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El 'boom' de las foccacias en Bilbao: una pareja abre un local con apetitosas opciones para llevar.
El 'boom' de las foccacias en Bilbao: una pareja abre un local con apetitosas opciones para llevar

Foccacias en Bilbao (para llevar)

El 'boom' de las foccacias en Bilbao: una pareja abre un local con apetitosas opciones para llevar

Alba Barandalla y Jon Román han inaugurado este sábado en el número 5 de la calle Ercilla un negocio de take away dedicado a uno de los grandes éxitos de la panadería italiana

Silvia Andrés

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Sábado, 6 de julio 2024, 20:55

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Apenas tienen 30 años, pero Alba Barandalla y Jon Román, una joven pareja de Berriz, ya pueden presumir de que han cumplido uno de los grandes sueños de su vida: montar su propio negocio. «El primero que tuvo claro que quería emprender fue Jon y poco después yo también acabé convencida», confiesa Alba desde Romana, la nueva focacceria que ha abierto sus puertas este sábado en el número 5 de la calle Ercilla. Hasta ahora ambos han estado dedicados a sectores muy diferentes, ella a la venta de automóviles y él al negocio familiar, y aunque nunca habían tenido contacto con la hostelería, querían intentarlo. «Barajamos distintas opciones y le dimos muchas vueltas. Con alguna de ellas estuvimos a punto de lanzarnos, aunque ninguna nos convencía por completo. Pero un día, mientras estábamos sentados charlando tranquilamente en el sofá, nos llegó la idea definitiva y lo vimos claro: ¡Sí, una focacceria es lo que estábamos buscando!», recuerda Alba riendo.

La decisión no fue casual. Habían notado que las focaccerias estaban pegando fuerte en ciudades como Madrid y que todavía no habían llegado a Bilbao, ya que aún no había abierto Molica en el Casco Viejo. Así que en noviembre pasado se pusieron manos a la obra y en su empeño por construir su sueño con los mejores cimientos, contactaron con los asesores gastronómicos Kalamata. «Como no teníamos experiencia en el mundo de la hostelería, queríamos consejo de expertos para ver si nuestra idea era factible y que proveedores necesitábamos, entre otras cuestiones», cuenta Alba. Lo primero fue buscar el lugar idóneo, lo que se convirtió en una tarea bastante complicada. «Me recorrí Bilbao como 20 veces y aunque algunos locales me gustaron, ninguno me enamoraba. Hasta que llegué a este de la calle Ercilla. Fue un flechazo y supe que ya no teníamos que buscar más», confiesa Alba.

Entusiasmados con el 'hallazgo' de un local que «tenía muchas posibilidades», el siguiente paso fue contactar con Verno, consultoría de diseño de Bilbao que está detrás de proyectos como el casino Luckia, Gerri Taberna, Pastelería Don Manuel, la natxería Lula o el restaurante Salitre. «Nos presentaron varias propuestas y al final optamos por la más llamativa, porque queríamos algo arriesgado. Nuestra idea era combinar el toque tradicional con algo más moderno y, al mismo tiempo, que todo el mundo identificara claramente que ofrecemos productos italianos», detalla Alba. Para conseguirlo, Verno decoró el local con un clásico mantel italiano sacado de escala diseñado ex profeso para Romana con colores que no existían previamente y que abarca las paredes, la barra y los toldos del local.

Focaccias, ensaladas y postres

Para crear marca e identidad era importante el 'envoltorio', pero no menos el producto. Alba y Jon querían ofrecer las mejores focaccias, con ingredientes de primera calidad, receta propia y elaboradas cada mañana en un obrador. «En el futuro, es posible que abramos el nuestro, pero estamos encantados con el trabajo que han hecho durante meses y la verdad es que es como si lo hiciésemos nosotros mismos», cuenta Alba. Desde ese obrador, llegan a Romana todos los días 8 tipos de foccacia, desde las más clásicas, hasta otras más arriesgadas, con ingredientes como crema de calabaza, gorgonzola, pecorino rallado, pera, Stracciatella, pesto, mascarpone, scamorza ahumada, mortadella bolognese, spianata piccante... «También tenemos tres tipos de ensaladas, postres como tiramisú, cannolo o ricotta de pera. Además disponemos de productos italianos para vender, desde pasta hasta vino, cervezas o incluso embutido», detalla Alba.

Con esta amplia oferta, estos jóvenes emprendedores quieren llegar a todo tipo de públicos. «Desde el señor o la señora que va a la oficina hasta los estudiantes que salen del instituto. ¡Es una focacceria para todos! Esta calle tiene mucho movimiento, y aunque está en pleno centro de Bilbao, es como si fuera un barrio. De hecho, antes de la apertura han sido muchos los vecinos o los propietarios de tiendas cercanas los que se han acercado a saludar y a preguntar cuándo íbamos a abrir. Todos nos han transmitido muy buenas impresiones», cuenta Alba. Gracias a ello, la ilusión de Alba y Jon, aunque también los nervios, han ido aumentando a medida que se acercaba el día de la inauguración. «Hemos dado un cambio radical a nuestra vida, pero trabajar en tu propio proyecto es una auténtica gozada y creemos que al final es la mejor opción», confiesa Alba.

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