Corría septiembre de 2020 cuando el entonces ministro de Defensa Javier García anunció la compra de dos aeronaves Hércules KC-130-H por 21 millones de euros al Ejército del Aire español. Los aviones tenían 30 años de uso y en España habían despedido a una flota de estos aviones en un acto en una base aérea en Zaragoza tras casi medio siglo de servicio.
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Luego de ser adquiridos por la Fuerza Aérea Uruguaya, los aviones sufrieron varios percances que hicieron mella en el funcionamiento de los mismos y sus capacidades operativas.
En mayo de 2023 y en medio de la crisis hídrica, el Gobierno había anunciado la compra de una planta desalinizadora diseñada por la UTEC (Universidad Tecnológica del Uruguay) que viajaría desde Houston, Estados Unidos a nuestro país. Pero posteriormente, el entonces secretario de Presidencia Álvaro Delgado dio a conocer que la planta desalinizadora demorará más de lo esperado debido a que la misma no entra en el Hércules "por 15 centímetros".
En marzo de este año, una de las aeronaves matriculada FAU 594, sufrió una rotura de sus motores, lo que impidió el regreso de un grupo de 11 uruguayos que se encontraban en la Base Científica Artigas en la Antártida.
El regreso del grupo a Uruguay estaba previsto para el miércoles 6 de ese mes, pero el desperfecto en la aeronave no permitió la vuelta a tierras uruguayas y los afectados debieron esperar hasta el 19 de marzo.
En ese momento, el otro avión Hércules, matriculado FAU 595 se encontraba en Portugal realizando lo que se denomina la inspección mayor, una profunda tarea de mantenimiento que puede llevar al menos nueve meses e incluso puede durar hasta un año, dependiendo de los desperfectos que tenga el avión. Este tipo de inspecciones que se realizan en el exterior tienen un costo estimado de 2 millones de dólares como mínimo.
Además, las aeronaves tienen un costo de combustible de 2.600 dólares por hora de vuelo, y cada uno de los Hércules requiere inspecciones anuales menores por un costo de 200.000 dólares.
Hoy ambos aviones están inactivos
De acuerdo a la información que difundió este jueves el diario El País, los problemas continúan persiguiendo a la dupla de Hércules, ya que una de ellas aún se encuentra en Portugal sin volar, mientras que la otra se le volvió a romper un motor y se encuentra varado en Chile.
"No tengo información actualizada, pero no es el motor que se había arreglado, es otro", había dicho el lunes en el Parlamento el ministro de Defensa Armando Castaingdebat.