En la marcha por el déficit hídrico del miércoles pasado, convocada por la Federación de Funcionarios de OSE (Ffose), el presidente del organismo Federico Kreimerman recordó que este martes, 6 de junio, el gobierno abrirá las ofertas del Proyecto Neptuno con finalidad de firmar el contrato a futuro. Consultado al respecto, el director de OSE por el Frente Amplio, Edgardo Ortuño, aclaró la importancia de esta primera instancia.
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Ortuño aclaró, en diálogo con Caras y Caretas, que por decisión del gobierno y mayoría del directorio -en la cual no se incluye, porque remarcó que al Frente Amplio no se le está permitiendo demasiada incidencia- se prolongó una semana la apertura de las ofertas para la construcción del plan Neptuno-Arazatí. Por lo cual, sería desde el 6 al 13 de junio.
Por su parte, Kreimerman denunció que es "comprometer el dinero de todos por 20 años", durante la oratoria de la pasada marcha, y reiteró la convocatoria para el mediodía de este martes a la puerta de la OSE, a fin de reclamar que no se concrete.
¿Qué implica la apertura de ofertas?
"El llamado a licitación lo que solicita la presentación de presupuestos, ofertas, que establezcan la previsión de las distintas empresas del costo que insumirá la realización de la obra", explicó el director frenteamplista de la estatal a Caras y Caretas.
Asimismo, expresó que si bien no es definitivo, porque hay otras instancias, "sin duda es un paso importante". En la misma línea, argumentó que las propuestas a su entender "deben ser analizadas en profundidad con los tiempos y las garantías correspondientes, de modo que los servicios técnicos de OSE seleccionen la mejor oferta". Todo previamente a una adjudicación, la cual se prevé que lleve meses.
Principales cuestionamientos al proyecto
Además de la privatización parcial del abastecimiento del agua potable, que además se realiza por 20 años, hay otros aspectos que son criticados al proyecto.
Uno de los aspectos que Ortuño destacó a los que se estará atentos es "la previsión de los estudios ambientales y la consiguiente tramitación de la autorización ambiental". Por otra parte, los aspectos económicos, los cuales "suponen un muy mal negocio para el estado y para la empresa, de mantenerse el financiamiento, la operación y el mantenimiento del privado que resulte adjudicatario de la obra. Cuando realizado desde OSE se haría con un costo de 300 millones de dólares menor", remarcó el director.
Por otro lado, también habría que considerar los niveles de salinidad del agua que se extraería del Río de la Plata, que se ha comprobado en este período que no sería apto para potabilización. En ese sentido, también hay periodos del año donde la salinidad aumenta.
Por último, la capacidad que tendría la planta de producción sería de 200 mil m3 por día de agua potable. Mientras que la región del área metropolitana cuenta con una demanda promedio de 600 mil m3 y en el verano anterior se tuvo un pico de 700 mil m3.
Entonces, lo que destaca Ortuño es que "la prioridad es garantizar las reservas de agua dulce necesarias para abastecer el 100% de la población", que insiste es lo lograría la represa de Casupá, que "aporta 118 millones de metros cúbicos de capacidad de embalse, es decir, de retención y administración de agua" -contra 200 mil de Neptuno.