Comparativa: Seat Arona vs Seat Ibiza
El Seat Arona y el Seat Ibiza reciben un ligero lavado de cara: más electrónica y un poco de maquillaje actualizan a los hermanos del Volkswagen T-Roc y el Polo. Lo comprobamos al volante
Motorizaciones comparadas:
Hay malas noticias y buenas noticias sobre el nuevo Seat Arona… para los extranjeros. Lo malo: tienen que aprender español. La bueno: Solo tienen que saber una palabra: ¡Hola! Este comando activa el control por voz de este Seat.
El infoentretenimiento es "flotante", hay un volante más delgado y asientos perfectamente tapizados en el año modelo 2022.
Corazón poderoso
Bajo el capó del Arona FR, un 1.5 TFSI hace un buen trabajo: no es especialmente sofisticado pero tampoco ruidoso, y es bastante vivo gracias a los 150 CV y 250 Nm de par, mucha potencia para el pequeño Arona que se reparte por un DSG con siete relaciones y doble embrague.
Esta transmisión trabaja sin hacerse notar mucho y sin tirones. Solo cuando pisas a fondo se produce cierto retraso antes de ponerse a acelerar, algo habitual en casi todas las cajas de doble embrague.
Como FR, el Arona rueda sobre llantas de 18 pulgadas con neumáticos rígidos 215/45. Eso le cuesta comodidad, el SUV responde con dureza a pesar de la talentosa suspensión. A cambio, al pequeño Seat le encanta enlazar curvas y siempre se mantiene firme en su carril.
El aumento de asistentes promete más seguridad. La conducción semiautónoma es posible en el nuevo modelo, y el sistema de advertencia de cambio de carril también ayuda a evitar accidentes.
Seat entrega el nuevo Arona como TSI (gasolina) o TGI (propulsión a gas natural), el modelo base rinde 95 CV.
Misma conducción, diferente coche
El 1.5 TSI de 150 CV junto con el despierto DSG de siete velocidades le da al nuevo Seat Ibiza unas alas poderosas: acelera de 0 a 100 km/h en solo ocho segundos, y no para hasta los 216 km/h.
Además, una suspensión bien ajustada mantiene al atleta en su trayectoria, la dirección reacciona limpiamente, los neumáticos se agarran que da gusto: esta es la conducción que uno obtiene con la variante rápida FR.
El Ibiza tiene un salpicadero retocado y ahora trae siempre de serie las luces de LED.
Conclusión
Los nuevos diseños de los sendos cockpits hacen que parezcan de mayor calidad, la asistencia mejorada y el contenido multimedia proporcionan una impresión más moderna y tecnológica.
Mucho más importante: ambos tienen un comportamiento ágil y comunicativo, y el 1.5 TSI les da un buen impulso.
¿Que con cuál nos quedaríamos? Difícil elección, porque cada uno es realmente bueno en su estilo.
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Etiquetas: SUV pequeñoSUV, SUV compacto, Coches urbanos