjunto nupcial sería un diseño de Alicia Rueda. «Hace unos años vi una publicación en Instagram de un vestido que era perfecto para mí, y me lo guardé por si algún día me casaba», recuerda Carla. El diseño que le enamoró formaba parte de la colección Iconic de la diseñadora vizcaína. Decidida a hacer realidad su sueño, en un viaje a Madrid para pasar un fin de semana y, aprovechando que Alicia Hernández, creadora del 'showroom' Valyty, presentaba la colección de Alicia Rueda, cogió una cita para probárselo. Se trata de un vestido de aire romántico brocado corto de manga larga, con una flor de color azul verdoso a juego con el top de Ana y una cola desmontable. «Solo me he probado ese vestido de novia en mi vida,» confiesa la novia gandiense.

Vila y Vidal Fotografía

El conjunto de Ana también formaba parte de la colección icónica de novias de la diseñadora marquinesa. La valenciana optó por el top Anita, combinado con unos elegantes pantalones palazzo de pinzas en crepé. El top estaba hecho de tul bordado con pedrería, transparente y adornado con todo tipo de aplicaciones hechas a mano. «Me costó mucho decidirme, pero captaron mi esencia. No podía haber llevado otro diseño que no fuese ese», comenta Ana. El conjunto reflejaba a la perfección su estilo personal, creando una combinación moderna y sofisticada para su día especial.

Vila y Vidal Fotografía

Para completar sus looks, Carla optó por una delicada diadema realizada por la diseñadora bilbaína de tocados y pamelas Anita Ribbon, elaborada con flores de seda y terciopelo con toques de color a juego con el vestido de Alicia Rueda. Por su parte, Ana llevó un elegante sombrero blanco de ala ancha que añadía un toque distintivo a su conjunto. Ambas también apostaron por zapatos de Flor de Asoka, eligiendo Carla un par en color rosa palo y Ana en un tono azul verdoso. Estos detalles finales añadieron personalidad y cohesión a sus looks nupciales, reflejando su estilo único y su amor por los toques especiales.

Vila y Vidal Fotografía

Una fiesta a todo color

El lugar elegido para la celebración de su enlace fue la Finca Alquería de Galim en L´Olleira, un pueblo a escasos kilómetros de la capital del Turia. Las novias llegaron a la finca a primera hora de la mañana y cada una se vistió en una planta distinta. Eso sí, estuvieron acompañadas por su hijo Pol, de 3 años; y su familia. A medida que avanzaba la mañana y se preparaban, llegaron sus amigas para acompañarlas en este día especial. «Mis amigas se quedaron asombradas; las esperaba de espaldas y solo veían la cola de mi vestido. Cuando me giré, todas estaban llorando», recuerda Carla.

Vila y Vidal Fotografía

Para los ramos de novia, las valencianas optaron por dar total libertad a la floristería. La única condición era que los ramos fuesen en armonía con la decoración de la boda. «No somos expertas en flores, así que dejamos que la floristería se expresara libremente», comenta Ana. Cada una recibió un ramo totalmente personalizado, después de que la florista consultara por separado sus preferencias. «Lo único que pedimos fue mucho colorido, ya que era una fiesta mexicana», añadió Carla. El resultado fue espectacular, con ramos vibrantes y elegantes que complementaron a la perfección el escenario y la decoración de la boda.

Vila y Vidal Fotografía

Una vez ya preparadas, Carla caminó hacia el 'sí, quiero' acompañada por su padre y su hijo, que iba en una vespa de juguete con los anillos en una cesta. Mientras tanto, Ana avanzaba junto a su madre, hasta que finalmente se encontraron frente a frente en el pasillo. Ana no pudo contener las lágrimas de alegría y emoción. «Fue un momento muy bonito», recuerda la hostelera valenciana.

Vila y Vidal Fotografía

La fiesta comenzó con la entrada de ambas al ritmo de la canción 'Y Volar' de La Pegatina, acompañadas de bengalas de humo de colores que iluminaban el ambiente creando una atmósfera vibrante y festiva. Los invitados se sumaron a la temática mexicana, algunos luciendo bigotes mexicanos y otros usando diademas coloridas. «Mi madre siempre dice que los invitados se unieron a la causa», ríe Ana.

Vila y Vidal Fotografía

En el jardín de la finca, cada detalle estaba meticulosamente decorado para transportar a los 200 invitados al país maya. «Nos gusta mucho el colorido y todo lo relacionado con México», confiesa Carla. El ambiente era informal y festivo, con un cóctel distribuido por zonas y showcooking con comida mexicana, incluyendo parrilladas y arroces. Además, el lugar estaba decorado con banderines festivos, calaveras coloridas, manteles vibrantes, flores exuberantes y una gran piñata, creando una atmósfera alegre y acogedora que reflejaba la pasión de la pareja por la cultura mexicana.

Vila y Vidal Fotografía

Ana y Carla recuerdan con alegría y emoción los instantes vividos e inmortalizados por Vila y Vidal Fotografía. «Volveríamos a repetir este día cada año. Ahora estamos haciendo la cuenta atrás para el décimo aniversario», ríen. Sin embargo, todavía tienen pendiente su viaje de novias a Japón para el próximo año. Una nueva aventura que esperan con ilusión para seguir construyendo recuerdos inolvidables juntas.

Reporta un error en esta noticia