Una animada multitud de amantes de la arquitectura de mediados de siglo se reunió en Taliesin de Frank Lloyd Wright a primera hora de la tarde del 8 de junio, día del 157 cumpleaños del arquitecto. Las celebraciones no eran solo para soplar las velas y comer tarta en honor del legendario diseñador, sino para conmemorar la reapertura del Teatro Hillside de Wright en Taliesin tras un proyecto de restauración de cinco años y 1.1 millones de dólares. "Estamos muy contentos de presentarles hoy este espacio", dijo Ryan Hewson, director de conservación de Taliesin para la Fundación Frank Lloyd Wright, en un discurso pronunciado en la reapertura del teatro. "La necesidad de este proyecto ha sido cada vez más urgente a medida que el espacio seguía deteriorándose físicamente".
El teatro diseñado por Wright se encuentra en el edificio Hillside, en los terrenos de Taliesin, la finca de Frank Lloyd Wright en Spring Green, en el estado de Wisconsin, que incluía su residencia privada, estudio de arquitectura y Taliesin Fellowship, un programa de aprendizaje que atrajo a cientos de arquitectos en su apogeo, entre otras instalaciones. (También tenía Taliesin West en Scottsdale, Arizona, que cumplía una función similar y se utilizaba en invierno). El arquitecto adquirió Hillside en 1922 tras el cierre de la Hillside Home School, dirigida por las tías de Wright. El edificio fue uno de sus primeros encargos y, una vez siendo dueño, lo incorporó al complejo Taliesin Fellowship, reimaginándolo a lo largo de los años para incluir un estudio de dibujo, dormitorios para aprendices, un gran comedor y el Teatro Hillside.
En tiempos de Frank Lloyd Wright, en este lugar se proyectaban semanalmente películas al público por 50 centavos la entrada, además de conciertos y otros actos culturales. Sin embargo, los años no fueron tan amables con el teatro como lo habían sido con la comunidad de Spring Green. El local sufría problemas estructurales y funcionales, en gran parte derivados de técnicas de construcción habituales a principios del siglo XX, pero que ya no son válidas: "El proyecto comenzó con la mejora e instalación de un drenaje adecuado del solar", le explica Hewson a AD. El agua que se había infiltrado en el edificio y dañado el escenario era una de las amenazas más graves para el lugar: "El escenario tenía muchos más daños por agua de los que nos dimos cuenta cuando empezamos el proyecto", añade Hewson. "Primero lo desmontamos y luego lo reconstruimos". Otras mejoras incluyeron la instalación de techos nuevos, el reasfaltado del pavimento y la actualización de los sistemas de plomería y electricidad.
Como gran parte del trabajo de la Fundación Frank Lloyd Wright y Taliesin Preservation (las dos organizaciones que encabezaron el proyecto), restaurar el teatro no consistía solo en devolverle su antiguo esplendor, sino en garantizar que su funcionalidad se mantuviera intacta para las generaciones venideras. Para ello, el equipo de conservación introdujo numerosas mejoras de accesibilidad, como un baño adaptado a la ADA y un camino de acceso al teatro. Además, el equipo añadió dos salas verdes, un baño y una sala de almacenamiento y control en el sótano, que no solo hacen más útil el recinto, sino que también formaban parte de las mejoras estructurales del espacio. "Esencialmente construimos un edificio dentro de otro edificio", explicó Hewson sobre esta zona en su discurso de inauguración. "Un poco más fácil que construir un barco en una botella".
Third Coast Percussion, un cuarteto de Chicago ganador de un Grammy, inauguró el recinto restaurado con una animada actuación, que se retransmitió en directo a espectadores de todo el país gracias a un sistema de streaming multicámara recién instalado: "Fue increíble oír cómo la música llenaba el espacio", dice Stuart Graff, presidente y director general de la Fundación Frank Lloyd Wright. El público también pudo echar un vistazo al telón restaurado del Teatro Hillside, regalo de los aprendices de Taliesin a Wright en su 89 cumpleaños. Según la Fundación, fue el mayor regalo que el arquitecto había recibido nunca, aunque probablemente ya lo sabía, puesto que él mismo había dibujado el diseño abstracto.
Es una cortina difícil, porque básicamente es algodón con fieltro e hilo aplicados", explica Kyle Dockery, coordinador de colecciones de la Fundación Frank Lloyd Wright, "y las piezas están pensadas para moverse con la cortina, lo que le confiere un hermoso dinamismo, pero solo están unidas en las esquinas". Aunque el tabique se ha restaurado varias veces a lo largo de los años —la más importante en 2006, cuando se expuso en el Guggenheim de Nueva York y en Bilbao como parte de la exposición Frank Lloyd Wright: De dentro hacia fuera—, la última restauración se centró en gran medida en el lamé dorado de la parte inferior: "Se había arrastrado por el suelo y se había atorado con cosas a lo largo de los años, así que conservamos todo el material original y lo encapsulamos dentro de un nuevo lamé dorado", añade Dockery.
Todo el proyecto de restauración, que comenzó en 2019, se financió en parte con subvenciones del programa Save America's Treasures del Servicio de Parques Nacionales, el Fondo Nacional de las Artes, el National Trust for Historic Preservation, la E. Rhodes and Leona B. Carpenter, y el apoyo de donantes privados y empresas colaboradoras. De cara al futuro, la Fundación planea utilizar el teatro de la misma forma que lo hizo Wright: como punto de conexión con la comunidad en general.
"La reapertura del Teatro Hillside es algo más que un hito de conservación; se trata de revitalizar una piedra angular de nuestro patrimonio cultural y de proporcionar un beneficio inmediato —en forma de teatro recién restaurado— a nuestras comunidades vecinas y a los visitantes de la región", afirma Graff en un comunicado. Y Hewson añade: "Las posibilidades que ofrece ahora el espacio son infinitas; hay muchas realmente fantásticas".
Artículo publicado originalmente en AD US.
