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EL ENCARGO INEVITABLE

En este número nos embarcamos a explorar la forma en que miramos la política, casi siempre como un duelo entre izquierda y derecha, y cómo está cambiando la geopolítica del poder global. Y nos preguntamos por nuestras relaciones con los animales, al tiempo que reflexionamos sobre las representaciones de series como Griselda, el cine hecho por mujeres y los nuevos espacios para el arte que se abren en Medellín.

La deuda que Google no le quiere pagar al periodismo

Los defensores de un nuevo proyecto de ley en California argumentan que las plataformas digitales se benefician enormemente del contenido noticioso sin contribuir a su financiación. Google, por ejemplo, obtiene ingresos por publicidad de las noticias que aparecen en su plataforma, pero los medios que las producen no reciben ninguna compensación directa.

Periodista de Tendencias de El Colombiano. | Publicado

Desde hace más de 20 años, la industria del periodismo se encuentra en una encrucijada. La era digital ha provocado crisis financieras a muchos medios tradicionales, mientras que las grandes plataformas tecnológicas, como Google, Meta y Microsoft, se han beneficiado del contenido informativo sin compensar a sus creadores.

El tema se agrava las herramientas impulsadas por Inteligencia Artificial generativa; a solo unos ‘prompts’ de distancia, cualquiera puede generar contenidos escritos, imágenes e incluso videos sin conocimientos especializados ni una carrera profesional, lo cual amenaza, ya no solo a las compañías editoriales sino directamente los puestos de trabajo del sector. Al menos, esa es la tesis que plantea la Ley de Preservación del Periodismo de California (CJPA), que surge para saldar una deuda con el periodismo que Google no quiere pagar.

Fue promulgado en 2023 y promete cambiar el uso cotidiano de internet, pues exige que las grandes plataformas negocien con los editores de noticias por el uso e indexación de sus contenidos. Google mostró sus dientes con una inesperada y criticada medida que tomó hace un par de semanas.

“No se necesita un MBA para darse cuenta de que apoderarse del trabajo gratuito e interminable de periodistas y otros creadores de contenido ha sido el negocio del siglo para Google. El gigante de Internet ha acaparado el 90 % de todo el tráfico de motores de búsqueda, recaudando 48.000 millones de dólares en ingresos por publicidad digital sólo en el último trimestre”, dice Matt Pearce, presidente de Media Guild of the West, uno de los principales sindicatos de periodistas de Estados Unidos.

El gremio estima que “el Internet del mañana, impulsado por inteligencia artificial, está a punto de acabar con el periodismo tal como lo conocemos, a menos que los legisladores actúen”, de acuerdo con una carta publicada en el San Francisco Chronicle.

La manzana de la discordia se plantó en septiembre de 2002, fecha en que Google lanzó su agregador y buscador de noticias Google News, que en principio fue diseñado para “organizar y presentar las noticias de manera imparcial y relevante para los usuarios, basándose en sus intereses y ubicación”.

En el blog de presentación de esta iniciativa, Philippe Schindler, director comercial de Google, planteaba en su momento que la misión de la compañía era “construir un mundo más informado (lo cual) está inherentemente ligado a la información de los periodistas y las organizaciones de noticias. Nuestra misión compartida también refleja intereses comerciales compartidos. Plataformas como Search y YouTube dependen de un ecosistema saludable de editores que produzcan excelente contenido digital”.

¿Cómo compagina la misión de Google de contribuir a un mundo más informado, basado en fuentes confiables y de alta calidad periodística, con el hecho de no pagar a los autores de esa información?

Ese es el centro de la discusión. Según explica Haaris Mateen, profesor asistente de Finanzas de la Universidad de Houston, la migración de la audiencia hacia plataformas digitales como Google News ha erosionado los ingresos por publicidad de los medios de comunicación, lo que ha llevado al cierre de varias empresas editoriales y a una reducción dramática de personal periodístico en miles de salas de redacción en las últimas dos décadas.

Un estudio de la Universidad Northwestern de Chicago indica que más de 2.500 periódicos han cerrado en Estados Unidos desde 2005 y solo en California más de 100 organizaciones noticiosas quebraron en los últimos 10 años. En perspectiva, las cifras del impacto mundial de Google en el negocio periodístico serían incalculables.

Mateen considera que las empresas tecnológicas han consolidado una base de usuarios vasta y sólida, convirtiéndose en lugares privilegiados para la difusión de anuncios. “Aunque Google y Facebook sostienen que los medios de difusión debieran agradecer a las plataformas por el tráfico que dirigen hacia sus sitios, las cifras sugieren lo contrario”.

