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La tecnología para hacer baterías que pone en jaque el dominio chino del coche eléctrico
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La tecnología para hacer baterías que pone en jaque el dominio chino del coche eléctrico

Las baterías de estado sólido podrían ser el futuro

Foto: Un Mercedes-Mybach S 580 en la Feria del Automóvil de Shanghái celebrada en abril. (EFE/Alex Plavevski)
Un Mercedes-Mybach S 580 en la Feria del Automóvil de Shanghái celebrada en abril. (EFE/Alex Plavevski)
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China domina de tal manera el mercado de las baterías de los vehículos eléctricos y la tecnología verde que haría falta una revolución tecnológica para cambiar esta situación. Es posible que se avecine una, pero Pekín no se duerme al volante.

Con un mercado nacional de vehículos eléctricos en auge, los fabricantes chinos de baterías se han convertido en los gigantes del sector. En los cuatro primeros meses de este año, tan solo dos empresas del país —Contemporary Amperex Technology, o CATL, y BYD— poseen ya entre ambas más de la mitad del mercado mundial de baterías para vehículos eléctricos, según SNE Research. Además, los fabricantes chinos dominan la cadena de suministro de materiales para baterías. China representa casi el 90% de la capacidad mundial de material activo para cátodos y más del 97% para ánodos, según la Agencia Internacional de la Energía.

Para países como Estados Unidos, que desean acabar con el dominio chino en la tecnología automovilística y energética del futuro, la única esperanza sería un gran avance científico que pudiera reajustar la cadena de suministro de baterías con materiales y componentes diferentes. La nueva tecnología no sustituiría a las actuales baterías de iones de litio, que llevan funcionando cinco décadas, pero podría ofrecer opciones alternativas.

Hay varios candidatos potenciales. Las baterías de iones de sodio parecen la alternativa más viable, pero CATL y BYD ya han aumentado masivamente su capacidad. Más del 90% de la nueva oferta anunciada hasta 2030 procederá de China, según Benchmark Mineral Intelligence. Todo ello a pesar de que la tasa de utilización de las plantas de baterías de sodio sigue siendo bastante baja.

Para EEUU, la única esperanza sería un gran avance científico que pudiera reajustar la cadena de suministro de baterías

Una ventaja del sodio sobre el litio es que es mucho más abundante. Cuando los precios del litio se dispararon hace dos años, las baterías de sodio parecían una alternativa más barata. Con la caída de los precios del litio, la ventaja del sodio en cuanto a costes podría haber desaparecido. No obstante, el sodio ofrece una opción potencial para protegerse de la volatilidad de los precios del litio. Sin embargo, las baterías de sodio tienen menor densidad energética y podrían no ser adecuadas para los vehículos eléctricos de mayor autonomía. Quizá sean una mejor opción para sistemas de almacenamiento de energía o vehículos eléctricos de gama baja. Esto es especialmente importante en China, donde los pequeños vehículos eléctricos de menor autonomía son muy populares entre los consumidores.

Otra opción para aumentar la densidad energética es sustituir los ánodos de grafito por silicio, con lo cual se conseguiría que las baterías fueran más ligeras y capaces de almacenar más energía. Esto podría poner en entredicho el dominio chino del grafito. La japonesa Panasonic anunció el año pasado que compraría materiales de silicio para los ánodos a la empresa británica Nexeon. La empresa estadounidense Group 14, respaldada por Microsoft y Porsche, también tiene una empresa conjunta con el fabricante coreano de baterías SK Group. Benchmark prevé que la capacidad de producción de ánodos de silicio se triplique este año.

Foto: Una excavadora mueve carbonato de litio en una planta de Bolivia. (EFE/Luis Gandarillas)

Sin embargo, el Santo Grial tecnológico son las baterías de estado sólido. Sustituyen los electrolitos líquidos por materiales sólidos, lo que podría hacerlas más seguras, de carga más rápida y capaces de almacenar mucha más energía que las baterías de litio.

La tecnología aún no existe, pero está cada vez más cerca. Las empresas emergentes QuantumScape y Solid Power, por ejemplo, han iniciado el proceso de cualificación con los fabricantes de automóviles, el cual podría llevar de cuatro a seis años. Estas empresas salieron a bolsa a bombo y platillo hace algunos años, pero el precio de sus acciones ha caído un 90% o más desde sus máximos. Las baterías de estado sólido ofrecen muchas ventajas sobre las de litio, sin embargo, es probable que cuesten mucho más, sobre todo al principio.

El Santo Grial tecnológico son las baterías de estado sólido

China no se duerme ante esta oportunidad. Pekín proporcionará 6.000 millones de yuanes, equivalentes a casi 830 millones de dólares, a empresas como CATL y BYD para que investiguen y desarrollen baterías de estado sólido, según los medios de comunicación nacionales. El fabricante de vehículos eléctricos NIO ha declarado que planea fabricar coches con tecnología de estado semisólido, que podría seguir conteniendo electrolitos líquidos.

La supremacía china en materia de baterías parece segura por ahora, pero las nuevas tecnologías podrían suponer un comodín para las empresas occidentales que pretendan ponerse a su altura.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo

China domina de tal manera el mercado de las baterías de los vehículos eléctricos y la tecnología verde que haría falta una revolución tecnológica para cambiar esta situación. Es posible que se avecine una, pero Pekín no se duerme al volante.

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