El Ayuntamiento prevé ventas en Villalonquéjar y el desvío «en los próximos meses»

Los consorcios de Villalonquéjar y del Desvío Ferroviario ya están formalmente disueltos. A partir de ahora, sus funciones, activos y deudas pasan a ser parte del Ayuntamiento de Burgos, quien planea rebajar los costes de los créditos y comenzar en los próximos meses con la venta de las parcelas.

Tras el anuncio de su desaparición, la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, junto con el director general de la Fundación Caja de Burgos, Rafael Barbero, ha firmado ya los documentos que acreditan la extinción de ambos consorcios. Estos fueron creados en 1997 el de Villalonquéjar y en 2001 el del Desvío para acometer sendas obras.

«Hoy ya es el día después. A partir de hoy empezamos a trabajar desde ProBurgos», ha señalado el concejal de Urbanismo, Manuel Manso. Al respecto, el edil ha comentado que la sociedad colaborará además con otras áreas del Ayuntamiento, como Urbanismo o Intervención.

Sin embargo, Manso ha comentado que la disolución de los consorcios no significa que el trabajo vaya a parar. De hecho, se administrará el suelo desde ProBurgos y la gestión urbanística se realizará desde el área de Urbanismo. Asimismo, durante el periodo de transición el Ayuntamiento contará con la ayuda de la Fundación.

Manso ha confirmado que el Ayuntamiento comenzará a trabajar «de forma proactiva» y con prisa. Al ser un «buen momento en términos industriales», desde ProBurgos tratarán de poner en venta el suelo industrial y también el del consorcio lo antes posible.

«Oirán hablar de venta de parcelas en los próximos meses», ha señalado el edil, que continuará las ventas de parcelas de los consorcios realizadas anteriormente.

Al disolverse los consorcios, el Ayuntamiento de Burgos asume tanto los activos como los pasivos. Es decir, que al igual que ahora podrá poner en venta las parcelas, también deberá abonar la deuda que tenían los consorcios. Esta asciende a unos 204 millones de euros y se va a incorporar «de forma natural al presupuesto» municipal, ha aclarado Manso.

De hecho, ya este año se van a amortizar 44 millones de euros. 30 están ya adjudicados en la partida anual del Ayuntamiento, mientras que los otros 14 provienen del «fondo de reserva al servicio de la deuda», que se desbloquea al disolverse los consorcios y servirá para que el Consistorio pueda amortizar parte del dinero que debe.

Sin embargo, aún quedarán 160 millones de euros de deuda que el Ayuntamiento de Burgos deberá abonar con el paso del tiempo. Para Manso este cambio de situación financiera «pasa a ser mejor», aunque afirma que intentarán liquidar los créditos «en cuanto podamos».

Por una parte, el lote B de deuda ya era propio del Ayuntamiento y ese no va a sufrir ningún cambio debido a los tipos de interés a los que está sujeto: son créditos al 1,7 y 2,3%. Sin embargo, el otro lote de deuda, el A o sostenible, se renegociará desde el área de Hacienda para no «tensionar las cuentas del Ayuntamiento», ha señalado Manso.

Este lote de deuda tiene intereses muy altos, por lo que el equipo de Gobierno está pensando varias formas de intentar rebajarlos. Por una parte, baraja hacer lotes más pequeños de deuda, y están pensando en «hacer una oferta pública».

Sin embargo, otra opción es que las entidades ofrezcan libremente la cantidad «que quieran asumir». El concejal de Urbanismo, Manso, ha admitido que tienen «mucha prisa» en sacar adelante esta deuda, ya que los intereses que actualmente paga el Ayuntamiento en marzo y julio son «muy altos».

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