8 de julio 2024 - 00:00

Enrique Szewach: “El FMI no prestará plata con este régimen cambiario”

El director Ejecutivo del IERAL mantuvo un diálogo con Ámbito, donde advirtió por las diferencias entre el Gobierno y el FMI, opinó del rol de Luis Caputo frente al ingreso de Federico Sturzenegger y relativizó el apuro por la salida del cepo.

Enrique Szewach no cree que Caputo esté en una encerrona dentro de su propio programa.

Enrique Szewach no cree que Caputo esté en una encerrona dentro de su propio programa.

Para Enrique Szewach, no hay riesgos por incompatibilidad entre la tarea del flamante ministro, Federico Sturzenegger, y el titular de la cartera económica, Luis Caputo. Asegura que, en última instancia, los desencuentros podrían advertirse entre el ministro de Economía y el propio presidente, Javier Milei. ¿Por qué? La respuesta es sencilla: “Milei tiene una posición ideológica respecto de la economía, pero cuando sos Presidente tenés que ir a la realidad”, explicó el economista.

Sin embargo, no cree que Caputo esté en una encerrona dentro de su propio programa, pero sí se pregunta si el mercado realmente esperaba aquello que anunció hace dos viernes, junto con el presidente del BCRA, Santiago Bausili. “Ambos dieron a entender que, pese a que la Argentina tiene un problema de dólares, no van a poner énfasis en recuperar reservas, sino priorizar el esquema de la baja de la tasa de inflación”, resaltó Szewach.

En ese contexto, el director ejecutivo del IERAL, de la Fundación Mediterránea, y exdirector del BCRA (2017-2019), señala las diferencias entre el FMI y el Gobierno respecto al concepto de competencia de monedas, la dificultad para alcanzar una tasa de inflación menor a la actual y salida del cepo como un obstáculo que recae sobre todo en las empresas.

Periodista: ¿Qué espera de este tercer tiempo de Sturzenegger en el Gobierno?

Enrique Szewach: Es un ministerio bastante distinto a la actividad habitual de Sturzenegger, esto está totalmente alejado de la macro y del día a día. Se sabe que estuvo trabajando en un programa que peine todas las leyes y las normas que tiene la Argentina. Justamente era el programa que tenía para Patricia Bullrich, que obviamente lo heredó Milei. Yo creo que en todo eso que hay ahí, hay algunas cosas muy valiosas para poner en marcha, como la ley de Hojarascas. Filtra leyes muertas que siguen estando pero que hoy no se aplican, entonces es mejor sacarlas para limpiar la maleza.

P.: Las funciones que tendrá Sturzenegger en el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, ¿complementan o colisionan con las funciones de Caputo?

E.S.: Yo creo que se complementan porque hoy estamos en una carrera para que la Argentina pueda recuperar productividad sin devaluar. Entonces, en todo caso, Sturzenegger tiene la tarea de generar el ámbito para mejorar la productividad argentina y Caputo tiene la tarea de mantenerla más coordinada mientras esto pasa. Voy a hacer una exageración para que se entienda, no es para el titular de esta forma. Hay más incompatibilidades entre Milei y Caputo que entre Caputo y Sturzenegger, donde creo que no las hay.

P.: ¿Por qué lo ve de esta forma?

E.S.: Lo digo porque la política económica de Milei nació con la promesa de la dolarización y hoy sigue insistiendo de alguna manera en este esquema, aunque le va cambiando el nombre: la bimonetariedad, la oferta congelada, la dolarización endógena, etc. Mientras tanto, Caputo y Bausili diagraman un programa ortodoxo con el Banco Central tratando de defender el peso y de estabilizar la economía. Me parece que ahí hay más ruido, y eso se notó el viernes pasado.

P.: Si esto es así, ¿por qué es Caputo quién ocupa el ministerio de Economía y no Sturzenegger?

E.S.: No sé si Sturzenegger hubiera querido estar ahí, la verdad que no lo sé. Sí creo que Milei tiene una posición ideológica respecto de la economía, pero cuando sos Presidente tenés que ir a la realidad. Me parece que Caputo le ofrece esa realidad, en términos de que no tiene un programa que lo aleja de la dolarización, que puede sentar las bases eventuales de una dolarización, pero tiene un modelo mucho más concreto de ordenar la macro, de estabilizar y sobre todo de rearmar todo el esquema financiero de Argentina.

