7 de julio 2024 - 00:00

El plan económico es la improvisación

El mercado no tiene en claro cómo ni cuándo se van a implementar las nuevas letras del Tesoro que computarán ahora para el objetivo de déficit fiscal que tiene el gobierno pero que administrará el BCRA. La estrategia del gobierno de Javier Milei corre el riesgo de repetir errores del pasado

El ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente Javier Milei.

El ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente Javier Milei.

En una reciente conferencia de prensa, el Ministro de Economía, Luis Caputo, junto al Presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA) Santiago Bausili, detallaron la postura del gobierno de Javier Milei respecto a los pases y la gestión de la liquidez del BCRA, abordando las propuestas de emisión monetaria cero y eliminación del déficit cuasifiscal, y argumentando que esta es la única vía para estabilizar la economía y bajar la inflación. Sin embargo, es crucial desmitificar algunos aspectos de esta propuesta y considerar las potenciales consecuencias macroeconómicas y financieras.

En pocas palabras, Caputo insiste con el objetivo de “limpiar” las hojas del balance del BCRA a fin de eliminar las famosas leliqs-pases y acabar así con la emisión endógena producto de las tasas de interés que pagan estos instrumentos. La manera de hacerlo parece ser ahora que el Tesoro asuma el rol de gestor de la liquidez del sistema financiero y emita letras para dicho fin.

En primer lugar, cabe resaltar que nuevamente el gobierno muestra un alto grado de improvisación. Al día de hoy, el mercado no tiene en claro cómo ni cuándo se van a implementar las nuevas letras del Tesoro que computarán ahora para el objetivo de déficit fiscal que tiene el gobierno pero que administrará el BCRA. Es decir, el BCRA pasa a ser una sucursal de consulta del Tesoro Nacional.

En segundo lugar, que el Tesoro emita las letras de regulación monetaria es una mala decisión macroeconómica: empora el balance del Tesoro, el déficit fiscal. El presidente, sus funcionarios y hasta diputados de La Libertad Avanza plantean públicamente que la inflación es únicamente un fenómeno monetario, producto de financiar el déficit. En consecuencia, ante un contexto de mayores expectativas de devaluación y proyección de suba de la inflación en junio la respuesta es redoblar el compromiso con mejorar el balance del Banco Central, se entiende desde su racional pero la consecuencia directa de eso es empeorar la sostenibilidad de la deuda del Tesoro. Con la importante diferencia de aumentar el riesgo de pago dado que se elimina el rol de prestamista de última instancia de la autoridad monetaria. Una característica que se mantiene en los bancos centrales de todo el mundo.

En tercer lugar, las consecuencias sobre la inflación pueden ser las opuestas a las buscadas. Si la deuda pública empieza a verse como más riesgosa los actores institucionales pueden migrar sus posiciones de liquidez hacia el dólar o instrumentos que sigan su evolución, generando así más presión para una devaluación. Un salto en la cotización de la moneda estadounidense empuja nuevamente los precios a otro salto.

Impacto en los Sectores Más Vulnerables

La obsesión por el déficit fiscal y cuasifiscal puede tener consecuencias devastadoras para la economía argentina, especialmente para los sectores más vulnerables. La experiencia histórica en diversos países muestra que las políticas de ajuste fiscal rígido tienden a profundizar la desigualdad y afectar desproporcionadamente a las personas con menos recursos.

La crisis del euro en el 2010 en los países del sur de Europa siguió un camino similar: un Banco Central Europeo que no quería asumir pérdidas, que se las trasladaba a los gobiernos nacionales y estos aplicaron brutales planes de austeridad, dejando grandes bolsas de desempleo y desigualdad.

Cuando el gobierno prioriza la reducción del déficit a toda costa, suele recurrir a recortes en el gasto público, y no hacia una estructura tributaria más eficiente. Estos recortes afectan principalmente a los programas sociales, la salud y la educación, áreas críticas para el bienestar de la población más desfavorecida. La reducción en la emisión monetaria, sin una estrategia complementaria de crecimiento económico inclusivo, puede resultar en una disminución del empleo y un aumento de la pobreza.

Conclusiones: La Necesidad de un Enfoque Equilibrado

Es fundamental reconocer que el control del déficit fiscal y cuasifiscal es importante para la estabilidad económica. Sin embargo, abordar estos déficits requiere en primer lugar un programa de crecimiento económico y creación de empleo, y en segundo lugar un enfoque equilibrado que considere tanto la sostenibilidad fiscal como el impacto social. Y para ambas un poco más de coraje a la hora de repartir los costos del ajuste y de la (todavía en veremos) nueva configuración macroeconómica, a través de un esquema de ingresos y gastos eficiente y progresivo ¿Sobre qué análisis de impacto se trazaron las condiciones de borde para el RIGI? ¿Para qué la reducción y la potencial estabilidad fiscal a un impuesto como el de Bienes Personales, progresivo y muy poco distorsivo? Parche sobre parche, marchas y contramarchas y a contramano de lo que hacen tanto economías emergentes como las más desarrolladas.

La estrategia propuesta por el ministro Caputo y el gobierno de Javier Milei, centrada exclusivamente en recortes del gasto y la emisión monetaria cero, corre el riesgo de repetir errores del pasado y llevar a la economía argentina a una situación de mayor inestabilidad, desigualdad y recesión. Es crucial que las políticas económicas no sólo busquen el equilibrio fiscal, sino también el crecimiento, la generación de empleo, la equidad y el bienestar social. Solo así se podrá construir una economía pujante y sostenible para todos los argentinos.

Economista, Directora del Banco Ciudad

Dejá tu comentario

Te puede interesar