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Contrails sobre el cielo de Burgos este martes. JCR
Burgos Misteriosa

Chemtrails sobre Burgos: ¿verdad o bulo?

El 28 de mayo los cielos de Burgos, alrededor de las 14:00 horas, aparecían llenos de estelas de condensación emitidas por los aviones que cruzan el cielo. Los conspiranoicos hablan de envenenamiento

Sábado, 1 de junio 2024, 09:01

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En ocasiones, los fenómenos se manifiestan sin buscarlos. Basta muchas veces con elevar la vista a los cielos y toparse con la sorpresa. El pasado martes, los cielos de Burgos alrededor de las 14:00 de la tarde presentaban un conjunto de estelas dejadas por aviones en el cielo burgalés. Nada fuera de lo normal.

La provincia de Burgos y la capital son zonas estratégicas por las que cruzan centenares de aviones a lo largo del día, como cualquier otra zona de España, pero en Burgos especialmente por ser un punto estratégico en el camino del norte, al sur del este al oeste y viceversa.

Se trata de estelas de condensación (contrails) en contraposición a las estelas químicas (chemtrails). Contrails es la reducción a una palabra de la expresión inglesa 'condensation trails' y la segunda palabra es la contracción de 'chemical trails', antes castellanizadas y explicadas las expresiones.

¿Geoingeniería estrategia climática?

Los partidarios de estas teorías de los chemtrails hablan de 'geoingeniería estrategia climática 'cuando se refieren a las estelas que se ven en el cielo. Otros fenómenos ocurridos en el cielo también han causado sensación hace unos días.

Y es un pensamiento conspiranoico que ha llegado a Burgos. Y lo hizo por la puerta grande. Tanto es así que un grupo de personas que piensan de esta manera llevo al Pleno del Ayuntamiento de Burgos en octubre de 2023 una pregunta, más bien una intervención –porque desde el equipo de Gobierno nada pueden responder a esta situación— en la que expusieron una serie de fotografías de bandas dejadas por supuestos naves aéreas con las que aseguran, «están envenenando a la población».

No es nuevo tampoco el vínculo que establecen entre este tipo de supuestas fumigaciones desde naves controladas, incluso militarmente, con la ubicación de antenas de telecomunicaciones, 5G.

Conexión con enfermedades

Este tipo de grupos sin pudor, sin estudios médicos ni científicos, establecen una conexión entre algunas enfermedades como el cáncer o el alzhéimer con la colocación de estos repetidores de señal para teléfonos móviles y para transmisión de la línea de Internet.

Algunas personas creyentes de designios conspirativos secretos afirman que las alegadas «estelas químicas forman parte de un plan secreto que pretende modificar el clima, provocar enfermedades, controlar la natalidad o directamente acabar con la humanidad, dependiendo de plan conspirativo que se esboza».

Pero hay mucho más en estos grupos que no sólo se creen en la posesión de la verdad, es que creen que hasta personas que creen que alguna inteligencia que no controlan les han insertado un chip en su cuerpo sin su consentimiento.

Son los mismos que rechazan la Agenda 2030, los mismos que forman parte del movimiento antivacunas, que son sedevacantistas, terraplanistas, negacionistas de la pandemia o que creen en la resurrección de Franco.

Las hipótesis de los chemtrails, así como las expresadas en las líneas superiores, son totalmente acientíficas pero han encontrado en las redes sociales un caldo de cultivo y un medio de difusión.

¿Qué es esa estela?

Es agua y hielo en suspensión. Son nubes compuestas de partículas de hielo, que son visibles detrás de los motores de los aviones a reacción, y que se forman generalmente a altitudes de crucero en la atmósfera superior.

Dependiendo de la temperatura y la cantidad de humedad en el aire estas estelas se evaporan rápidamente -si la humedad es baja- o persisten y crecen, en caso contrario, si la humedad ambiente es más acusada.

El escape del motor a reacción de los aviones proporciona solo una pequeña porción del agua que forma hielo en el caso de las estelas persistentes, que están compuestas principalmente por el agua presente de forma natural en la atmósfera a lo largo de la trayectoria de vuelo del avión.

Población obsesionada

La revista National Geografic explica que, en una encuesta internacional realizada en 2011, «casi el 17% de las personas preguntadas afirmaron creer en la existencia de un Programa Atmosférico Secreto a Gran Escala (SLAP, por sus siglas en inglés)», a la cual se le conoce comúnmente geoingeniería encubierta, y que ha dado lugar a la creencia y a la pretensión de mostrar la evidencia científica de una fumigación química.

Este término se lo inventó en 1999 William Thomas, un periodista estadounidense que ha escrito varios libros donde recoge todas las pruebas que dice haber encontrado sobre esa guerra bacteriológica.

Estudiado en Castilla y León

El fenómeno chemtrail en Castilla y León ha sido estudiado por los doctores Carlos Llanes, Teresa Pastor, Alberto San Román, Jesús Monforte y Manuel Ángel Franco. El área de estudio lo centraron en la provincia de Zamora.

Llegan a la conclusión de que la comunidad científica «no acepta la existencia de las estelas químicas, considerando que se trata de estelas de condensación, o de cirros». Prosiguen diciendo que no encuentran en la literatura científica «referencias a las estelas de químicas, salvo algunas muy recientes que analizan el fenómeno en sí mismo desde el punto de vista de la psicología social, pero rechazando su contenido».

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