Aprender cómo lavar la estufa correctamente no tiene por qué ser una pesadilla. ¿Nos crees si nos atrevemos a decir que puede ser divertido? Considera esta tu guía de confianza para los rincones y grietas que definitivamente no estás fregando con suficiente frecuencia, además de las herramientas y productos aprobados por profesionales encargarte de estas tareas.
Mi cocina se convierte con demasiada facilidad en un cementerio de comidas pasadas. Las salpicaduras inevitables, los derrames y los hervores se cristalizan en parches de costra que corren el riesgo de quemarse y generar algún accidente. Sin embargo, con un poco de limpiador, jabón, agua tibia y una esponja, la encimera puede quedar como nueva en una sencilla sesión de limpieza. No importa qué tipo de estufa tengas, ya sea de gas o una eléctrica, aquí te enseñaremos cómo lavar la estufa para que tu cocina quede resplandeciente.
Estufa de gas
La mayoría de las estufas de gas están equipadas con rejillas extraíbles: el elemento de metal que se encuentra por encima de los quemadores. Para una limpieza normal y corriente, basta con pasar un paño con jabón, agua tibia y una esponja que no raye, dice Amelia Hensley, experta en limpieza de GE Appliances. Para una limpieza más profunda, puedes meter las rejillas en el próximo ciclo del lavavajillas (consulta primero el manual del usuario de tu lavavajillas para ver si esto es posible). Otra opción es rociar cada rejilla con un limpiador a base de amoníaco y, posteriormente, guardarlas en una bolsa de plástico, idealmente toda la noche. Al día siguiente, sácalas de las bolsas y simplemente enjuágalas con agua y jabón. Si las rejillas de tu cocina de gas tienen una superficie rugosa en lugar de lisa, entonces puedes optar por limpiarlas con un cepillo de nailon.
En cuanto a la superficie de la cocina, si es de esmalte de color (es decir, no de acero inoxidable), puedes limpiarla con agua tibia jabonosa y una esponja que no raye. Si se trata de una mancha muy persistente, coloca una toalla de papel o un paño empapado en agua sobre la mancha y déjala reposar unos 30 minutos; después, límpiala con una esponja húmeda. Algunos recomiendan añadir bicarbonato de sodio al agua para eliminar las manchas con mayor eficacia. Para las superficies de acero inoxidable, asegúrate de limpiar en la dirección natural del grano para evitar arañazos. ¡Y por favor no utilices herramientas afiladas para limpiar la estufa!
Estufa eléctrica o de inducción
Las dos variedades más comunes de estufas de superficie lisa son las de inducción y las eléctricas. La misma sabiduría de limpieza se aplica ampliamente aquí: usa jabón para platos, agua tibia y una esponja que no raye. La diferencia clave, dice Hensley, es el momento oportuno. Si se derrama o cae comida sobre una superficie lisa —especialmente en las estufas eléctricas, que se calientan bastante y pueden adherirse a los restos rápidamente—, procura limpiarla lo antes posible. Por el contrario, si la mancha se fija e intentas rasparla más tarde, corre el riesgo de que "se pique" o que erosione la superficie de cristal.
En cuanto notes que se ha derramado, apaga las hornillas, cambia la comida de quemador y limpia la mancha con un trapo grueso para no quemarte las manos. Para cualquier resto pegado, Hensley recomienda utilizar una espátula de plástico (en lugar de metal) para que eliminar los restos resulte más suave y no deje arañazos. Y mientras que una simple mezcla de agua y jabón por lo general puede hacer el truco muy bien, los limpiadores de estufa quitagrasa son buenos sustitutos para los proyectos de limpieza más difíciles, dice.
Artículo publicado originalmente en Bon Appetit.
Traducción y adaptación de Fernanda Toral.