Después de reunir los certificados que avalaban a Hunter como su perro de apoyo emocional, Leidy Paola Castro compró tiquetes en la aerolínea JetSmart, verificando que se le permitiera viajar con su perro en cabina con un guacal de tela. En el arribo al aeropuerto comprobó que las condiciones no eran ciertas.
Para poder viajar, Leidy tuvo que comprar unos nuevos tiquetes, esta vez en Avianca, lo que significaba un gasto extra, pero que le era necesario en ese momento. No obstante, los ayudantes del vuelo le indicaron que el perro solo podía viajar en bodega, debido a sus nuevas políticas para el caso de animales.
Así lo aceptó, pero un nuevo contratiempo ocurrió con la mascota: La mujer denunció que Hunter estuvo durante más de cinco horas encerrado en la bodega, después de un problema que le impidió despegar a la aeronave.
Con angustia por estar separada de su perro, Leidy solicitó a la aerolínea que, después del posible trauma causado a su perro, le permitieran viajar con él en cabina para compensar la espera, pero recibió una negativa como respuesta, recalcando la necesidad de cumplir con las condiciones y enviar a Hunter en la bodega.
El hecho, que fue conocido a través de las redes, ha generado cientos de comentarios de muchos usuarios que han criticado la actitud de las aerolíneas y la falta de sentido común para el transporte de mascotas, en caso especiales como el ocurrido con Leidy y Hunter, quien finalmente se negó a entrar al guacal por el estrés causado durante las largas horas en la bodega.
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