No a la venta (antiguo)
Mazda 5
Nota 8
Precios y motorizaciones
Modelos no a la venta (antiguos)
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Lo que necesitas saber
El Mazda 5 es otro veterano que está cada vez más cerca de ser renovado. Aún así, ofrece una gran apuesta por la funcionalidad, gracias a sus puertas traseras deslizantes, sus siete plazas flexibles y su gran habitabilidad interior. Su maltero tiene un volumen que entra dentro de lo esperado. Sus 426 litros se pueden ampliar hasta los 1485 litros.
Mazda 5: el monovolumen de Mazda
La gama de motores del Mazda 5 está formada por dos gasolina de 115 y 150 CV, y un Diesel de 116 CV. Todos ellos van asociados a una caja de cambios manual de 6 velocidades. El Mazda 5 tiene la buena pisada de los coches japoneses. Frente a muchos vehículos europeos, los nipones cuidan mucho la calidad de rodadura, para que el confort en orden de marcha sea bueno.
La suspensión amortigua bien y mitiga mucho las imperfecciones del asfalto. Pese a que es un coche grande y pesado, la sensación cuando se conduce dice lo contrario, algo muy a valorar. El Mazda 5 es de esos coches que animan a salir de casa. Da igual si es con toda la familia, los amigos o simplemente con la pareja.
Sorprendente polivalencia
Con una pasmosa facilidad, el Mazda 5 sabe adaptar su interior a cualquiera de las necesidades. Incluso acceder a la última fila es bastante cómodo gracias a las puertas laterales correderas, que además facilitan entrar y salir del coche en sitios estrechos. En equipamiento, el Mazda 5 está un paso por detrás, sobre todo en cuanto a tecnología.
Y para muestra, un botón: el Ford C-Max contempla en su lista de opciones elementos que en el Mazda 5 todavía no existen, como el asistente de aparcamiento automático, el sensor presión de los neumáticos, la cámara de visión trasera o el detector de vehículos en ángulo muerto. Tampoco puede montar el techo panorámico que ofrece el Renault Scénic o un eficaz cambio automático como el DSG de siete velocidades del Volkswagen Touran.
De todas formas, si tampoco se da mucha importancia a todo ese equipamiento (opcional, en todo caso) y se busca un monovolumen fiable, atractivo, con grandes dosis de seguridad y un buen acabado, este monovolumen de Mazda convence. ¿Razones? Por ejemplo, su buen comportamiento (no tiene nada que envidiar a sus rivales) o un motor 1.6 diésel que gira bastante lleno a bajas vueltas y ofrece un consumo muy contenido.
Con un depósito de 60 litros, la autonomía se dispara por encima de los 900 kilómetros, lo que va a permitir escapar con toda la familia sin que la cartera se ponga a tiritar. Ahí sí que no habrá problema: el Mazda 5 es incansable.