En este número nos embarcamos a explorar la forma en que miramos la política, casi siempre como un duelo entre izquierda y derecha, y cómo está cambiando la geopolítica del poder global. Y nos preguntamos por nuestras relaciones con los animales, al tiempo que reflexionamos sobre las representaciones de series como Griselda, el cine hecho por mujeres y los nuevos espacios para el arte que se abren en Medellín.
Si algo ha cambiado en los últimos años en la cultura popular son los tatuajes, y no sólo por el desarrollo técnico y tecnológico, también por la percepción. Angrymom es una de las tiendas de tatuajes más reconocidas de la ciudad, con más de 10 años de trayectoria; tiene locales en Laureles, Llanogrande y el Poblado.
Por: Sara Kapkin | Publicado
Según Cifras y Conceptos, en 2020 el 19% de la población colombiana entre 18 y 65 años tenía al menos un tatuaje. No hay cifras más recientes, pero seguro han aumentado.
Angrymom fue fundado hace más de 10 años por Lucas Botero. Empezó siendo un local pequeño en Sabaneta, pero ahora ya son tres: en el Poblado, en Llanogrande y en Laureles, donde el socio es Cristian Páez (foto).
