EL TÚNEL DEL TERROR
La característica principal de la vida es que la vagoneta donde vas sentadito no lleva ni volante, ni acelerador, ni freno. Eres víctima de un maquinista loco en un recorrido circular, aparentemente infinito.
La mitad del tiempo lo pasas en el interior de la oscuridad, en un mundo de monstruos y fantasmas de flúor, humo denso y sustos mortales.
La otra mitad, el tren sale a la parte exterior donde te relajas un poquito hasta que alguien te revienta la cabeza a escobazos.
Cuando el ciclo de la vida te está acercando a la náusea, suena una sirena de campo de concentración, el tren se detiene y te bajas con las piernas tiritando.
¿Quieres volver a subir? No sabes qué contestar mientras tu mano húmeda aprieta como un pulpo la última ficha que te queda.
Lluís Segura
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