7 de julio 2024 - 15:20

Dólar: el Gobierno pagará esta semana u$s2.600 millones a los bonistas y se resentirán las reservas

El giro se hará el próximo miércoles en medio de la sangría de divisas, sumado al parate de las compras del BCRA. Entre julio y principios de agosto vencen en total u$s4.500 millones de deuda y surgen dudas por el plan del ministro Luis Caputo.

En poco más de tres semanas, vencen unos u$s4.500 millones de deuda en dólares.

En poco más de tres semanas, vencen unos u$s4.500 millones de deuda en dólares.

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El Gobierno tiene que afrontar este martes un vencimiento de alrededor de 2.600 millones de dólares de deuda en moneda extranjera, que está en poder de los bonistas que participaron del canje de 2020. Como ese día es el feriado por el Día de la Independencia, la gestión de Javier Milei efectivizará el pago al día siguiente. Será el primero de una serie de compromisos financieros que impactará en las reservas netas durante las próximas semanas, justo cuando el Banco Central atraviesa el momento más difícil para sus arcas y el mercado percibe señales de agotamiento del esquema cambiario.

El vencimiento de esta semana es el segundo y último del año de títulos en moneda extranjera, pautado en la reestructuración que llevó a cabo el exministro de Economía Martín Guzmán. Los tenedores de todos los bonos en cuestión cobrarán el cupón semestral de intereses y quienes posean el AL30 o el GD30 recibirán, además, el primer pago de la amortización de capital.

En concreto, los bonistas que tengan el AL29 o el GD29 percibirán u$s0,5 por cada u$s100 de valor nominal; quienes posean el AL30 o el GD30, u$s4,375 por cada u$s100; los acreedores de AL35 o GD35, u$s1,8125 por cada u$s100; los de AE38 o GD38, u$s2,125 por cada u$s100; los de AL41 o GD41, u$s1,75 por cada u$s100; y los de GD46, u$s1,8125 por cada u$s100.

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Deuda en dólares, un problema para el Gobierno.

Deuda en dólares, un problema para el Gobierno.

Según cálculos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), esto implica para el Estado desembolsar u$s2.558 millones. El Gobierno busca que los acreedores reinviertan las divisas que cobrarán para apuntalar las cotizaciones de los títulos y reducir el riesgo país. Para ello, el Central dispuso la finalización de la norma que obligaba a transferir a una cuenta bancaria los dólares percibidos por cobros de capital o intereses antes de volver a utilizarlos en el mercado de capitales (la restricción sigue vigente para las divisas obtenidas por la operatoria de dólares financieros).

Aunque no es seguro qué decidirán los inversores a la luz de las recientes caídas de los bonos y de la incertidumbre sobre la sostenibilidad del esquema cambiario.

Lo cierto es que el plan de Luis Caputo requiere de una baja considerable del riesgo país (a la zona de 800 puntos básicos, casi la mitad del nivel actual) de cara a la espada de Damocles que representan los vencimientos de deuda en moneda extranjera de 2025: en una suerte de autoherencia del ciclo de megaendeudamiento de 2016-2018 con los bonistas primero y el FMI después (y reprogramaciones mediante), el próximo año vencen unos u$s17.000 millones entre títulos públicos, BOPREAL y compromisos con el Fondo y otros organismos.

Dólar, pagos de deuda y reservas

Por lo pronto, el pago de esta semana impactará en las tenencias internacionales del BCRA. Hasta dónde caerán las reservas netas depende de qué componentes se consideren para su cálculo. Por caso, el grupo de estudios económicos GERES estimó que al cierre de junio eran positivas en u$s799 millones. Así, luego del pago, bajarían a alrededor de u$s1.800 millones negativos.

En cambio, para Portfolio Personal Inversiones hoy por hoy siguen siendo considerablemente negativas y luego del miércoles descenderán “a la zona de -u$s5.200 millones”, lo que dificulta “pensar en una salida del Cepo con reservas netas ‘muy positivas’ para intervenir sin financiamiento externo”.

En la última revisión del FMI queda explicitado que en la referencia pautada para la meta de reservas que las tenencias netas caerán en el tercer trimestre y que apenas rebotarán en el cuarto. Así, si no llegara nuevo endeudamiento, cerrarían el año en terreno negativo.

El hecho de que el parate en la compra de divisas del BCRA se anticipara a junio (un mes todavía de temporada alta de cosecha gruesa) encendió las alarmas. Es que en la segunda parte del año llega la estacionalidad más desfavorable para el flujo de dólares y a eso se suman los pagos de deuda de las próximas semanas. Además del giro a los bonistas, el Gobierno cancelará entre julio y los primeros días de agosto vencimientos de capital e intereses con el Fondo y con otros multilaterales, y pagará la primera cuota del BOPREAL: en total, se trata de unos u$s4.500 millones.

Este cuadro, entre otros factores, estuvo en la base de la renovada presión cambiaria de los últimos días. Más aún después de que en la conferencia del viernes 28 de junio de Luis Caputo y Santiago Bausili no se recogiera el guante de los planteos del mercado, del FMI y de numerosos economistas sobre las señales de agotamiento del esquema cambiario y, en cambio, se ratificara la continuidad del dólar blend y del crawling peg del 2% mensual y se pateara para una tercera etapa del plan la apertura del cepo.

Para los próximos días, el equipo económico apuesta a calmar las presiones devaluatorias, reflejadas en la expansión de la brecha cambiaria al 50%, a partir del estímulo para que los bancos suban la tasa de interés. Para ello, el jueves el BCRA dispuso que las LECAP compradas en el mercado secundario tampoco computen en los límites de financiamiento al sector público que tienen las entidades financieras con el objetivo de que mejore la transmisión de las tasas hacia los plazos fijos.

Resta ver qué hará con la tasa de política monetaria una vez que se lancen las nuevas letras de regulación monetaria que reemplazarán a los pases pasivos. Y también si un alza de los rendimientos en pesos logra contener a los dólares financieros.

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