Una estimación conservadora “es que Facebook y Google deben pagar a los medios de difusión estadounidenses aproximadamente USD 14.000 millones al año por usar sus contenidos. Un estudio muestra que Facebook le debe a las editoriales USD 1.900 millones por año, y Google, entre USD 10.000 millones y 12.000 millones”, dice Mateen.

Para defensores de la ley CJPA, la iniciativa no solo protege el futuro del periodismo sino la democracia misma, dado que la crisis financiera de la industria ha puesto en riesgo la producción de información confiable y verificada, cimentando el camino al auge de la desinformación en línea.

Equilibrar el juego

La ley CJPA establece un marco para las negociaciones entre plataformas digitales y medios de comunicación, con criterios como el valor del contenido, el alcance de la audiencia y la inversión realizada por los editores y periodistas. También crea un panel de arbitraje para resolver disputas entre las partes. La promulgación de la ley ha generado una amplia gama de reacciones, sin embargo, una de las más notorias es la de la propia Google.

En cabeza de su vicepresidente de asociaciones de noticias globales, Jaffer Zaidi, la compañía ha argumentado que la CJPA podría “dañar” el ecosistema de noticias al limitar el acceso a la información y desincentivar la innovación. De hecho, amenazaron con impugnar la ley en los tribunales, a la cual llaman “impuesto a los enlaces”, y tomaron medidas drásticas, como eliminar noticias de California de Google Search, en un intento por “medir el impacto de la ley”.

“Durante mucho tiempo hemos dicho que este es el enfoque equivocado para apoyar al periodismo. Si se aprueba, la CJPA puede generar cambios significativos en los servicios que podemos ofrecer y el tráfico que podemos brindar a los medios”, señala el vocero de Google en una carta abierta.

Google afirma que durante más de dos décadas se han preocupado por el quehacer periodístico, brindando un “apoyo sustancial” para ayudar a editores y periodistas “a navegar por el cambiante panorama digital e innovar. Hemos lanzado Google News Showcase, que opera en 26 países, incluido EE. UU., y cuenta con más de 2.500 publicaciones participantes. A través de Google News Initiative, nos hemos asociado con más de 7.000 editores de noticias en todo el mundo, incluidas 200 organizaciones de noticias y 6.000 periodistas solo en California”.

Por tanto, “hasta que haya claridad sobre el entorno regulatorio”, suspendieron sus inversiones en el ecosistema de noticias de California, incluidas nuevas asociaciones a través de Google News Showcase, su programa de licencias para organizaciones de noticias, y las expansiones planificadas de la Iniciativa Google News.

¿Qué pasará en Colombia?

Lo que sucede con Google en California podría prever lo que acontecerá en Colombia en un futuro cercano. Según José Betancur, director del proyecto Nodo de la Universidad EAFIT, el reciente bloqueo selectivo de resultados para periodistas en California es solo el inicio de una disputa que seguirá creciendo y ganando eco en otros territorios.

El experto enfatiza en cómo la parametrización y personalización del contenido, como lo evidencia la adquisición de Artifact por parte de Yahoo, está marcando un cambio hacia una nueva forma de consumir noticias mediante inteligencia artificial.

“En el futuro podrás parametrizar y personalizar qué contenido deseas ver”, afirma Betancur, destacando la creciente influencia de la inteligencia artificial en la distribución de noticias. Además, señala que “las noticias están siendo indexadas en estos entornos y conducen hacia este tipo de componentes”, sugiriendo que la relevancia de las fuentes tradicionales podría ser eclipsada por algoritmos cada vez más sofisticados.

La preocupación principal radica en cómo esta evolución impactará la distribución y acceso a la información en mercados como el colombiano, pues a medida que los algoritmos se vuelven más sofisticados, “la relevancia de los medios tradicionales podría verse desafiada, con un énfasis creciente en la personalización y la experiencia del usuario”.

Betancur sugiere que el debate sobre la relación entre los gigantes tecnológicos y los medios de comunicación seguramente surgirá en Colombia, reflejando discusiones similares. “El debate se va a dar acá, sin duda, porque la gente va a Google porque indexa información que otros proveen, y ese es el ejercicio de The New York Times con OpenAI, que se está beneficiando de su información para alimentar y entrenar sus inteligencias artificiales, entonces hay que revisar acuerdos comerciales, sin duda”.

Por ahora, el futuro de la CJPA aún es incierto. La batalla legal entre plataformas digitales y los medios de comunicación apenas comienza, pero el resultado de ese enfrentamiento en California podría determinar en gran medida cómo se financia el periodismo mundial del presente y del futuro, en un momento de la era digital cada vez más cambiante.

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