Caputo heredó una economía que tiene un fenomenal problema de deuda interna, que ahora la estamos postergando, y otro de dólares. O sea, enfrenta un problema de divisas parecido al que enfrentó el gobierno de Macri cuando asumió, a fines de 2015, con un Banco Central vaciado, con u$s12.000 millones de reservas netas negativas, un acuerdo con el FMI caído y la necesidad de reabrir el mercado de capitales porque ya hay vencimientos fuertes con bonistas y organismos.

Caputo, por lo menos en su primera etapa, como decía el Presidente, era el “Messi de las finanzas” y logró reordenar esa parte financiera y yo creo que Milei debe haber visto en lo que le ofrecía Caputo lo que él no tiene, porque está con la cabeza más en el ajuste fiscal, el ”no hay plata” por un lado, y en la inmoralidad de un Banco Central abierto por el otro.

P.: Marcó el ruido que generó el anuncio de Caputo y Bausili el viernes pasado por la tarde. ¿En qué estadío se encuentra el plan del Ministro de Economía? ¿Se encuentra en una encerrona?

E.S.: Yo no creo que haya una encerrona. Primero está el plano del mensaje, de la comunicación, que en la economía es muy importante porque forma expectativas, frente a un Presidente que insiste en un esquema de repudio del peso, y un Ministro y un Presidente del Banco Central que no tienen más remedio que tratar de recomponer la demanda de dinero.

Además, vemos un Fondo Monetario que está diciendo “ojo que nosotros no estamos diciendo lo mismo que Milei” (sobre la competencia de monedas). Esto es al punto que, cada vez que en algún documento del FMI aparece competencia de monedas, lo escribe entre comillas.

En este contexto es que se dio la comunicación, donde Bausili y Caputo dieron a entender que, pese a que la Argentina tiene un problema de dólares, no van a poner énfasis en recuperar reservas, sino priorizar el esquema de la baja de la tasa de inflación.

Puede estar bien o puede estar mal, no estoy cuestionándolo, simplemente estoy diciendo que vos tenés un bono en dólares y el presidente del Banco Central un viernes te dice, “el próximo trimestre yo voy a perder u$s3.000 millones de reservas” y el ministro de Economía agrega “voy a mantener el sistema cambiario que hace que no pueda recuperar reservas”.

Por otro lado, si vos tenés pesos, el presidente del Banco Central te dice, “te vamos a cambiar la letra del Banco Central por un bono del Tesoro, pero que en realidad lo va a administrar el Banco Central”.

No estoy juzgando el esquema, sino estoy planteando estas señales relativamente confusas que surgen cuando un Presidente, que además es economista, dice “yo quiero ir para tal lado” y Caputo y Bausili, sin decir que no van a ir para ese lado, digamos, tratan de suavizar el camino.

P.: ¿Existe en este contexto una salida del cepo “gradual” o se impone un shock que ahorre la transición de mercado?

E.S.: La verdad es que no tengo muy claro por qué algunos colegas han puesto tanto en esta historia del cepo como prioritario para que haya inversión y para que se recuperen las reservas. La inversión viene si hay negocio, y eso hoy no se ve tan claro. No veo una cola en el BCRA pidiendo números para traer dólares e invertir en la Argentina. Es más, paradójicamente -y lo digo con ironía-, el cepo fue en los últimos años el principal impulsor de la inversión en la Argentina, porque todos los que tenían pesos acumulados en las ganancias que les regaló el Gobierno de Massa, no sabían qué hacer con ellos y se pusieron a invertir para que no se les licuara.

Volviendo al tema, para las grandes inversiones está el RIGI, y el RIGI levanta el cepo, o sea que para los grandes sectores no habrá restricciones cuando utilicen libremente sus divisas.

Para las personas humanas tampoco hay cepo, vos podés comprar y vender dólares libremente yendo al MEP o al CCL. El problema más serio es para las empresas que tienen que operar comercialmente en la argentina, o sea la traba del cepo está en el pago de importaciones, porque las empresas con este tema de abonar en cuotas acumulan deudas con sus proveedores y casas matrices.

Dicho esto, está claro que si vos vas a liberar cierta parte de esas transacciones y no tenés dólares para manejar cualquier volatilidad que haya en el mercado, y bueno, corres un riesgo. Me parece que el Ministro y el Presidente del Banco Central prefieren no correr ese riesgo hoy, más allá de que haya algunos que dicen que ese riesgo es muy bajo.

P.: ¿Entiende que el Fondo Monetario Internacional mantiene la intención de renegociar con Argentina un acuerdo que incluya desembolsos frescos?

E.S.: La verdad es que, con un Gobierno que te ofrece sobreajuste fiscal y está dispuesto a avanzar en reformas de fondo, no debería ser tan estricto. Ahora, dicho esto, el Staff del Fondo no le va a dar plata fresca a la argentina con este régimen cambiario, ni con este tipo de cambio real. Acordate que el Fondo tiene todavía en su ADN los problemas de cuenta corriente de los países, no los problemas de inflación o de mercado interno.

El FMI te dice mirá, estás usando un mecanismo que de por sí está prohibido en nuestro Estatuto, que es la aplicación de los tipos de cambio múltiples. Además, perdiste gracias al dólar blend, por lo menos, u$s8.000 millones, que podrías haber tenido en las reservas del Banco Central para pagar importaciones, pero las mandaste al mercado libre. De hecho, se usaron para pagar importaciones de los exportadores que fueron al CCL. Ahora estás con un tipo de cambio que todavía no es muy malo, pero cuando lo proyectás es peor, y por eso el FMI exige ir a otro mercado de cambios.

También es cierto que la política después negocia con el Staff ciertas cosas, a lo mejor hay una apuesta a que el Gobierno de Trump eventualmente tenga otra posición respecto a la argentina o lo que fuere.

El Fondo necesita un acuerdo con Argentina porque no puede tener a su principal deudor después de este año sin un acuerdo, y Argentina necesita un acuerdo con el Fondo, no tanto por los fondos frescos, que por supuesto serían muy buenos, sino porque hay que reabrir el mercado de capitales internacional y es difícil hacerlo si no tenés un acuerdo con el organismo, aunque tenerlo no no te garantiza nada.

P.: A seis meses de gestión, son los propios economistas liberales que advierten por un alto nivel de emisión que sostiene Milei. Se trata de una discusión por redes a la que se sumó Caputo tildando de “deshonestos intelectuales” a los colegas que señalan esto. ¿En dónde se para frente a este debate?

E.S.: La verdad es que para los economistas profesionales el tema del mercado monetario es si la oferta satisface a la demanda. Si vos tenés un desequilibrio en el mercado interno y más oferta que demanda, esa mayor oferta se te va a trasladar al desequilibrio en el mercado externo y viceversa.

Me parece que lo que mueve a confusión es que la demanda de dinero en un proceso de estabilización, si la tasa de inflación baja, aumenta por naturaleza, y como el Presidente puso tanto énfasis en que estaba cayendo, estaba licuando la cantidad de pesos, ahora que se deslicúa (sic), queda pedaleando en el aire, con todo respeto.

P.: Una posibilidad que maneja el Gobierno, en el marco de la búsqueda de mejorar la política cambiaria y monetaria, es converger a un dólar corriendo al 2%, un nivel de inflación al 2% y…¿una tasa de interés al 4%? ¿Esto es posible?

E.S.: Cualquier plan de estabilización requiere primero que los precios relativos estén alineados, y eso todavía no pasó, porque los aumentos de tarifas quedaron a la mitad de camino y hay todavía muchos precios que siguen desalineados, entre ellos el salario.

Me parece que la convergencia a una tasa de inflación mucho más baja que esta no va a ser posible. Todavía faltan aumentos de tarifas. Cuando aplicás aumentos de tarifas que pegan 2% en el índice y el índice es 20, entonces es el 10% de la tasa de inflación. Ahora, cuando haces ese aumento de tarifas que pegan 2% en el índice y el índice es 4, es 50% de la tasa de inflación. Entonces, primero hay que alinear las tarifas, no me parece razonable que se sigan postergando.

A su vez, hay una contradicción entre decir “hay que tener inversiones” y estar con precios artificiales, porque la inversión se calcula con los verdaderos precios, ¿no? Entonces, yo creo que es posible mantener la desinflación en 4% o 3%, pero para ir más abajo todavía los precios relativos no están ordenados.

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